Vacaciones con bebé, cómo hacer la maleta.©AdobeStock

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Guía para hacer la maleta de tu bebé y ¡no olvidarte de nada!

Cuando nos vamos de vacaciones, nuestra maleta ya nos suele plantear dilemas, pero si además tenemos que hacer la de nuestros hijos pequeños, la cosa se complica. Que no cunda el pánico, te dejamos una pequeña guía de básicos para que puedas organizarla sin problema.

Para la gran mayoría de nosotros las vacaciones llegan al final de esta semana, si no hemos sido de los afortunados que ya se han lanzado a la caza de una pequeña parcela de arena en la playa. Cuando nos empezamos a organizar, lo que más pereza nos da, seamos sinceros, es hacer la maleta. El que no se nos olvide nada, pero tampoco cargar demasiado es un mantra que nos repetimos desde que la ponemos encima de la cama y empezamos a llenarla. Una tarea que puede convertirse en una auténtica pesadilla. Más, cuando no solo tenemos que hacer la nuestra, sino también la de nuestros hijos pequeños. Y aún más cuando esos hijos son bebés y no sabemos ni qué llevarnos. ¿La consecuencia? Ya empezamos las vacaciones mal; nerviosos y agobiados.

Por eso, hemos pensado en hacerte una pequeña guía de aquellas cosas que son imprescindibles, pero también de algunas otras que, sin serlo, pueden salvarte en un momento de apuro o conseguir que ese largo viaje en coche sea seguro y ameno. Con un poco de tiempo, organización y este checklist al lado, hacer la maleta de tu bebé no será nada complicado. Dos consejos previos:

Qué llevar en la bolsa de viaje

En primer lugar, antes de ponernos con la maleta de destino, debemos considerar también el tipo de viaje que vamos a realizar. No es lo mismo escaparse a un par de horas en coche, que embarcarte en un vuelo transoceánico. Las necesidades van a ser diferentes, por supuesto, pero sí que hay algunas consideraciones básicas y comunes a tener en cuenta, sabiendo que, a la hora de planificar el viaje, debemos intentar reducir el equipaje al mínimo siempre que se pueda. Por ejemplo, en el caso de los pañales o toallitas; si conocemos el destino final, lo mejor es comprarlos a tu llegada, pero contar con algunos en el bolso para el trayecto. Esta debe contar con:

  • Unos cuantos pañales para cubrir toda la duración del viaje, además de alguno de repuesto.
  • Un cambiador portátil, porque no sabes dónde podrás parar o, si tu trayecto es en tren, avión o barco, no habrá forma de elegir el lugar en el que cambiar a tu bebé. Además, te será muy útil para cualquier día.
  • Tu extractor de leche, si aún mantienes la lactancia materna.
  • Un pequeño botiquín de primeros auxilios, el cual te debería acompañar durante todo el viaje.
  • Unos cuantos juguetes para que el pequeño se mantenga entretenido.
  • En el caso de la comida y bebida, lo mejor es llevar algo preparado desde casa. O bien el biberón o puré, o cualquier galleta o pan.
  • Una muda completa, aunque el trayecto sea apenas de unas cuantas horas.
  • Una mantita o toalla, para taparle por si se queda frío.

Los básicos de la maleta en destino

En general, como en todo lo demás, lo que vayamos a meter en la maleta de nuestro bebé va a depender mucho del destino al que vayamos, el alojamiento en el que nos quedemos y, sin duda, la edad de nuestro bebé. No es lo mismo viajar con un bebé de 0 a 6 meses, que de 6 meses en adelante, que nos requerirá unas cosas u otras. Por eso, antes de hacer tu propia lista, vosotros mejor que nadie conocéis a vuestro bebé y sus rutinas.

  • Chupetes, fundamentales.
  • El muñeco de consuelo, ese que normalmente le calma y le ayuda a conciliar el sueño. Es importante, sobre todo, si duerme en un lugar que no conoce.
  • Juguetes para que esté siempre entretenido.
  • La mochila portabebés será tu mejor complemento, sobre todo, si en tus vacaciones tienes pensado caminar o practicar senderismo. No todos los sitios son accesibles con el carrito y, a veces, hasta a nosotros nos pesa.
  • Un pañuelo que llevar siempre contigo, que pueda servirnos para taparle o tumbarle en el césped o arena.
  • Un orinal de viaje. Tenlo en cuenta si estás en el momento de retirada del pañal, se sentirá más seguro.

En cuanto a la ropa del bebé, no es necesario que llenemos la maleta de prendas sin sentido, pero sí hay que tener en cuenta que se manchará muy a menudo y que lo ideal es llevar cambios extras. Por tanto, además de contar con una muda para cada día, multiplica por dos aquellas que, como por ejemplo, los pijamas, solo necesitarías una. Las mudas de ropa en general, puedes ir lavándolas si se manchan mucho. Para calcular el número de ellas, ten en cuenta el número de días: un cambio por cada día más uno extra por cada día que estemos de viaje, tanto el de ida como el de vuelta como los trayectos que realizamos entre medias, y contar una más por cada dos días. El tipo de ropa dependerá, en todo caso, de tu destino.

Cuenta además con algo de abrigo, por si la temperatura de tu bebé desciende mucho en algún momento y con otros elementos que le protejan del sol, como las gafas o la gorra.

Una bolsa aparte y fundamental: el neceser

El neceser, en el caso de los más pequeños, se convierte en algo fundamental. Así, lo más básico con lo que debes contar es con:

  • Pañales, al menos unos cuantos por si no encuentras un lugar rápido donde hacer acopio.
  • Gasas o muselinas, además de toallitas para bebés.
  • Jabón de mano desinfectante, más para los padres que para los propios bebés.
  • Además, puede ser una muy buena idea llevar una bañerita hinchable. No ocupa demasiado espacio y se puede usar en cualquier lugar.
  • Si tienes alguna muestra de su gel y champú, lo mejor es contar con sus propios productos y, por supuesto, incluir su crema habitual.
  • Cuenta con la protección solar, por mucho que vayas a una ciudad o a la montaña.

Por otro lado, en ese primer botiquín de primeros auxilios que llevas contigo desde el primer momento del viaje, deberías unir los medicamentos que uses habitualmente en casa, además de suero fisiológico, antipiréticos y analgésicos infantiles, un termómetro es imprescindible, tiritas y un antiséptico jabonoso.

Cuna de viaje, ¿sí o no?

Esta es una de las grandes preguntas que nos hacemos a la hora de viajar. En muchos alojamientos puedes pedir que te pongan una cuna en la habitación (en algunos sitios es gratis) y, en el caso de que no tengas, siempre tienes la opción de practicar el colecho esos días. Sobre todo, si no viajas en tu propio coche, porque se puede convertir en todo un trasto. Otra cosa es que vayas a tu segunda residencia bastantes días, puede ser una buena idea contar con ella. Por tanto, este es un producto que debes valorar en función de la duración del viaje y el alojamiento de destino. Es más importante cargar con la silla de paseo que con la cuna. Si tu bebé aún usa un capazo para dormir, puedes llevarlo contigo.


¿Cómo vas a alimentar a tu bebé durante el viaje?

Por último, esta pregunta es también importante porque, incluso si le das el pecho, necesitarás contar con un equipo mínimo para poder darle las tomas con cierta organización.

  • Si tú bebé es amamantado directamente con el pecho, deberás contar con discos de lactancia desechables suficientes, la crema para pezones que estás utilizando, el sacaleches para garantizar tener siempre disponible una toma y bolsas específicas para conservarla adecuadamente. Además, te recomendamos que lleves una pequeña nevera portátil, te será muy útil si tenéis que salir del hotel o apartamento y llevar con vosotros la leche.
  • Si tu bebé utiliza el biberón, no está de más que cuentes con más de un biberón, tetinas de repuesto y si tu esterilizador no ocupa mucho, es más que recomendable que le reserves un hueco en el maletero de tu coche. Si no es posible, asegúrate que, en destino, puedes hervirlos.