¿Por qué tendemos a reflejar y absorber las emociones y comportamientos de quienes nos rodean?

Hablamos con un experto acerca del llamado efecto espejo en psicología

Por Pilar Hernán

El efecto espejo se refiere a la tendencia natural que tenemos los seres humanos a reflejar y absorber las emociones y comportamientos de quienes nos rodean. “El efecto espejo nos dice que, en nuestras relaciones con los demás, solemos atraer a personas que tienen características similares a las nuestras, tanto positivas como negativas. Esto se debe a que, de forma inconsciente, buscamos personas que nos ayuden a comprendernos a nosotros mismos mejor y esto en el fondo tiene todo el sentido a nivel evolutivo”, nos explica Marc Rodríguez, Psicólogo Especialista en Inteligencia Emocional (@rodriemocion).

Tal y como nos detalla, en situaciones cotidianas, es común observar el efecto espejo en la forma en que adoptamos gestos, expresiones faciales, tonos de voz e incluso estados de ánimo similares a los de las personas con las que interactuamos. Por ejemplo, si estamos con alguien que está alegre y optimista, es probable que nos pongamos a sonreír sin darnos cuenta. “Este fenómeno refleja la capacidad innata de los seres humanos para empatizar y conectar emocionalmente con los demás”, nos cuenta. Y añade que, por ejemplo, si somos personas introvertidas, es probable que nos sintamos atraídos por otras personas introvertidas. Esto se debe a que nos sentimos comprendidos por ellas y no tenemos que esforzarnos por ser alguien que no somos, algo que, a día de hoy, parece tener más valor que nunca con la gran exposición y auge de las redes sociales.

“Por otro lado, si tenemos algún aspecto de nuestra personalidad que nos resulta difícil aceptar, es probable que nos sintamos atraídos por personas que tengan ese mismo aspecto. ¿Por qué? Porque quizás tenemos la esperanza de solucionarlo o nos atrae aquello que sentimos que no poseemos nosotros”, comenta el psicólogo, que da algunos ejemplos más de ese efecto, por ejemplo:

  • Una persona que es muy crítica con los demás, es probable que sea muy crítica consigo misma.
  • Una persona que es muy celosa, es probable que sea muy insegura.
  • Una persona que es muy generosa, es probable que sea una persona que se siente querida y apreciada.

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¿Cómo afecta a las relaciones sociales e interpersonales?

Tal y como nos explica, los efectos son varios y diversos, pero sin duda el efecto espejo tiene un impacto importante en nuestras relaciones. En primer lugar, fortalece la conexión emocional entre las personas al crear un sentido de resonancia y comprensión mutua, es decir, sentimos que estamos “conectados”, como que conocemos a esa persona de toda la vida en solamente minutos. Cuando percibimos y respondemos de manera similar a las emociones de los demás, se establece un lazo emocional más profunda (esto es fundamental en terapia, por ejemplo)

“De hecho, en inglés se llama mirroring, una técnica para imitar el estado emocional/gestos/expresiones del paciente para establecer un vínculo mucho más cercano y fomentar esa conexión y confianza”, nos cuenta.

Pero, eso sí, matiza que es importante destacar que el efecto espejo también puede tener un lado desafiante. “Si las emociones negativas dominan una interacción, como el estrés o la ansiedad, es posible que esa energía emocional se transmita entre las personas, afectando la dinámica social de manera menos positiva. Las emociones son contagiosas y nunca debemos subestimar el impacto que podemos tener nosotros en los demás ni a la inversa”, nos cuenta.

El efecto espejo enriquece las relaciones sociales al fomentar la empatía y la conexión emocional, pero también requiere conciencia emocional para gestionar de manera saludable las dinámicas emocionales compartidas en diversos contextos sociales e interpersonales.

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Atracción por personas similares a nosotros

¿Es cierto que solemos sentirnos atraídos por personas de características similares a las nuestras? “En general, sí, solemos sentirnos atraídos por personas de características similares a las nuestras. Esto se debe a que, de forma inconsciente, buscamos personas que nos ayuden a comprendernos a nosotros mismos mejor, como habíamos comentado en la primera pregunta. Por ejemplo, si somos personas extrovertidas, es probable que nos sintamos atraídos por otras personas extrovertidas. Esto se debe a que nos sentimos cómodos con ellos y nos divertimos juntos, es como que hay la famosa química”, explica Marc Rodríguez.

Este fenómeno se conoce como la "homofilia", que se refiere a la tendencia de los individuos a asociarse y vincularse con aquellos que comparten similitudes en términos de intereses, valores, actitudes y, en muchos casos, incluso características físicas. “Esto no se cumple en todos los casos, no siempre nos sentimos atraídos por personas que son exactamente iguales a nosotros. También podemos sentirnos atraídos por personas que tienen características diferentes, pero que nos complementan (los polos opuestos se atraen). Aunque la similitud puede facilitar la conexión inicial, la diversidad en una relación puede aportar perspectivas frescas y enriquecedoras, promoviendo un crecimiento personal y una mayor comprensión del mundo”, explica el experto.

Pros y contras de la teoría del espejo

Una de las dudas que nos surge es si aplicar la teoría del espejo en nuestra vida tiene implicaciones tanto positivas como negativas. “Existen argumentos pro y contra teoría del espejo, como todo en la vida y más en lo relacionado con los seres humanos, no hay respuestas únicas, todo depende de un contexto y de una perspectiva más amplia. Teniendo esto claro, enumeraré los principales pros y contras”, nos comenta.

Pros:

  • Conexión emocional: Al reflejar y comprender las emociones de los demás, se fortalece la conexión emocional, lo que puede mejorar las relaciones interpersonales.
  • Empatía: La práctica del efecto espejo fomenta el desarrollo de la empatía, permitiéndonos comprender mejor las experiencias y sentimientos de quienes nos rodean.
  • Mejora en la comunicación: Al sintonizar con las emociones de los demás, se facilita una comunicación más efectiva, ya que estamos más receptivos a las señales emocionales y podemos responder de manera más adecuada.
  • Comprensión propia: Al mejorar la capacidad de conectar con personas similares, se abre la posibilidad de poder explorar y aprender más acerca de las dinámicas internas y mejorar la comprensión del mismo individuo.

Contras:

  • Transmisión de emociones negativas: Si las emociones negativas predominan en una interacción, como el estrés o la ansiedad, el efecto espejo puede amplificar estas emociones, afectando la dinámica de manera menos positiva.
  • Falta de límites emocionales: La sobreidentificación con las emociones de los demás puede llevar a una falta de límites emocionales, donde absorbemos demasiado las emociones de los demás y descuidamos nuestras propias necesidades emocionales. (esto es muy peligroso para terapeutas).
  • Limitación de la diversidad: La tendencia a buscar similitudes puede limitar la diversidad en nuestras relaciones, perdiendo la oportunidad de aprender y crecer a través de la exposición a diferentes perspectivas.

Aplicar la teoría del espejo puede enriquecer nuestras relaciones, pero es fundamental mantener un equilibrio emocional saludable y ser conscientes de cómo influyen las emociones compartidas en nuestras interacciones.

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¿Nos puede ayudar en lo relativo a nuestro autoconocimiento?

El psicólogo nos confirma que la teoría del espejo nos puede ayudar en lo relativo a nuestro autoconocimiento, lo comentábamos en la pregunta anterior. “Al ser conscientes de las personas que nos atraen, podemos aprender más sobre nosotros mismos y nuestras propias necesidades”, nos dice. ¿Cómo?

  • Reflejo de emociones propias: Observar cómo reaccionamos ante las emociones de los demás puede proporcionar pistas valiosas sobre nuestras propias emociones y cómo las gestionamos.
  • Patrones de relación: Identificar patrones recurrentes en la forma en que nos relacionamos con los demás puede revelar aspectos de nuestra personalidad, necesidades emocionales y áreas de crecimiento. Esto es muy útil para patrones en relaciones de pareja.
  • Empatía hacia uno mismo: Practicar el efecto espejo nos invita a poner atención en nuestras propias emociones al tiempo que comprendemos las de los demás.

“Para aterrizarlo un poco, pongo dos ejemplos, uno de personas iguales a nosotros y otra en personas opuestas. Por ejemplo, si nos sentimos atraídos por personas que son muy extrovertidas, es posible que nosotros también seamos extrovertidos, pero que no nos hayamos dado cuenta. O en el caso contrario, si nos sentimos atraídos por personas que son muy seguras de sí mismas, es posible que nosotros también busquemos esa seguridad, pero que no la encontremos en nosotros mismos. Observar a las personas que nos atraen nos puede ayudar a identificar nuestras propias fortalezas y debilidades, nuestros valores y nuestras necesidades”, concluye.