Protocolo

Errores que puedes evitar cuando eres la invitada

La etiqueta de la boda no se reduce sólo a elegir el 'outfit' más adecuado: también hay que tener en cuenta otros pequeños detalles que pueden convertirte en una invitada de 10

Por hola.com

Cuando hablamos de la etiqueta de los invitados de la boda, lo que normalmente nos suele venir a la cabeza son las normas de protocolo (o, para los más despistados, las reglas de protocolo en las que se inspiran las tradiciones de eventos familiares como bodas y comuniones) que rigen el vestuario: ¿tocado sólo por la mañana? ¿Falda corta o vestido de noche? ¿A qué hora cambiamos uno por el otro?

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Sin embargo, en las bodas modernas hay muchas otras 'normas no escritas' que pueden marcar la diferencia entre un buen invitado de boda y uno 'regular'. Es decir: los aciertos y errores de las nuevas bodas, que tienen que ver con el uso que hacemos de las redes sociales en plena ceremonia, hasta la manera en que respondemos negativamente a una invitación. ¿Qué cosas podemos evitar para no quedar mal en un escenario bridal?

1. Sé rápida. Intenta hacer todas las preguntas de golpe, si tienes dudas sobre la boda, en persona y sin esperar al último minuto. Si no puede ser cara a cara, al menos sí por teléfono: si no te ha quedado claro el dresscode de la ceremonia, olvídate de Whatsapp o de los mensajes de texto y haz una llamada telefónica para cerciorarte de que tienes a punto todos los detalles. ¿No sabes el horario de vuelta de los autobuses? Asegúrate de que has consultado toda la información disponible (a veces los novios tienen una web o una App en la que amplían los detalles sobre la organización del evento), y no esperes al día anterior al día B para preguntarlo. Ponte en la piel de los novios: la cuenta atrás final de la boda es uno de los momentos de más nervios. Lo último que quieres es que la novia pase la noche antes pensando que las instrucciones no han quedado claras en las invitaciones...

2. Asegúrate de que sabes qué es lo que quieren los novios en todo lo relativo a redes sociales antes de ponerte a sacar fotos en mitad de la ceremonia, o directamente subirlas a Instagram. La etiqueta en este terreno se ha vuelto cada vez más importante teniendo en cuenta la cantidad de perfiles potenciales de los invitados (Facebook, Twitter, Snapchat, Instagram): si hay un hashtag creado específicamente para la boda, lo más probable es que los novios no sólo no les importe que compartas sus fotos sino que agradecerán tener todas las instantanéas reunidas en una misma plataforma. Si no estás segura, mejor esperar y sobre todo, intentar no interferir en la labor de los fotógrafos profesionales en plena ceremonia. Si además silencias las llamadas, mejor que mejor.

3. Confirma lo antes posible. Aunque parezca mentira, hoy en día cada vez es más habitual 'dejar para mañana' algo tan sencillo como confirmar asistencia, a pesar de la cantidad de herramientas que tenemos a mano para hacerlo, desde un sencillo correo electrónico hasta un simple click en una App de bodas. El sitting de la boda es una de las partes más complejas de la orgaización y depende al 100% del número total de invitados confirmados. Cuanto antes sepan de tu asistencia, más fácil se lo pondras a los novios para cerrar el planning de los asientos.

4. Los regalos es otro tema delicado que la gran mayoría de invitados respeta al pie de la letra a menos que se tenga una relación muy estrecha con los novios, por ejemplo los padres, hermanos o amigos muy ínitmos. Si no quieres hacerles uno de los regalos de su lista de bodas, te parece muy fría la transferencia a una cuenta bancaria o simplemente te gustaría complementar este regalo con otro más personal, queda con ellos y explícales tus motivos. Sobre todo porque es posible que el regalo que tengas en mente en realidad no lo necesiten (para algo existen las listas de boda), o no tengan dónde ponerlo, si por ejemplo es una antigüedad, una obra de arte o una pieza de artesanía.

5. No te saltes el dresscode. No sólo porque es un gesto 'feo' hacia los novios, que han imaginado su boda de una manera concreta, sino porque es posible que acabes sintiéndote incómoda si te presentas de rojo en una boda all white.

6. ¡No te olvides del regalo de los novios! Ya sabes, el pequeño detalle (que puede ser desde unas almendaras dulces a una botella de aceite o unas alpargatas), que los novios ofrecen a sus invitados como recuerdo de su día. Aunque haya alguna que otra ocasión en la que realmente pienses que no puedes darle ninguna utilidad, es un detalle feo el que la pareja se encuentre las mesas plagadas de regalos olvidados una vez se apagan las luces y todo el mundo se va a casa. Al fin y al cabo, para ellos es importante que recuerdes el día más feliz de sus vidas (o al menos hagas el esfuerzo).

7. Asegúrate de que tu invitación incluye un +1 antes de llevar un 'extra' a la boda. Esto es extensible a la pareja, especialmente si es reciente, pero también a los niños, si los novios se han decidido por una ceremonia kids free. Si de verdad te gustaría ir acompañada de otra persona, háblalo con ellos y explica que no quieres ir sola y por qué. Es un tema delicado, no sólo porque implica reorganizar el sitting sino también porque supone añadir un cubierto más al presupuesto, aunque no del todo imposible: la gran mayoría de espacios de celebración disponen de una horquilla de asientos que pueden quedar tanto desocupados en el último minuto, si un invitado cancela su asistencia, como añadidos en una ampliación last minute del guestlist. Si tienes confianza con los novios, planteaselo, pero sólo si es absolutamente necesario.

8. A veces los novios se olvidan de que algunos invitados tienen un requerimiento especial en su dieta: no des por sentado que se concocen (o acuerdan) al dedillo tu alergia a los frutos secos o intolerancia al gluten, o de si eres vegetariana, vegana o pescetariana. Si necesitas algún ajuste especial en el menú, es muy probable que pueda hacerse de manera sencilla solamente con hablarlo con el espacio, pero házselo saber a los novios con antelación.