Los audiocuentos infantiles son una herramienta que, en la era digital en la que vivimos, cada vez, tienen más adeptos. Quizás en los adultos sea más difícil, pero con los niños tienen un público muy agradecido y con ganas de escuchar historias. Sin embargo, los padres tenemos el deseo de que nuestros hijos abran por sí solos un libro enorme, bien gordo, se tumben en el sofá y se pongan a leer unas cuantas horas. Todos sabemos que esto, al menos al principio, no va a pasar. Y si pasa, es la excepción que confirma la regla.

Con esta herramienta, sí que podemos conseguir enganchar a esos primeros lectores, aunque las preguntas que nos surjan sean: ¿Es bueno para mi hijo escuchar audiocuentos? ¿Tiene algún tipo de ventaja o inconveniente? ¿Dejará de prestar atención a los libros? Para contestar a estas preguntas, lo primero que hay que saber es que es una forma más de explicar una historia.

Beneficios de los audiocuentos

En muchas ocasiones, hemos hablado de la importancia que pueden llegar a tener los cuentos en el desarrollo emocional, cognitivo y lingüístico de los más pequeños. De hecho, Blanca Alcanda, psicóloga de Mundopsicologos.com, nos dice que “si los padres leen con sus hijos, los beneficios en distintos ámbitos son muchos, como el afectivo, la transmisión de valores y un buen aprendizaje”. Y un audiocuento es una forma más de lectura. Por tanto, los beneficios son muy parecidos a los que obtenemos cuando abrimos un libro:

• Un audiocuento nos abre la puerta a la fantasía y a la creatividad, pues nos permite imaginar el mundo que se nos narra de la misma manera que lo hace un cuento tradicional. Por tanto, los niños, desarrollan su imaginación. En este caso, no existe ningún apoyo visual.
• Se produce un aumento del vocabulario de nuestro hijo.
• Dependiendo del tipo de cuento que tengamos entre mano, se generan respuestas a las inseguridades, los miedos y los temores.
• Potencian la capacidad de atención, porque cuando un niño es capaz de engancharse a una historia, quiere seguir conectado y saber qué va a suceder a continuación.
• Desde el punto de vista neurológico, escuchar audiocuentos es bastante similar a la lectura tradicional, porque se activan las mismas partes del cerebro. Aunque la experiencia, por supuesto, no es la misma, porque las respuestas emocionales no lo son, debido a que los textos no se interpretan de la misma manera.
• Los audiocuentos exponen a los niños a una gran cantidad de vocabulario nuevo y estructuras sintácticas complejas que, al no tener que leer, aunque no estén acostumbrados a ellas, no se sienten intimidados por ello. Por tanto, se van haciendo mejores lectores.
• Además, proporcionan un modelo de lectura en voz alta que fomentará su expresión oral.
• Son una buena herramienta para el aprendizaje de idiomas.
• Y también para aquellos niños que tengan algún tipo de dificultad en el aprendizaje, como puede ser la dislexia.

Por otro lado, también nos ofrecen alguna que otra ventaja a los padres, pues a los que no se les da muy bien la entonación, por el motivo que sea, tiene en estas herramientas un buen recurso que, además, puede servirle de modelo para mejorar. Y es que, si escuchas con atención un audiocuento, estos utilizan todos los recursos necesarios para llamar la atención de los niños, como sonidos medioambientales o distintas voces. Esto les fascina y, por tanto, disfrutan de ellos.

Los audiocuentos, ¿tienen algún tipo de inconveniente?

Esta es una de las preguntas que, en paralelo, se realizan muchos padres. Y es que, en el mundo cada vez más digital en el que vivimos, la tecnología, nos guste o no, está a la orden del día. Es más, seguramente nuestros hijos acaben manejándola mucho mejor que nosotros. Así, hay dos fallos que podemos cometer:

• Si les ponemos el audiocuento y les dejamos solos, sin buscar la interacción, estaremos perdiendo muchos otros beneficios de la lectura, como es la de poder realizar preguntas que a los niños les asaltan en mitad de una lectura, para poder resolver sus dudas.
• Pueden perderse los valores intrínsecos en los cuentos, si no estamos para explicárselos o comentar esos puntos importantes y educativos que tienen los cuentos.

De hecho, el audiocuento puede resultar una herramienta estupenda para fomentar los momentos en familia con temas importantes sobre los que hablar y conversar que se pierde si no se está presente.

Recomendaciones para hacer un buen uso de los audiocuentos

Consecuencia de lo anterior es, por tanto, una de las primeras recomendaciones: no desaprovechar la oportunidad de pasar un rato con tus hijos, disfrutando de la experiencia y completándola. Además, si existe la posibilidad de leer y escuchar el cuento al mismo tiempo, mucho mejor, pues el niño vincula los sonidos con sus respectivas palabras, aprende a reconocer las pausas, a realizar cadencias y todo tipo de signos de puntuación, interrogación o exclamación.

Y, por supuesto, no se nos puede pasar por alto realizar todas las preguntas que consideremos oportunas, iniciando una conversación con nuestros hijos que, tras escuchar la historia con nosotros, querrán realizar comentarios, aclarar dudas o, por qué no, darnos un final alternativo.

¿Dónde puedo encontrar audiocuentos?

La literatura más clásica no es ajena a esta revolución digital, con lo que muchas editoriales de libros para niños ya han apostado en algunos cuentos y con algunos autores por este nuevo formato. Por tanto, puedes acudir a cualquiera de sus catálogos para buscar alguno que os guste.También plataformas como Spotify y Soundcloud, como ya ha ocurrido con los podcast, ha generado categorías especializadas en ellos.