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Este domingo el tour de Emmanuel y Brigitte Macron de tres días por Egipto, daba comienzo. Antes de reunirse con Abdel Fattah Al-Sisi, el homónimo del presidente francés para discutir cuestiones relativas a los derechos humanos, el matrimonio disfrutaba como cualquier pareja de turistas. Uno de los monumentos que no se perdieron durante la visita fue el templo de Abu Simbel, una de las principales atracciones del país que se encuentra en la parte sur. Situado en una zona arenosa, la primera dama renunció a sus, siempre imprescindibles, stilettos por otro calzado más acorde al terreno. Ni unas botas ni sandalias de senderismo, fueron unas zapatillas con las que demostró que las primeras damas, como las mujeres más jóvenes de la realeza europea, también saben adaptar las tendencias a su particular protocolo.
Aunque para las visitas oficiales los stilettos prevalencen, son varias mujeres de la realeza las que rompen con las normas de vestimenta buscando opciones más prácticas. Por ejemplo, Mary de Dinamarca -quien nos ha demostrado su ingenio a la hora de transformar looks con zapatillas- o la reina Letizia, cuando aprovecha para sacar de su armario los diseños más funcionales si la ocasión se lo permite.
Si bien esta es la primera vez que Brigitte Macron luce un estilismo de traje con deportivas, no es la primera ocasión que opta por las zapatillas de cordones. En Finlandia durante su visita a Helsinki, hizo el cambio de calzado tras una larga jornada que dio comienzo en tacones. La primera dama salió del paso con un gesto tan efectivo, y habitual para muchas de nosotras, como cambiar los altos zapatos por unas sneakers que hacían juego con los colores, azul marino y blanco, que vestía para la ocasión.
Eso sí, el look elegante pero informal que escogió Brigitte Macron distaba de la elección de Melania Trump cuando viajó a Egipto el pasado mes de octubre. En su particular tour turístico por las pirámides, la mujer de Donald Trump recurrió también a un traje; el de ella en color crema y con la diferencia de que optó por unas bailarinas en lugar de calzado deportivo.
En el caso de Macron volvió a demostrar con su apuesta del domingo que el traje de chaqueta gris sigue siendo uno de sus básicos incondicionales. Y cómo no, la firma francesa que tampoco esta vez faltaba en su maleta fue Louis Vuitton, la misma que le acompaña desde su llegada al Elíseo y a la que le une una estrecha relación con el diseñador y amigo, Nicolas Guesquière. En concreto el diseño de Brigitte ya no se encuentra a la venta, aunque la firma tiene otros parecidos en color blanco por 659 euros.
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