Academia General Militar de Zaragoza

Las emocionantes palabras del rey Felipe a su hija, la princesa Leonor, en el acto de la jura de bandera

'Sé que siempre tendrás presente que tu responsabilidad es servir a España con toda tu energía, determinación y pasión', le ha dicho el monarca a la heredera al trono durante su discurso

Por Martín Gálvez Piqueras

El rey Felipe ha dedicado unas emocionantes palabras a su hija, la princesa Leonor, durante el acto de jura de bandera que se celebraba este sábado en una Academia General Militar de Zaragoza vestida con sus mejores galas. A lo largo de su discurso, el soberano se dirigía primero al conjunto de caballeros y damas cadetes que han estado allí presentes, recordando asimismo su propia experiencia hace casi cuatro décadas en esta simbólica ceremonia. Posteriormente, el jefe del Estado habló directamente a la heredera al trono con el orgullo -ha reconocido- que sentía en esos momentos.

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En un día como hoy es inevitable que recuerde aquel 11 de octubre de 1985, cuando yo presté mi juramento ante la bandera de España en este mismo patio de armas de la Academia General Militar.

Han pasado 38 años, y pienso en lo que entonces sentí y en lo que significa para mí presidir -junto a la Reina y con orgullo- la jura de nuestra hija la Princesa de Asturias. Es muy emocionante; y tiene una gran trascendencia ver cómo hoy la Princesa da continuidad a ese juramento junto auna nueva promoción de cadetes. Sentimientos que compartimos con todos aquí y con la gran familia castrense.

Caballeros y Damas Cadetes,

Venís de diferentes lugares de España, con edades, formación y perfiles diversos. Pero a todos os une la exigencia de un alto nivel académico y, sobre todo una misma vocación: servir en unas Fuerzas Armadas y Guardia Civil modernas y ejemplares, con gran experiencia internacional y muy queridas por los españoles.

Habéis jurado o prometido cumplir fielmente vuestras obligaciones militares, guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado, obedecer y respetar al Rey y a vuestros jefes, no abandonarlos nunca y, si preciso fuera, entregar vuestra vida en defensa de España… No hay un compromiso de entrega mayor.

Es un juramento o promesa que va más allá de su simbolismo y solemnidad, tan presentes en esta plaza, cargada de tanta historia -del recuerdo de tantas generaciones que os han precedido: implica un deber personal, moral y legal que no tiene fecha de vencimiento.

Guardaréis este día en vuestra memoria, y seguro que también en vuestro corazón. De manera libre, voluntaria y consciente, asumís el compromiso que tanto marcará vuestras vidas. Porque no hay mejor propósito que el servicio a los demás, que la entrega a tu país.

Sé que sois muy conscientes de ese compromiso leal que habéis adquirido hoy, con España y con todos los españoles; en él habéis empeñado vuestra palabra y vuestro honor con nuestra Constitución, con los valores y principios de la norma que garantiza nuestra convivencia democrática, y es la máxima expresión de nuestra unión.

Pero además del significado trascendente de este acto, para vosotros y para las Fuerzas Armadas y Guardia Civil; será hoy, para vosotros y para vuestras familias, un día inolvidable y lleno de emociones.

Habéis prestado juramento ante la bandera que habéis besado, símbolo que os une a todos; que nos une a todos los españoles. Representa el legado de una Nación construida con el esfuerzo de generaciones y generaciones. Un patrimonio de inmenso valor, de siglos de historia compartida, repleta de desafíos, ilusiones y sacrificios de millones de personas.

Muchas de ellas, como vosotros, supieron anteponer el servicio a España a sus intereses personales; y muchas perdieron la vida en ese empeño. Por eso les rendimos homenaje -también hoy- en el Acto a los Caídos, como modelo de todos los valores que cultiváis aquí, en «La General», y que tendréis la oportunidad y el deber de ejercitar y de defender a lo largo de vuestra
vida.

Queridos Caballeros y Damas Cadetes de primero,

El camino que iniciáis os permitirá conocer y valorar el significado profundo del honor, el compañerismo, la lealtad, la disciplina y la dedicación. Distinguiréis esas virtudes en vuestros compañeros, profesores, mandos y subordinados. Todos nos sentimos especialmente ligados por esos y otros valores en los que creemos decididamente. Y seguro que en un tiempo no muy lejano
los compartiréis en otros ámbitos de la vida; ya que no están en ningún caso reservados a unos pocos, sino que deben ser comunes para todos.

Tras unas exigentes semanas iniciales de instrucción y formación ya habréis empezado a asimilar algunos de esos valores que aquí se os inculcan, pero será tarea vuestra mantenerlos y cultivarlos de por vida.

La integridad, junto a la honestidad y la rectitud han de ser una constante en vuestra trayectoria, profesional y personal. Son virtudes capitales en la milicia, así como en el servicio público a los españoles, y son guía esencial de comportamientos y actitudes.

Como también debe estar siempre presente el compañerismo. Seguro que ya lo habéis vivido aquí -y comprobado su importancia- de forma intensa desde el primer día. La entrega y el apoyo al compañero/a siempre -especialmente en los momentos más difíciles- y el trabajo en equipo, consolidarán los vínculos de unión que caracterizan al estamento militar.

Como futuros oficiales, con esos valores bien asentados, podréis afrontar las misiones que os encomienden, sin duda, con mayor garantía de éxito. Y junto a vuestra continua preparación técnica y humana -aquí y en las unidades-, estaréis capacitados para tomar decisiones bajo presión y en situaciones complejas, siempre con lealtad a vuestros jefes y subordinados, y asumiendo el liderazgo para el que os estáis forjando durante vuestra formación militar.

Una preparación en la que la disciplina, como señalan las Reales Ordenanzas para las Fuerzas Armadas, es un "factor de cohesión que obliga a mandar con responsabilidad y a obedecer lo mandado".

Todo ello, Caballeros y Damas Cadetes, os ayudará a tener confianza y a actuar con convicción y valentía.

Os animo a esforzaros, permanentemente; a mantener la ilusión; a que mejoréis con ambición vuestros conocimientos y capacidades; y a que practiquéis estos valores, para que vuestra dedicación y entrega, tengan siempre como objetivo el mejor servicio a España.

Permitidme que me dirija ahora a la Princesa de Asturias.

Leonor, recuerda que el compromiso que has asumido conlleva la mayor responsabilidad con España. Sabes bien, como Princesa Heredera, que la Corona simboliza su unidad y su permanencia. Sé que el juramento solemne ante esta bandera y el cariño por esta tierra zaragozana y aragonesa que te acoge, formarán parte de tus mejores recuerdos. Sé que siempre tendrás presente que tu responsabilidad, en cualquier circunstancia y en todo momento, es servir a España con toda tu energía y determinación, con verdadera pasión.

Unidos todos en un mismo espíritu -como vuestro Mando supremo- os doy a ti y a todos tus compañeros/as, mi enhorabuena.

Muchas felicidades -también con la Reina- a todos en la Academia General Militar y a vuestras familias.

Gracias por querer servir de esta manera.

Y ahora, gritad conmigo: ¡Viva España!

La princesa Leonor jura bandera en un acto presidido por los Reyes en Zaragozal