biberones con leche©AdobeStock

Lactancia

Cómo crear un banco de leche materna en casa

Si tienes que volver al trabajo o ausentarte de casa periodos largos, crear un banco de leche materna te permitirá poder continuar con ella. Atenta a las siguientes recomendaciones para llevarlo a cabo.

Existen muchos motivos por los que puede ser interesante crear un banco de leche materna en casa. La vuelta al trabajo es una de las razones más comunes, pero también puede utilizarse para cuando no estás en casa por algún motivo, vas a separarte del bebé durante unas horas, o incluso para donarla. Esto permitirá que el pequeño pueda alimentarse con leche materna mientras te ausentas.


Recomendaciones para una buena extracción de leche

Lo primero que tienes que hacer si quieres comenzar a crear tu propio banco de leche materna en casa es hacerte con un buen sacaleches: “Hay de varios tipos: manual, eléctrico, simple, doble… elegir uno u otro dependerá, entre otras cosas, de lo que más se adapte a los objetivos y necesidades de la mujer, la frecuencia con la que vaya a utilizarlo, etc. Es muy importante aprender a utilizarlo y manejarlo correctamente, ya que un uso inadecuado o una mala adaptación del sacaleches puede hacer que las extracciones sean dolorosas (¡cuando nunca deberían serlo!), que la estimulación del pecho no sea eficaz, que se obtenga una menor cantidad de leche, que la mujer se frustre…”, explica la matrona Carolina Muñiz, especialista en lactancia, IBCLC y Fundadora de Whanau Maternidad (@whanau_maternidad). Según la experta, así es cómo debes hacer una extracción en casa:

  • Realizar una adecuada higiene de manos, limpiar y preparar los materiales que se vayan a utilizar.
  • Procurar un ambiente agradable y tranquilo durante las extracciones, así como estar cómodas durante las mismas, puesto que favorecerá la extracción.
  • Cada mujer tendrá que adaptar el número de extracciones, así como el momento para realizarlas en función de su situación y sus objetivos. “Hay mujeres que realizan una extracción una hora después de una toma del bebé, otras que la realizan por lasnoches, otras por las mañanas… es probar hasta encontrar lo que a cada mujer le viene mejor. No hay una respuesta única ni fórmulas mágicas generales”, comenta.
  • Una vez extraída, la leche materna tiene unos tiempos de conservación dependiendo de si está a temperatura ambiente, refrigerada en nevera o en el congelador que tendremos que respetar para conservar sus propiedades y que se mantenga en buen estado.

¿Qué hacer si aparece dolor en las extracciones?

Si a pesar de estar cumpliendo con todas estas recomendaciones se siente algo de dolor o molestias en el pecho, la matrona conseja consultar con un experto inmediatamente que “nos asesore en el proceso y nos ayude a encontrar la mejor opción para nuestra situación. Cada persona es un mundo y a veces cuesta un poco más dar con la tecla: valorar qué sacaleches se usa, cómo y cuándo se realizan las extracciones…”, aconseja.

bebé con biberón©Pexels

Y, ¿si me tengo que sacar la leche en la oficina cómo lo hago?

Para aquellas mamás que han vuelto al trabajo y siguen dando lactancia materna a su bebé la extracción en la oficina o en el lugar donde se encuentren será fundamental. Para ello, Carolina recomienda una serie de consejos para hacerlo de la forma más eficaz e higiénica posible:

  • Buscar un lugar higiénico, tranquilo, en el que tengamos intimidad y nos sintamos cómodas: una habitación, despacho, una sala de descanso… “Lo ideal sería que en este lugar hubiera un sofá o asiento cómodo, una nevera y un grifo para poder preparar y limpiar los materiales. Mi consejo es evitar por todos los medios hacer las extracciones en el cuarto de baño. Nos chocaría mucho preparar nuestra comida en un baño, ¿verdad? Pues con la extracción de leche para nuestros bebés, pasa lo mismo. Es el sitio menos higiénico y cómodo para realizarlas”, asegura.
  • Puede ayudar mucho contar con estímulos emocionales que hagan más efectiva la extracción: estar lo más tranquila posible, tener objetos que nos recuerden a nuestro bebé (una prenda con su olor, un vídeo, fotos, hacer una videollamada…).
  • Una vez se haya extraído la leche, se puede conservar en una nevera portátil o, si la hay, en la nevera del trabajo, hasta que regresemos a casa.
  • Al llegar a casa, puede refrigerarse o congelarse, siempre que no se haya perdido la cadena de frío.

¿Cuáles son las pautas de conservación de la leche materna?

  • Hay varios tipos de envase: duros (de cristal/vidrio o de plástico) y blandos (bolsas de plástico). Si nos decantamos por envases de plástico tenemos que fijarnos en que sean aptos para uso alimentario, que estén libres de bisfenol A (es potencialmente tóxico) y que permitan el congelado. Esto se especificará en la etiqueta del producto, probablemente con símbolos. Si el recipiente es duro, se recomienda lavar antes de usarlo y dejar secar al aire (evitando secar con gamuzas, ya que lo dejan más sucio de lo que estaba).
  • Evitar llenar el recipiente hasta arriba, ya que la leche al congelarse se expande y podría dañar el recipiente al hacerlo (y si es de cristal, podría romperse). Por ello, se recomienda dejar, como mínimo, unos 2 dedos libres. Cerrar bien el recipiente antes de guardarlo para evitar derrames y etiquetar con la fecha de extracción y con el nombre del bebé.
  • Guardar en cantidades variables: 30-60-70ml… Hay que tener en cuenta que, al igual que los adultos no tenemos siempre el mismo hambre, nuestros bebés tampoco. Si descongelamos una gran cantidad de leche y el bebé no se la toma toda, habrá que desechar el resto (leche que toque saliva, leche que se recomienda desechar). Y tirar leche… ¡es una pena enorme!

Respecto al almacenamiento de la leche materna:

  • Si se va a conservar en la nevera, se recomienda buscar la zona más fría (suele ser el cajón de vegetales o la zona central trasera) y evitar la puerta.
  • Si se va a congelar, lo ideal sería buscar un cajón que se abra poco y evitar el contacto con otros recipientes para así permitir la circulación de frío. Si al realizar la extracción se tiene claro que no se ofrecerá la leche en las próximas horas, se recomienda congelar cuanto antes para evitar la pérdida de propiedades de la leche.
  • Es necesario tener en cuenta los tiempos de conservación de la leche, que no serán los mismos si se mantiene a temperatura ambiente, en nevera o en el congelador:
  1. En temperatura ambiente: lo máximo recomendado son 4 horas (de 16 grados a 25 grados)
  2. En frigorífico: hasta 3 días es la mejor opción (a 4 grados)
  3. En el congelador: hasta 6 meses (-18 grados)
  4. La leche materna congelada previamente y descongelada en el frigorífico hasta 2 horas a temperatura ambiente y 24h en frigorífico (no se puede volver a congelar).

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¿Qué hacer en caso de querer donarla?

Existe la posibilidad de hacerse donante de leche materna, una decisión altruista que es muy importante ya que beneficiará por ejemplo a aquellos bebés prematuros o con alguna enfermedad para que puedan ser alimentados con leche materna en el hospital y por cualquier motivo no pudieran ser alimentados por la leche de su madre.

Es importante saber que cada banco de leche tiene su propio protocolo y por tanto, habrá que informarse en el centro donde queramos donar (suelen estar sujetos a hospitales). “Al inicio del proceso se suele realizar una entrevista previa a la madre para identificar algún criterio excluyente, si lo hubiera, además de realizarle una analítica completa para comprobar que no hay ninguna enfermedad infecciosa que contraindique la donación”, nos detalla la matrona.

Y añade a su explicación: “Una vez comprobado todo lo anterior y que se cumplen todos los criterios para que la mujer pueda donar, se darán una serie de recomendaciones para realizar las extracciones, conservación, almacenamiento y el transporte de la leche. El propio banco proporcionará toda la información y el material para ello (recipientes, etiquetas, sacaleches si no dispones de uno…) y los hay incluso que cuentan con un servicio de recogida de leche a domicilio. Una vez en el banco, la leche pasará por unos estrictos tratamientos y controles antes de ser ofrecida a aquellos bebés que la necesiten”, concluye Carolina.