Meghan Markle romperá la tradición el día de su boda

La futura mujer del príncipe Harry no tendrá en cuenta el protocolo y dará un discurso en su enlace

Por hola.com

Cambian las reglas para la boda del príncipe Harry y Meghan Markle el próximo 19 de mayo en la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor. Según publica el Sunday Times, la futura mujer del Príncipe dará un "afectuoso" discurso en el banquete para mostrar su agradecimiento a su nuevo marido, la Reina y sus amigos y familia, incluso atreviéndose con algunas bromas. Una tarea de la que se suelen encargar el padrino o el padre de alguno de los novios pero que recaerá en la actriz, puesto que no se espera que lo haga su padre, Thomas Markle, que se ha mantenido alejado de la escena pública. En cambio, este sí que será el encargado de llevarla hasta el altar ante los aproximadamente 800 invitados que se congregarán en Windsor.

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La fuente del citado medio asegura que "la idea es que si el padre de Meghan no habla, en su lugar ella quiere tener la oportunidad de agradecer a su marido y a todo el mundo que les ha apoyado, el que lo hicieran. Harry considera que es una gran idea".

No será una experiencia del todo nueva para Meghan, que está acostumbrada a hablar en público tras formar parte de la serie estadounidense Suits durante siete temporadas y en su trabajo humanitario. En 2015 dio un emocionante discurso en la Conferencia por las Mujeres de las Naciones Unidas como parte de su papel como defensora de la Igualdad de Género y el Empoderamiento Femenino: "Estoy orgullosa de ser una mujer y ser feminista. Una mujer es igual a su marido, una hermana igual a su hermano, ni peor ni mejor, son iguales. Las Naciones Unidas han definido el año 2030 como la fecha de expiración de la desigualdad de género, pero tengo malas noticias: los estudios muestran que al ritmo al que llevamos, no será posible eliminar la desigualdad hasta 2095". 

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Desde el anuncio de compromiso el pasado mes de noviembre, las apariciones de Meghan han causado fascinación entre los británicos entusiasmados con la idea de que un nuevo tipo de mujer entre en la Corte y con ella nuevas costumbres. Exactamente igual que hizo Diana de Gales en su día, pionera en ir sin guantes para poder estrechar con calidez las manos que la esperaban o en dar visibilidad a causas (entre ellas el Sida, por lo que según los medios británicos recibió cartas por su destacado papel en esta lucha) por las que la realeza nunca se había interesado, y que hoy en día están plenamente integradas en las agendas de las casas reales en general.