Las malas noticias, la escalada de contagios y el aumento de los fallecimientos, la presión asistencial, el confinamiento o la alteración de nuestras rutinas o la dificultad para reunirnos con nuestros familiares y amigos... todo ello está provocando que muchas personas sufran desasosiego, a la vez que pensamientos catastrofistas y falta de ilusión. Es normal sufrir la denominada 'fatiga pandémica' porque lo que creíamos que iba durar unas semanas o meses, se está alargando más de un año. 

Según Anna Costa, técnica de recursos humanos de la cadena de gimnasios DiR, “la ansiedad se activa como mecanismo adaptativo y de defensa que nos pone en alerta ante situaciones que se consideran una amenaza, pero cuando esta ansiedad se manifiesta de manera desproporcionada, se transforma en disfuncional”. 

La psicóloga Pilar Conde, de Clínicas Origen afirma, por su parte, que este estado de cansancio mental, de abulia, de apatía y de cierta tristeza es normal al ver que el virus continúa entre nosotros, que sigue siendo una amenaza, además, creciente y que, por lo tanto, condiciona nuestras vidas. Sentimos miedo al propio contagio y al de nuestros seres queridos. También nos provoca incertidumbre el temor a perder el trabajo o las consecuencias económicas y sociales de esta pandemia. 

Es por esto que ahora, más que nunca, debemos cuidarnos. Y por ello debemos poner en practica todos aquellos ejercicios y técnicas que nos ayuden a sentirnos mejor y a sobrellevar esta crisis sanitaria global. 

Anna Costa, de los gimnasios DIR, nos da algunas claves. 

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Utiliza el deporte y la respiración 

La respiración abdominal es la que se utiliza en ejercicios como el yoga para relajarnos. Este tipo de respiración también se lleva a cabo al practicar ejercicio físico, que a su vez reduce la frecuencia cardiaca y facilita que practiquemos este tipo de respiración, denominada también diafragmática. Consiste en hinchar la barriga en la inspiración, y deshincharla al exhalar. 

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Aprende técnicas de meditación o practica yoga 

Cuando estamos más estresados o nerviosos se produce la activación del sistema nervioso simpático. Este, a su vez, aumenta la frecuencia cardiaca y la tensión muscular, ya que el organismo entiende que tiene que 'salir corriendo'. Sin embargo, cuando practicamos técnicas de relajación como el yoga, el taichí y, sobre todo, la meditación, se producen cambios a nivel cerebral que nos inducen a un estado de mayor calma y capacidad para enfrentarnos a las situaciones más complicadas. 

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Autoafirmaciones positivas 

Podemos hablar de mantras, de visualizaciones, o de simples mensajes que nos lanzamos a nosotros mismos para sentirnos más capaces de hacer algo. Según nos explica la psicóloga Anna Costa, de DIR, nos permiten controlar las crisis y la ansiedad anticipatoria. Nos ayudan a detectar las interpretaciones catastrofistas y cambiarlas por pensamientos positivos y realistas. De esta manera, contrarrestamos la tendencia automática de los pensamientos negativos ante la situación temida y que genera malestar.

Lleva un orden en tu vida 

La situación que estamos viviendo ha alterado todas nuestras rutinas. El cierre de la hostelería, de centros deportivos y culturales, etc, o el teletrabajo y la falta de actividad social puede hacernos sentir que nuestra vida se ha vuelto monótona y aburrida. "Crear un horario ayuda a tener tiempo para todas las tareas, evitando así que, las responsabilidades se acumulen al final del día o de la semana y sea una fuente de estrés. Hace falta que cada persona cree su horario adaptado a su nueva realidad y prioridades", señala la experta. 

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Socializa, aunque sea de forma virtual 

La ausencia de contacto social nos afecta y nos puede encerrar más en nosotros mismos y aumentar la sensación de angustia y ansiedad. Y es que, como señala Anna Costa, "las relaciones y la comunicación con otras personas son un potente regulador emocional y motivacional. Aunque sea virtual, el contacto con la familia y los amigos son una red de espaldarazo emocional muy importante que deberíamos realizar por salud mental".

Procura dormir bien 

Como decíamos, el ejercicio es fundamental para sentirnos bien, relajarnos, reducir la frecuencia cardiaca y destensar los músculos. Pero la dieta y el sueño también juegan un papel fundamental. Por ello, los expertos nos recomiendan cuidar todos los hábitos en general, comer bien y procurarnos un descanso reparador. La ansiedad o la depresión producen problemas para conciliar el sueño o despertares nocturnos. Y dormir mal aumenta la sensación de cansancio y de irritabilidad. Si tienes problemas de insomnio, crea una rutina que fomente el sueño. Si no te sirve, consulta con tu médico. 

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Habla con un profesional de la salud 

Como decíamos, es normal que en esta situación de crisis sanitaria provocada por la pandemia nos sintamos tristes, irritables, estresados, angustiados y ansiosos. Pero si esta situación no nos deja descansar y consideramos que nos está afectando más de lo debido, es recomendable hablar con un profesional de la salud mental. "Ellos te ayudarán a gestionar el malestar y te darán herramientas para hacer frente a estas situaciones", concluye Anna Costa.