Comprender tus emociones es más fácil si sigues estos consejos

Hablamos con el doctor Enrique Rojas sobre su nuevo libro, en el que profundiza en los sentimientos, las emociones, las pasiones y las motivaciones que condicionan nuestra conducta.

Por Pilar Hernán

¿Por qué estoy triste? ¿Cuál es el motivo de que tenga sensación de eurofia, ansiedad o rencor? Conocer y comprender nuestras emociones no siempre es tarea fácil. Y debería de ser el primer paso. Así lo explica el doctor Enrique Rojas, psiquiatra y director del Instituto Rojas-Estapé en su nuevo libro Comprende tus emociones, publicado por Espasa, en el que profundiza en los sentimientos, las emociones, las pasiones y las motivaciones que condicionan nuestra conducta. Si sabemos identificarlos seremos capaces de controlarlos y no serán ellos quienes nos dominen. Sobre todo ello hemos hablado con él. 

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¿Por qué nos suele resultar tan complicado comprender y sobre todo, gestionar nuestras emociones?

En el Templo de Apolo en Grecia se leía esta inscripción: “Conócete a ti mismo”. Saber nuestras aptitudes y nuestras limitaciones afectivas, la parte fuerte y la débil, es el primer escalón.

¿El objetivo debe ser que no lleguen a dominarnos?

Así es. Que uno sea capaz de gobernarlas. El amor de pareja consiste en una tetralogía fundamental: sentimientos, voluntad, inteligencia y espiritualidad. Los sentimientos son vivencias que hay que trabajar con artesanía y la voluntad es clave para corregir errores y fallos que le afecten a la otra persona. E inteligencia emocional y si hay un fondo espiritual sólido, ese amor no va a tener fecha de caducidad.

¿Qué es la inteligencia emocional, deme una definición que sea fácil de comprender?

Es aquella modalidad de la inteligencia que sabe mezclar con arte, los instrumentos de la razón y las herramientas sentimentales. Y que de entrada tiene una misión esencial: acertar en la elección afectiva. Y luego, saber cuidarla y protegerla.

Las emociones, ¿pueden llegar a condicionar nuestra conducta?

Sin duda. Yo creo que mi libro puede ayudar a saber gestionarlas. Lo primero es conocerla, identificarla. ¿Porque estoy triste o tengo ansiedad o rencor? Saber explorar nuestra vida afectiva es un aprendizaje clave.

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¿Piensa que es una tarea complicada conseguir ese buscado equilibrio emocional?

Es un trabajo de artesanía psicológica. Conocerse a sí mismo, saber nuestros fortaleces y debilidades. Después ser capaces de utilizar el corazón y la cabeza y según las circunstancias ser más racionales o más afectivos. La madurez emocional es equilibrio, armonía, buena simetría entre los principales componentes de nuestra psicología.

¿Cuál es la emoción que más nos influye en el día a día?

Yo diría que son dos: la alegría y la paz. La primera consiste en un estado de ánimo que consiste en estar contento, animado, optimista y saboreando la vida en positivo. La paz es la serenidad en el orden interior, aceptando los vaivenes de la realidad. Dos piezas importantes para la vida ordinaria.

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¿Qué diferencia hay entre la alegría y el placer?

La alegría está por encima del placer pero por debajo de la felicidad. El placer es más básico, la alegría tiene más fondo, pero la felicidad tiene un grado superior: es estar contento con uno mismo al ver que nuestro proyecto personal va funcionado bien a pesar de los pesares.

¿Qué es realmente el proyecto de vida?

Es un programa que cada uno diseña a su estilo y que debe tener en su interior 4 grandes argumentos: amor, trabajo, cultura y amistad. Si eso funciona relativamente bien, la felicidad está a la vuelta de la esquina.

¿Qué estrategias tenemos a nuestro alcance para alcanzar un cierto grado de felicidad?

La felicidad absoluta no existe; se da en el otro barrio. El ser humano debe aspirar a una felicidad relativa, que consiste en lo que yo llamo una vida lograda. Que consiste en dos cosas: haber conseguido tener una personalidad equilibrada y haber sabido desarrollar un proyecto de vida coherente y realista. Pero voy a darle una definición de la felicidad que sintetiza muchas cosas: la felicidad consiste en vivir en armonía con uno mismo.

¿Son necesarias las denominadas emociones negativas?

No es que son necesarias, sino que forman parte de la vida misma. Una de ella es la derrota, pues bien, lo que te ayuda a crecer como persona son las derrotas si sabes aprender las lecciones que ellas te enseñan. La ansiedad y las crisis de pánico son vivencias muy dolorosas, pero cuando las superas valoras mucho lo que es la tranquilidad interior.

¿Considera que cada vez prestamos más atención a nuestro bienestar emocional, que cada vez nos preocupamos más de nuestro autocuidado?

Sí, porque la vida se ha vuelto cada vez más psicológica. El psicólogo y el psiquiatra se han convertido en los últimos años en los médicos de cabecera. Hace unos 20 años ir al psiquiatra era sinónimo de enfermedad mental y nadie hablaba de ello. Hoy hemos dado un giro copernicano. Un ejemplo, el día 20 de abril, mis hijas Marian e Isabel y yo daremos un curso sobre Inteligencia Emocional en el Teatro Príncipe Pío de Madrid y durará más de 4 horas; tendremos unas 1.200 personas, esto hace unos años sería impensable.

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¿Qué se va a encontrar el lector en su nuevo libro?

Un manual, un GPS para conocer y explorar las propias emociones. Es como la botella que se encuentra un náufrago en alta mar. Y con un mensaje en su interior: ¡tierra a la vista!... ya no estamos a merced del oleaje incontrolado, sino que empezamos aspirar tierra firme.

Quiero terminar preguntándole que le diría usted a la gente joven, para ser más feliz

La juventud no está hecha para el placer, sino para el heroísmo. Yo se lo digo a mis alumnos en la Universidad: ¡atrévete a sacar lo mejor de ti mismo! Ten ideales grandes pero realistas y trabaja la voluntad con tenacidad. Serás feliz. Y les propongo este lema que leí hace tiempo en una Universidad europea: nihil difficile volenti, nada es difícil si hay voluntad.