¿Estás a punto de tener un bebé y no sabes por dónde empezar para decorar su habitación? ¿O tu hijo se está haciendo mayor y necesitas ideas para adaptar el mobiliario a sus nuevas necesidades? A veces todo eso es un quebradero de cabeza y, si además quieres que el cuarto sea bonito y tenga un toque especial, puede ser una dificultad añadida. Por eso preguntamos a la diseñadora de interiores María Más, muy reconocida en el sector del lujo nacional, cuáles son los pasos a seguir para lograr que la habitación de nuestro hijo sea práctica y, al mismo tiempo, distinguida. Estos son sus consejos:

1º Funcionalidad. “Los niños son niños y evitar que desorganicen o ensucien es tarea casi imposible, pero sí podemos adaptarla al máximo sin perder la coherencia de materiales y colores”, recomienda. De este modo, el primer paso sería ser conscientes de eso, de que no siempre la habitación va a estar perfecta; una vez tenemos esto claro, buscaremos opciones para que puedan recoger sus juguetes y libros de manera sencilla y procurando “crear un ambiente de calma, pero a la vez divertido sin olvidar la funcionalidad”.

2º Necesidades del niño. Para que el espacio sea realmente funcional, es preciso “entender para qué edad y tipo de niño va dirigido el cuarto”, puesto que “no es lo mismo un bebé que un niño de cierta edad; tampoco un niño tranquilo u otro que le encanta saltar y jugar”, explica. “Tener las necesidades claras es el primer punto” porque es a partir de ellas como un interiorista amuebla. “Los materiales, la paleta de colores, los sellos de identidad varían de un niño a otro, pero sí es importante entender que un dormitorio de niños debe mezclar lo armónico con lo alegre y ameno”.

3º Empezar por lo necesario. “Empezaría por lo necesario e iría decorando en detalle poco a poco”, yendo “a lo práctico sin perder lo estético”, aconseja. Para ello, la clave es organizarse y hacer una lista de los elementos indispensables antes de ponerse a la tarea de colocar muebles y de decorar, sobre todo, en el caso de las habitaciones de bebés que están en camino.

“Pensar en el espacio optimizando el mobiliario… También en función del espacio del dormitorio añadiremos más o menos (un cambiador puede ser un elemento independiente o bien un adaptador aplicable a la cuna)”. Por otro lado, “también es útil empezar con la carcasa, las paredes y suelos”. Estos últimos, los suelos, “cómodos y de fácil mantenimiento” porque en estas edades “agradable meter paleta de colores de calidad y papeles florales o con motivos neutros”.

4º Conferir personalidad a la habitación. “El orden, la armonía, la luz y transmitir paz es clave para el desarrollo del niño sin olvidarse del punto diferenciador”. María Mas destaca que “cada niño tiene su personalidad y saber reflejarla les ayuda a evolucionar y comprenderse”. Para lograr que la decoración de la habitación sea acorde a su personalidad, hay que simplificar. “Hoy en día nos encontramos con infinidad de referencias y opciones que pueden llegar a poner en duda lo que realmente queremos, por lo que simplificar para acertar es importante”, asegura. “Con la ayuda de una interiorista conseguimos centrar el foco, además de añadir el toque diferenciador y animado que hará del dormitorio de nuestros hijos único”.

5º Disfrutar del proceso. “Hablando expresamente de materiales, el papel pintado es un recurso fácil y práctico. Hay infinidad de opciones, desde las decorativas para aportar personalidad a la habitación, como por ejemplo los papeles de Wall & Deco hasta las didácticas, con dibujos enfocados al aprendizaje del niño, como los de Laura Ashley”, detalla la diseñadora de interiores. “No obstante, existen otros recursos igual de divertidos y sencillos: un tono neutro pero especial como las pinturas de MC Pinturas, un mural de fotos que recuerde la evolución en la infancia de los niños, esculturas o láminas infantiles como las que tiene Archive Store, un rincón con pintura especial donde poder dibujar y escribir o incluso detalles lumínicos que hacen la diferencia”. Si lo que queremos es introducir elementos que aporten distinción, “una pared rocódromo, una espaldera, un rincón de los recuerdos y tareas o incluso las librerías, son recursos pintorescos y útiles para optimizar el espacio”. En cualquier caso, subraya, “lo importante es disfrutar el proceso y estar seguros de que lo que escogemos es lo que queremos, sin prisa”.

6º Dar un toque de lujo. “Siempre es una buena idea añadir un toque arty que aporte lujo y personalidad”. En este sentido, “un buen cuadro de algún artista joven que nos sirva como inversión, una pieza de algún diseñador distinguido como las lámparas Cestita de Santa & Cole o una escultura divertida como la colección de Wooden Dolls de Vitra. Además, el arte es una buena forma de inculcar a los niños un mundo bonito y divertido”.

Adaptar la habitación del bebé y convertirla en la de un niño más mayor

“Lo primero es deshacerse de lo que ya no usará su hijo” para poder dar paso a lo nuevo. Habrá que “reubicar el mobiliario para optimizar el espacio en base a sus necesidades”. Mas nos explica que “hoy en día existen sistemas de montaje que permiten que un mismo mueble cubra distintas funciones (por ejemplo, el sistema modular que propone String System Kid Room)”.

Por otro lado, “cambiar la paleta de colores o el papel pintado por algo más acorde a la edad y añadir detalles que hagan del dormitorio un lugar agradable para el niño, como un rincón de lectura con libros, muchos libros, un espacio luminoso y limpio para las tareas, los juguetes organizados en el rincón opuesto...”