Consejos para celebrar la Navidad con niños.©AdobeStock

Familia

¡Olvídate de tantos regalos! Estas son las claves para disfrutar con tus hijos de la Navidad

Además de evitar el síndrome del niño hiperregalado, pasaréis un tiempo de calidad en familia. Aquí tienes algunos consejos de experto.

La Navidad es una etapa de ilusión y magia, pero para los más pequeños, sobre todo, tiene dos significados: vacaciones y regalos. Es decir, dos semanas de vivir un auténtico sueño. Un periodo de auténtico consumismo que desvirtúa lo que realmente debemos valorar con nuestros hijos: pasar tiempo en familia. Y, aunque sea difícil conseguir no asociar de forma directa estos días con los regalos materiales, que de manera inconsciente pueden llegar a generar un deseo compulsivo de consumo, hay que intentar evitarlo. Los regalos no pueden ser los protagonistas. Para ayudarnos, Isabel Aranda, psicóloga sanitaria, junto a los expertos de TherapyChat, la plataforma de expertos en psicología, nos han dado unos consejos para restrarle importancia a lo material y enseñarle a nuestros hijos el verdadero significado de la Navidad.

El concepto de felicidad, algo difícil de explicar

Regalos bajo el árbol de Navidad. Esta es la idea con la que se nos bombardea a todos desde que comienzan las fiestas (incluso, varios meses antes). Una concepción que afecta especialmente a los más pequeños de la casa, nos dicen los expertos, “porque son mucho más vulnerables a todo lo que oyen, ven en la televisión y, generalmente poseen una concepción diferente de lo que significa el término de felicidad”. Y es a partir de aquí donde puede llegar a desvirtuarse todo.

Todo lo que tienen a su alrededor les incita al consumo: los anuncios publicitarios dedicados al público infantil (perfectamente diseñados para generarles deseo), miles de catálogos y familiares pidiéndoles que hagan sus listas de regalo. Así, “es muy complicado hacerles comprender que la Navidad va mucho más allá de los regalos y que la felicidad (ese término abstracto que desconocen) no se queda simplemente ahí”. Los niños, en este caso, nos explican los expertos, “no son capaces de entender un concepto como algo abstracto, necesitan materializarlo y hacerlo tangible para comprenderlo”. Ocurre lo mismo, por ejemplo, cuando intentamos que comprendan el ‘no’ y nos resulta muy complicado al principio. ¿Qué es ‘no’, dónde se ve, cómo lo cojo o lo dejo?

Los conceptos abstractos deben asociarse y la felicidad no puede ser menos. Fácil es que en esta época del año “se asocie este sentimiento a una recompensa positiva o un hecho efímero causado por recibir un regalo, sin ser capaces de percibirlo como una emoción duradera a largo plazo”. Esto es, nos dice, “porque cuando abren los regalos se sientan protagonistas e importantes, por lo que es muy sencillo que asocien de manera inconsciente este sentimiento de felicidad al objeto que tienen delante, sin prestar atención a que lo que realmente se disfruta es ese momento en familia”. Por tanto, ¿dónde está la clave? En ese momento, en el tiempo.

Tiempo y valores, las claves fundamentales

Para evitar que ocurra esta asociación, “es fundamental dedicarles tiempo en el día a día, para que se sientan protagonistas también con otros estímulos, que no sean solo los regalos”. Para ello, debemos hacerles preguntas a diario, interesarnos por lo que hacen y prestarles atención, dedicándoles tiempo de calidad. De esta forma, podrán valorar más el concepto de familia y entiendan que la Navidad no es una época que van a recordar por los regalos, sino por esos momentos que han vivido con su familia y amigos.

Por tanto, dedicarles ese tiempo va muy ligado, nos comentan, “con la necesidad de transmitirles nuestros valores de la forma más clara posible y con un lenguaje adaptado a su edad”. Para ello, “hay que construir la idea de que el tiempo es el mejor regalo y enseñarles, por supuesto, a dar las gracias, a saber que son muy afortunados por sentirse seguros, arropados y queridos, que aprendan a valorar lo pequeño más allá de lo que poseen”.

Consejos para disfrutar de tiempo de calidad en Navidad

Aunque lo de no pensar en regalos las 24 horas del día en estas fiestas pueda parecernos algo complicado, “existen multitud de ideas para incentivar a los niños a dar importancia al valor del tiempo y no a todo lo material”, nos dicen los expertos. La clave es disfrutar y colaborar en todas las tareas y actividades que se planteen en familia. Sí, aunque el árbol de Navidad quede hecho un desastre, los más pequeños tienen que colaborar. Este es uno de los varios consejos que nos han dado los expertos.

La Navidad organizada contando con todos

Organizar la Navidad juntos con un planning en el que todos puedan escoger las actividades que más ilusión les hagan y les apetezca realizar. Por eso, es importante que todos se sientan involucrados en la toma de decisiones que, además, hará que se sientan valorados. Esto lo que produce, nos dicen los expertos, “es afianzar y construir vínculos afectivos seguros entre los padres y los hijos, haciendo que los niños otorguen más valor al tiempo de calidad con la familia y le resten peso a lo material”.

Creación de tradiciones propias

Los niños son personas que valoran mucho las tradiciones a nivel sentimental, nos explican los expertos, por lo que esperan con ansias que cada año se repita lo que ocurrió el año anterior, siendo una forma de otorgarles ilusión por algo que va más allá de dinero y regalos. “Tener rituales propios como darnos las gracias por estar juntos es fundamental para los niños, sean muy pequeños o algo más mayores”, nos dicen.

Fomentar la creatividad y la curiosidad

Las actividades que de alguna forma trabajan la creatividad y curiosidad de los niños serán siempre las más recomendables para que los más pequeños de casa estén entretenidos durante las fiestas navideñas. Así, nos explican los expertos, “cuando se concentran en algo que atrae su atención, pueden estar desarrollando esa actividad durante horas, disfrutando de un ocio de calidad y estimulando todos sus sentidos, empezando por la imaginación”. ¿Por qué no aprovechamos esta época del año en la que la mayoría de las cosas están pensadas precisamente para ellos?

Escribir todos juntos la carta de los Reyes Magos

Es importante que cuando escriban la carta de los Reyes Magos, los adultos estemos presentes. De esta forma, podremos controlar que sus peticiones no se llenen de objetos, sino que también incluyan experiencias o elementos materiales. Cuando lo hagamos con ellos, algunas ideas para acertar, serían:

  • No dejarse llevar por las modas, porque toda la publicidad impacta sobremanera en sus cabezas (folletos publicitarios, anuncios de televisión, etc.) y, ante tanto aluvión de información, es necesario seleccionar lo que de verdad gusta y se necesita.
  • En la medida de lo posible, priorizar juguetes que fomenten su creatividad, imaginación y que nos permitan disfrutar de tiempo juntos, como pueden ser los juegos de mesa.
  • Incluir también productos educativos, como unos cuantos libros de lectura o manualidades.
  • Evitar juegos o juguetes que necesiten el uso de una pantalla, pues ya pasan demasiado tiempo delante de ellas.
  • Elegir juguetes que puedan utilizar durante años. Para ello, es importante priorizar juguetes que vayan creciendo con ellos y que sean sostenibles, fabricados en materiales duraderos, como la madera..

Por último, “es importante enseñarles a priorizar solo aquellas que de verdad quieran y les gusten”, nos explican los expertos. Algo que es difícil, pero que debemos intentar ayudándoles, como hemos dicho, a la elaboración de su lista de deseos, pues los padres conocen bien a sus hijos y pueden ser la guía que necesitan.

Crear regalos artesanales

Al margen de las peticiones que se realicen, se puede proponer crear alguno de los regalos. De nuevo, se pasa tiempo en familia, entretenidos y, además, “se les muestra la importancia que tienen los regalos en los que inviertes tiempo”. De esta forma, tendréis otro plan en casa que os permitirá conectar entre vosotros y fomentar entre todos la creatividad y la imaginación. Vuestro regalos serán únicos y tendrán un valor sentimental muy especial.

Rebajar las expectativas de todos

Uno de los problemas que más suelen tener las familias, no solo por parte de los más pequeños, sino también por los propios adultos es la de creer que la Navidad debe ser un momento inolvidable, en el que solo se disfrute. Y así debe ser, “pero esto no significa que tiene que ser perfecta”. De esta forma, lo único que conseguiremos, nos dicen los expertos, “es imponernos una presión innecesaria bajo la que no conseguiremos centrarnos en cada uno de los momentos y disfrutar del presente”. Esto es lo verdaderamente importante.

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