María inspiró su ramo de novia en el de Carlota Casiraghi y con él homenajeó a su padre

La andaluza se enamoró de un vestido con flores en 3D de Colour Nude, y esta es su historia

Por Regina Navarro

Detrás de cada vestido de novia hay una pequeña historia. Algunas son protagonizadas por chicas indecisas, que tras muchas preguntas y múltiples dudas, dieron con el diseño de sus sueños. Otras, las de novias que tenían muy claro qué firma o diseñador se iba a encargar de vestirlas en su gran día. Pero si hay un nexo en común en todas ellas es que quieren una prenda que les haga sentirse especiales, que refleje su personalidad y, claro está, con la que verse más guapas que nunca. María Crespo, en realidad, no tenía casi nada claro. "He visto muchas novias que me han gustado y he pensado que me vestiría como ellas o que copiaría algo de esos modelos. Pero la realidad no fue así, no tenía expectativas alguna sobre mi vestido, ni ideas sobre el diseño, el modelo… Estaba abierta a todo tipo de alternativas o a algún vestido que me atrajera. Si no tienes en mente una idea, lo mejor es ir abierta a lo que puedas encontrar", nos explica. Finalmente fue un vestido romántico, salpicado con flores en 3D, de la firma Colour Nude el que le hizo decir 'sí, quiero'.

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La divertida boda de María y Jaime en El Puerto de Santa María

María nos confiesa que su acercamiento a la firma fue bastante casual. Se casaba en octubre y en mayo, aprovechando un día libre en el trabajo, concertó cita con cuatro firmas y diseñadores en Sevilla. "No tenía ni idea de cómo quería que fuera el vestido, así que elegí tanto firmas que tienen colección  como diseñadores… Las tres primeras no me convencieron, porque aunque no tenía idea de como quería este, sabía que diferente y algo arriesgado sería mi vestido. Por último, fui a Colour Nude. Llegué un poco desilusionada porque no me identificaba con ninguno. Tras probarme varios, en el último sentí algo que antes no lo había hecho. La sonrisa y los ojos brillantes iluminaban mi cara, ¡me encantaba el vestido!", relata. Pero a su madre y a su amiga, que la acompañaban aquel día, no terminaba de convencerles. Ambas coincidían en que no resaltaba especialmente la figura de María. "¡Yo pensaba todo lo contrario! Por eso mismo, porque estoy delgada puedo ponerme un vestido no ceñido, con más volumen… De vuelta a casa iba desencantada".

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Como en todas las buenas historias, hizo falta algo de tiempo para que se produjera un pequeño giro en la trama. Había pasado un mes y María seguía teniendo aquel vestido en su cabeza. "Un día, hablando con mi madre, le trasladé que me veía con este y que no me vestiría de novia si no era con este vestido, así que empezó a ceder…Entonces le mandé una foto que me hice aquel día a mi amiga Nazaret y su respuesta fue 'es muy tú'. Acto seguido, llamé a la tienda y cerré nueva cita. Fui acompañada de mi madre y otras 3 amigas. ¡Estaba ilusionadísima! Salí del probador y ellas me sonrieron diciendo que era mi vestido. ¡Era mi vestido, no tenía dudas!". Se trataba de un diseño de la colección de 2019 de la firma, concretamente el diseño Triana. Una prenda a la que Pilar y María de Colour Nude le hicieron algunas modificaciones a petición de la novia. "Recuerdo cada prueba como días llenos de magia, era ponerme el vestido y no dejar de decir 'me encanta'. Mis acompañantes eran las encargadas de trasladarles los cambios mientras yo permanecía en mi burbuja".

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María nos explica que se considera un persona muy romántica, y que la idea de casarse y formar una familia siempre había estado en sus planes –nos explica que ahora, varios meses después de su boda, está embarazada–. Pero en lo que a estilo se refiere es poco tradicional y convencional, le gusta arriesgar, seguir tendencias y probar estilos. Algo que, realmente, se deja entrever en su vestido de novia. Esta prenda sigue varias de las tendencias que más hemos visto en los últimos meses, como las flores en 3D. Un elemento fácil de llevar al que recurrió en su gran día la influencer Alexandra Pereira y que en el diseño de María salpican todo el vestido. También las mangas abullonadas, un acabado muy favorecedor –sobre todo para aquellas chicas que quieren introducir algo de volumen en la parte superior del cuerpo– y por el que cada vez se decantan más firmas, novias y diseñadores. Y es que, como la andaluza asegura, es partidaria de seguir las tendencias también en el look nupcial, aunque adaptándolas al estilo de cada chica.

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Un ramo lleno de historia

Hay novias que, cuando eligen su ramo de novia se dejan guiar por las tendencias. Otras, siguiendo los consejos de los expertos, optan por diseños elaborados con flores de temporada, las que mejor resisten a las condiciones climáticas de cada momento. María nos explica que con su elección quiso tener presente a su padre. "Representaba mis raíces. Mi familia tiene campo, y como mi padre falleció, siempre pensé que el ramo sería de una de las plantas que tenemos. Tuve dudas, pero cuando vi el ramo de la boda de Carlota Casiraghi, la copié. ¡Me pareció muy original! Y el trigo forma parte de mi familia. Así que fue un ramo de trigo y lavanda. Para mí era tener presente a mi padre, así que fui una afortunada, de un brazo me llevaba al altar mi hermano Chema y de otro, mi ángel de la guarda. Jaime también tiene otro angelito, y su forma de tener presente a su padre, fue llevando su alianza. Ese día los sentimos muy cerca", nos explica con emoción.

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Aunque el ramo es, sin duda, unos de los elementos con más historia de su look nupcial, merece la pena prestar atención al resto de accesorios que la andaluza llevó aquel día. Siguiendo con las tradiciones, María quiso llevar algo prestado, unos pendientes de brillantes pequeños y pegados a la oreja que le dejó su prima, que también le ofreció su velo de novia. Azules fueron los zapatos, unas sandalias personalizadas de Custom & Chic que le regaló su amiga Paloma. Y nuevas llevó muchas cosas, entre ellas el vestido. Para dar un poco de alegría al conjunto, la novia optó por maquillar los labios y las uñas de color vino. En cuando al peinado, obra de su amiga Lucía, tuvo dudas. "Por un lado quería llevarlo suelto como normalmente lo llevo, tengo una melenita por encima del hombro; pero por otro, siempre me han gustado las novias con pelo recogido. Aunque con la primera postura me sentía más identificada, decidí un moño bajo y sencillo, que pasara desapercibido. Menos es más. A mi madre siempre le han flipado las coronas, así que fui a Laurena Tocados y allí nos encontramos con modelos ideales. Entre todas –siempre acompañada por mis 3 amigas y mi madre, las quería tener cerquita en estos momentos inolvidables–, elegimos la corona. Me alegré mucho de esta elección, me sentía una princesa". Un diseño que se adaptaba fenomenal al velo.

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La historia de amor de María y Jaime

Solo fueron necesario seis meses de relación para que María y Jaime se dieran cuenta de que estaban hecho el uno para el otro. Se habían conocido durante la Semana Santa de 2018 gracias a un amigo, su particular "ceniciento". "Estábamos justo en ese mismo bar donde nos conocimos con unos amigos de Jaime, cuando miró el calendario y dijo que él como buen patriota, se casaría el 12 de Octubre y que en 2019 caía en Sábado. Si no lo hacía aquel día tenía que esperar 7 años y eso era inviable. Así que soltó: 'yo te espero en el altar el 12 de Octubre'. Como es tan bromista, no le di importancia a ese comentario. Pero pasaron los meses y me llamó desde Lisboa para decirme que el lunes siguiente tendríamos respuesta de disponibilidad de una capilla. ¡Yo alucinada! Ese lunes me llamó y me confirmó. Ese día fue muy muy especial para mi, me temblaban las piernas y ya no me concentraba en el trabajo".

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El 12 de octubre de 2019 María y Jaime se casaron en El Puerto de Santa María (Cádiz), donde ambos residen. "La fiesta fue en Phi Phi, un Beach Club de Jaime y en un entorno idílico sobre el mar…el lugar no podía tener más magia. Este lugar invitaba al estilo Boho Chic, era el enclave perfecto". Para organizar la boda y que todo saliera como ellos querían Jaime se ofreció a hacer el mismo de wedding planner, aunque contó con la ayuda de Maribel, la coordinator planner, y de algún que otro familiar y amigo.

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"Ya habíamos asistido a muchas bodas y finalmente, todas son iguales. Queríamos romper esquemas. El dress code para los chicos era guayaberas, camisas de lino, pantalón y calzado casual y sombrero. Para las chicas, vestidos estampados y vaporosos, cuñas y prohibido pamelas y tocados. El estilo era Boho Chic, incluso el novio y padrino fueron así a la capilla. Queríamos que nuestros invitados estuvieran cómodos y que nada les molestara para pasarlo en grande! Fue un éxito porque todos estaban agradecidos. Para quien no llevara sombrero, ¡en Phi Phi los ofrecíamos! Nuestra entrada fue izando la bandera de España mientras Javilín Violín (finalista de Got Talent y recomendadísimo) amenizaba con su violín el himno de España. Desde ese momento, las dos de la tarde, hasta la madrugada hubo una programación de actuaciones. ¡En esta programación se indicaba que tanto la coctelería como el jamón estaban 24h! ¡¡Qué no les faltara de nada!! Tanta fue la entrega de nuestros invitados, que antes de servir el arroz, estaban todos bailando dándolo todo". Querían una boda diferente, totalmente a medida, y lo consiguieron.

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