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Desde que en septiembre comenzó el reinado de Carlos III quedó claro que apuesta por una monarquía reducida en la que sus grandes apoyos son la reina consorte Camilla y los Príncipes de Gales. Pero también tiene en la princesa Ana y en el príncipe Eduardo un importante bastón. Ahora ha querido recalcar la importancia que tienen dos de sus tres hermanos en su jefatura de Estado otorgándoles un importante papel en la Casa Real. El soberano ha solicitado un cambio legislativo para incorporarlos como consejeros de Estado, es decir, personas que pueden sustituirlo en actos públicos cuando él esté ocupado o se sienta indispuesto.
Actualmente, el monarca británico de 74 años cuenta con cinco consejeros de Estado: la reina Camilla, el príncipe Guillermo, el príncipe Harry, el príncipe Andrés y la princesa Beatriz. Sin embargo, como el duque de Sussex y el duque de York no son miembros en activo de la Familia Real, no podrían ejercer su función llegado el momento. Ahora Carlos III quiere ampliar este grupo con dos personas. Se espera que de manera inminente el Gobierno presente en el Parlamento la propuesta de enmienda de las leyes de la Regencia, que indican que pueden ejercer de regentes cinco personas de la Familia Real británica, los adultos mayores de 21 años que se encuentran en los primeros puestos de la línea de sucesión al trono.
"Para garantizar la continua eficiencia de los asuntos públicos cuando no estoy disponible, como cuando estoy desempeñando funciones oficiales en el extranjero, confirmo que me satisfaría, si el Parlamento lo considera conveniente, que el número de personas que pueden ser llamadas a actuar como Consejeros de Estado según los términos de las leyes de Regencia de 1937 a 1953 incluya a mi hermana y a mi hermano, la Princesa Real y el Conde de Wessex y Forfar, quienes ya anteriormente asumieron este papel", ha indicado Carlos III en un texto.
La propuesta de ampliar el número de consejeros de Estado se aborda desde antes del fallecimiento de Isabel II, quien dio el visto bueno a esta reforma. La histórica soberana estaba de acuerdo con ampliar el número de personas que, ante su ausencia, pudieran cumplir funciones como asistir a las reuniones del Consejo Privado, firmar documentos y recibir las credenciales de los nuevos embajadores en el Reino Unido. Sin embargo, hay funciones constitucionales básicas, como los asuntos relacionados con la Commonwealth o el nombramiento del Primer Ministro, en las que un monarca no puede delegar.
Si finalmente se aprueba esta modificación, la princesa Ana y el príncipe Eduado volverían a ejercer como consejeros, un función que ya tuvieron tiempo atrás. La única hija de Isabel II, en el puesto 16 de la nueva línea sucesoria, ocupó este cargo entre 1971 y 2003, año en el que su el príncipe Guillermo cumplió 21 años. Por su parte, el conde de Wessex fue consejero desde 1985 a 2005, cuando entró el príncipe Harry. Ahora ambos podrían volver a sustituir al Rey, en cuya agenda hay varios viajes internacionales en 2023 que podrían coincidir con otros compromisos fuera del país de los Príncipes de Gales.
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