La peor noche de Kendall Jenner

La modelo estadounidense acabó llamando a los servicios de emergencia pero, ¿qué pasó?

Por Beatriz D. González

Ser una de las modelos más cotizadas en el mundo de la moda y protagonizar un ‘reality show’ no siempre atraen cosas positivas. Y si no, que se lo digan a Kendall Jenner. El domingo por la noche se llevó un gran susto y hasta tuvo que intervenir la policía. ¿Qué le pasó a la ‘top’?

Hace tan solo unas semanas que la modelo abandonó su piso de Los Ángeles, para mudarse a una espectacular mansión en Hollywood Hills que le compró a la actriz Emily Blunt. Desafortunadamente, la modelo no ha comenzado con buen pie su estancia en ella. El pasado domingo por la noche, cuando llegaba en el coche a las puertas de su hogar, Kendall vio a un hombre que comenzó a seguirla. Al darse cuenta, no se bajó del vehículo y llamó inmediatamente a la policía que acudió a su rescate.

VER GALERÍA

Finalmente, el hombre fue arrestado e identificado como Shavaughn McKenzie. Ya había una orden de arresto contra él y cuenta con antecendentes de acoso en el campus de UCLA y varias detenciones por allanamiento. ¡Menudo susto! Por el momento, hemos visto a Kendall pasear por la calle rodeada de guardaespaldas para evitar de nuevo una situación así.

El ‘mal trago’ de Gigi
Eso sí, no es la primera (ni la última, por desgracia) que una modelo sufre acoso. Es más, hace un año la mejor amiga de Kendall, Gigi Hadid, vivió un episodio similar. Uno de sus ‘fans’ se saltó las medidas de seguridad del edificio neoyorquino en el que vivía Gigi y hasta logró colarse en su piso. Tras este episodio, la modelo decidió vender la casa y olvidar los hechos.

-¿Buscas casa en Nueva York? El apartamento de la modelo Gigi Hadid puede ser tuyo

VER GALERÍA

¿Hará Kendall lo mismo con su nueva casa? ¿Se mudará tras solo unas semanas en ella? Precisamente, gracias al ‘reality show’ en el que comparte protagonismo con sus hermanas, sabemos que a Kendall le agobia mucho las masas de ‘fans’ y el acoso constante de los ‘paparazzi’, ¡no podemos imaginar cómo se sintió aquella fatídica noche!