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Poco después de las once y diez minutos de la mañana del jueves 30 de enero de 1986 se abrió la sesión en el Congreso de los Diputados, ante Su Majestad el Rey don Juan Carlos I, con motivo del juramento de la Constitución por Su Alteza Real el príncipe heredero de la Corona, don Felipe de Borbón y Grecia. A esa hora, de una mañana fría y soleada de invierno en Madrid, hizo su entrada en el Salón de Sesiones Su Alteza Real el príncipe heredero de la Corona, vestido de chaqué y luciendo en su solapa el Toisón de Oro, acompañado de sus Majestades los Reyes, don Juan Carlos y doña Sofía, las infantas Elena y Cristina, y Su Alteza Real el conde de Barcelona.
Un acto que duró 20 minutos
Acompañados del presidente del Gobierno, Felipe González Márquez, y los presidentes del Congreso de los Diputados, Gregorio Peces-Barba Martínez, y del Senado, José Federico de Carvajal Pérez, así como por los miembros de las mesas de ambas cámaras, fueron recibidos entre grandes aplausos de diputados y senadores, así como por las personalidades y público invitado que ocuparon las tribunas, entre ellos los tíos y primos de don Felipe, todos puestos en pie. El acto apenas duró 20 minutos, ya que con el mismo ceremonial que hicieron a su llegada abandonaron el Salón de Sesiones a las once y treinta minutos de la mañana.
Gregorio Peces-Barba, en calidad de presidente del Congreso, fue el encargado de introducir el juramento y dirigirse, previa solicitud a sus señorías de ponerse en pie, a un entonces Felipe de Borbón que cumplía como dicta el artículo 61 de la Constitución la mayoría de edad para prestar juramento: "Señor, las Cortes Generales están reunidas para recibir de Vuestra Alteza, como Príncipe Heredero de la Corona de España, el juramento que venía a prestar con arreglo a la Constitución".
El juramento ante un ejemplar histórico
Don Felipe de Borbón y Grecia, entonces príncipe de Asturias, prestó su juramento con todo el hemiciclo puesto en pie de acuerdo con la siguiente fórmula: 29 palabras con las que se comprometió con España, además de jurar fidelidad al Rey: "Juro desempeñar fielmente mis funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes, respetar los derechos de los ciudadanos y de las Comunidades Autónomas, y fidelidad al Rey", pronunció. Lo hizo sobre el ejemplar de la Constitución española, réplica del manuscrito obra del pendolista Luis Moreno, similar a la que se expone en el escritorio de la Constitución. Era el séptimo de una serie de doscientos ejemplares impresos en 1980 en papel verjurado ahuesado, fabricado expresamente para esta edición por Guarro Casas.
Gregorio Peces Barba fue el encargado de clausurar un acto, para el que no había antecedentes históricos, pues nunca antes un príncipe heredero había jurado, en calidad de tal, la Constitución ante las Cortes: "Señor, las Cortes Generales acaban de recibir el juramento que Vuestra Alteza Real ha prestado, en cumplimiento de la Constitución, como heredero de la Corona. Señorías, iViva la Constitución! ¡Viva el Rey! iViva España!", pronunció, a lo que el hemiciclo respondió con ¡Viva!.
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