Al ritmo de la moda
Sus canciones hicieron vibrar a toda una generación, pero la música no fue el único vehículo de autoexpresión de estos artistas. A través de la moda, desafiaron los códigos estéticos de la época, revolucionando la escena cultural del momento. Se convirtieron, en aquel entonces, en auténticos iconos, cuyo inolvidable estilo sigue inspirándonos a través de las colecciones de primavera-verano 2024
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Cher: el ‘glamour’ setentero
Cuando era una niña, Cherilyn Sarkisian soñaba con ser una estrella. A los 16 años, se marchó a Los Ángeles, donde conocería a Sonny Bono, quien se convertiría en su marido y pareja musical en Sonny & Cher. Y llegó la anhelada fama. Era la década de los 60 y plena ebullición del movimiento hippy. Siluetas relajadas, mix & match de estampados y una explosión de color vestían a los espíritus más bohemios de la década. Una joven Cher comenzó incorporando estas tendencias hasta convertirse en el icono de la estética flower power que conocemos hoy.
Fuera del escenario, sus looks estaban protagonizados por vaqueros con cinturones de ante, sencillos tops y blusas abullonadas. Pero era en sus actuaciones o eventos de alfombra roja donde brillaba con luz propia. Para estas ocasiones, disfrutaba arriesgando con sugerentes diseños cuajados de lentejuelas que realzaban su larga melena azabache. Esta temporada, la pasarela mira a esos deslumbrantes looks en busca de inspiración y nos invita a incorporar metalizados y plumas a nuestro armario para que, esta primavera-verano, también brillemos como auténticas estrellas del mundo de la música.
El icónico estilo de Cher revoluciona la pasarela de primavera-verano 2024 con diseños cuajados de lentejuelas, plumas y sutiles transparencias
Madonna: reina del pop y de la moda 80’s
Encajes, corsés, muchas cadenas y el color negro como protagonista. Podríamos estar describiendo la tendencia viral del momento, el boudoircore, pero lo cierto es que esta estética de aires punk, con notas góticas y de espíritu inconformista, ya revolucionó los cánones de estilo y belleza de la década de los 80. Fue obra de la cantante Madonna, que encontró en la moda una forma de autoexpresión más allá de la música.Su primera incursión en el mundo del espectáculo fue a través de la danza, que la llevó a trasladarse a la ciudad de Nueva York.
Allí, en la Gran Manzana, compaginó su pasión por esta disciplina con un trabajo temporal, hasta que fue descubierta por el fundador de una discográfica, que vio en la joven Madonna su gran potencial. Comenzó entonces su imparable carrera en la música. Lanzó un single, luego otro... y el éxito no se hizo esperar. Más tarde, vinieron sus dos primeros álbumes, Madonna y Like a Virgin, con los que se consagró como un fenómeno musical más allá de Estados Unidos. Sus actuaciones atraían a una legión de fans que veían en ella un símbolo de rebeldía y liberación y que imitaban su forma de vestir. La cantante supo reconocer muy pronto esa importante relación entre música y moda y, junto a la estilista Maripol, definió un estilo único que bailaba entre la estética punk, la moda gótica y un romanticismo inconformista, y que, 40 años después, nos inspira tanto como el primer día.
David Bowie: el precursor del estilo andrógino
Cuando recorremos las pasarelas de los últimos años, se puede observar que cada vez más firmas presentan diseños que desdibujan la línea entre lo masculino y lo femenino, apostando por una moda que no entiende de géneros. Hace medio siglo, David Bowie ya comenzó esta conversación. En plena era del glam rock, el artista disfrutaba mezclando colores estridentes que le hacían vibrar sobre el escenario. Sus looks extravagantes y poco convencionales, el maquillaje y su pelo rojizo desafiaban los cánones estéticos de la época. Detrás de estos looks psicodélicos, que daban vida a su alter ego, Ziggy Stardust, estaba el diseñador japonés Kansai Yamamoto, que se encargó de definir el estilo de Bowie a comienzos de la década de los 70. Llegó entonces un periodo complicado y oscuro en la vida del artista.
Dejó atrás el colorido de Ziggy para sumergirse en un universo en black&white con camisas blancas y chalecos de color negro. Y es que su estilo, al igual que su música, era puro reflejo del mundo interior de Bowie. En los 80, sin embargo, comenzó una época más sosegada para la estrella del glam rock. Trajes sastre, pantalones de pinzas, camisas y corbatas protagonizaban una nueva estética dandy, que hoy se encuentra de plena actualidad. A pesar de sus varios alter ego y de su constante evolución musical y estética, Bowie nunca abandonó su gran seña de identidad: la fusión entre lo masculino y lo femenino. Todo un legado fashion.
Spice Girls: explosión de tendencias
En la década de los 90 abundaban las boy bands, grupos musicales compuestos solo por hombres. Era el momento de reunir a varias voces femeninas bajo un mismo nombre. Y, entonces, nacieron las Spice Girls. Tras su éxito con Wannabe, comenzaron a sonar con fuerza por todo el mundo. Y no solo sus pegadizas canciones cautivaron al público: sus bien estudiados estilismos también revolucionaron los armarios de sus fans. La deportista, la pija... Cada miembro de las Spice Girls encarnaba un estilo diferente y con personalidad propia, pero que, al mismo tiempo, se fusionaba de forma armónica en una sola estética grupal.
Los desfiles de esta temporada reinterpretan la estética de las Spice Girls a través de vestidos minimalistas y nuevas propuestas ‘dosmileras’
En aquel entonces, la moda se encontraba en plena transición. Poco a poco, el minimalismo noventero perdía fuerza en favor de nuevas propuestas Y2K (Year 2 K, en referencia a los 2000), que arriesgaban con los colores y jugaban con los patrones. El armario de las Spice Girls fue fiel reflejo de este cambio. En sus conciertos y apariciones, convivían diseños minimal -como el little black dress o tops básicos- con los primeros guiños dosmileros: pantalones de talle bajo, diseños deportivos y muchas lentejuelas. Hoy, estas dos corrientes también conviven dentro y fuera de la pasarela, invitándonos a explorar un moda irresistible que hace de la femineidad su mejor baza.
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