La princesa Leonor ha cruzado la puerta de la Academia General Militar de Zaragoza pasadas las 12.00 de la mañana y lo ha hecho acompañada por sus padres, el rey Felipe- vestido con el uniforme de modalidad C- y la reina Letizia, y su inseparable hermana, la infanta Sofía, quien este 29 de agosto seguirá los pasos de la Princesa y se irá a Gales para estudiar Bachillerato Internacional en el UWC Atlantic College. 

Ilusionada antes esta nueva etapa, la nueva cadete se ha fundido en un cariñoso abrazo con su padre, quien ha intentado en todo momento templar los nervios de su hija ante esta nueva aventura que él mismo ya vivió en el año 1985. 

Sin poder borrar la sonrisa,  Leonor ha puesto una vez más de manifiesto su gran naturalidad y ha demostrado lo unida que está a su padre, quien ha declarado a las puertas de la Academia que era "normal" que su hija estuviera nerviosa.

El Rey ha señalado que ha dado muchos consejos a la Princesa pero que le ha dicho que "sobre todo esté muy atenta, que se deje aconsejar y que siga también el consejo de compañeros y compañeras. Es importante el día a día sobre todo los primeros días" 

Los Reyes aseguran que su hija es “muy consciente” de “la exigencia y el sacrificio que conlleva la vida castrense”, así como del "honor" que supone servir en las FAS, aunque eso no conlleva que no la vayan a echar mucho de menos en Palacio. 

El fuerte abrazo de despedida de doña Letizia a su hija y la emoción de la Reina dejan muy claro el "vacío" que deja la Princesa, quien ha aprovechado estas últimas semanas de verano para pasarlas con sus padres y su hermana en Mallorca.

Y es que el palacio de La Zarzuela, residencia oficial de los Reyes de España, se queda más solo que nunca, pues al ingreso en la Academia de la princesa Leonor se une la marcha de la infanta Sofía a Gales, en menos de quince días.

Leonor, que ha elegido un look casual, juvenil y cómodo al igual que la Reina, parecía resistirse a despedirse de su madre, quien no ha dejado de conversar con su hija, a la que quizás ha dado algún que otro consejo de última hora. 

Abrazadas y demostrando una gran complicidad, madre e hija han pasado de la emoción a las risas e incluso la Reina le ha dedicado entre susurros algunas palabras de ánimo a la Princesa que estaba con "ganas" pero "nerviosa". 

Sin poder disimular su orgullo, la Reina, más madre que nunca, no podía dejar de mirar a su hija quien tras separarse de sus padres y de su hermana pronunciaba un tímido “hasta luego” a la vez que empujaba su maleta hacía el interior de la Academia Militar de Zaragoza.

Sin gota de maquillaje y con el pelo recogido en una sencilla coleta, la Princesa de Asturias se ha despedido de la infanta Sofía con dos cariñosos besos y un abrazo. Ambas hermanas están muy unidas y forman un binomio perfecto por lo que durante estos meses seguro que se echan muchísimo en falta. 

Sofía, que al igual que su hermana lucía deportivas y vaqueros blancos, también hará en unas horas las maletas, aunque en esta ocasión para viajar junto a la Reina hasta Sidney donde serán testigos de la final del Mundial de fútbol femenino entre nuestra selección e Inglaterra.