El furor que causan los looks de la duquesa de Sussex provoca que cada una de sus elecciones de vestuario sea analizada hasta el más mínimo detalle y millones de personas conozcan la marca de sus prendas y accesorios. Esto ha dado pie a lo que se conoce como 'efecto Meghan', el fenómeno por el cual las piezas del vestidor de la esposa del príncipe Harry se agotan en cuanto aparece en algún acto público con ellas. Es habitual, por lo tanto, que tengamos localizada la procedencia tanto de la mayoría de su ropa como de sus joyas. Sin embargo, en los últimos meses Meghan Markle ha lucido unos llamativos pendientes que generaron numerosos titulares no solo por tratarse de un complemento acertado para las ocasiones escogidas, sino porque no se sabía quién los firmaba... hasta ahora.
Estas piezas fueron la única pista que tuvimos del conjunto que escogió la Duquesa para asistir a la celebración de cumpleaños de su suegro, el príncipe Carlos, el pasado 13 de noviembre. Aquella noche, los dos hijos del homenajeado llegaban con sus esposas al Palacio de Buckingham en coche, por lo que solo se pudo ver el look de belleza y los pendientes de ambas. Resultó llamativo que tanto Meghan como Kate apostaron por creaciones en clave XL que ya habían lucido anteriormente. En el caso de la duquesa de Sussex, se trataban de unas joyas que incluyó en la maleta del extenso tour por Oceanía que realizó en octubre.
Estas piezas, que reinventan el clásico formato chandelier y cuentan con una cascada de diamantes circulares y en forma de lágrima de dos tonos diferentes, fueron la elección de Meghan Markle para rematar uno de sus estilismos más inolvidables: su primer look premamá de gala. Lo lució en Fiji, y estaba protagonizado por un vestido largo azul de cuello caja, manga tulipán y cuerpo ceñido que marcaba su barriguita coronado con una teatral capa que partía de los hombros y se dividía en la cola de la firma Safiyaa. Para continuar con la estética sofisticada y digna de alfombra roja, agregó estos maxipendientes de desconocida procedencia en aquel momento.
Sin embargo, hoy se ha desvelado, gracias a una usuaria de redes sociales y a uno de los perfiles de Instagram dedicados a analizar las elecciones de la Duquesa, que pertenecen a la casa internacional Butani, especializada en alta joyería desde 1977. Se trata de un modelo de 2016, año en el que Meghan conoció al príncipe Harry y comenzó una relación con él. A pesar de conocer estos detalles, no se sabe si ella los adquirió en ese momento, si fueron un regalo del propio príncipe al inicio de su romance o si los ha adquirido recientemente a pesar de formar parte de una colección anterior.
