Baños de hielo: el método que siguen las 'celebrities' para fortalecer el cuerpo y la mente

Elle Macpherson, Chris Hemsworth o Kendall Jenner siguen este método que combina respiración y exposición al frío y que mejora el sistema inmunitario, el rendimiento deportivo, la calidad del sueño y la concentración, reduce el estrés o activa la grasa parda

Por Nuria Safont

¿Qué tienen en común 'celebrities' como Elle Macpherson, Chris hemosworth, Kendal Jenner o Cristiano Ronaldo? Todos ellos tienen una curiosa costumbre: sumergir su cuerpo en hielo. Este hábito que se ha hecho viral en redes sociales no es otro que una de las partes del método Wim Hof, un protocolo wellness creado por el deportista extremo holandés Wim Hof y cuyo objetivo es fortalecer el cuerpo y la mente. 

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¿En qué consiste el método Wim Hof? 

Básicamente, en controlar la respiración y, una vez dominada, ser capaz de exponerte al frío. Como él mismo explica, respirar es la cosa más sencilla e inconsciente que hacemos, pero que tiene un gran impacto en todo nuestro organismo. De hecho, señala que la cantidad de oxígeno que inhalamos a través de nuestra respiración influye en la cantidad de energía que se libera en las células de nuestro cuerpo. Por ello, este deportista ha basado todo su método en respirar bien. 

"Su técnica de respiración, inspirada en la práctica de meditación de los monjes tibetanos, está científicamente reconocida y se trata de una hiperventilación controlada", indica Sara Álvarez, entrenadora personal y co-fundadora del método RETO48. Como explica la experta, “mediante estas respiraciones aumenta la frecuencia cardíaca y la presión arterial, se contraen los vasos sanguíneos, aumenta la temperatura corporal y mejora la capacidad de transporte de oxígeno en los pulmones. Por otro lado, la sangre se enriquece con más oxígeno en menos tiempo, mientras que el dióxido de carbono se elimina. A consecuencia de esto, se produce un ambiente alcalino en la sangre y se reduce la acidificación del cuerpo, entre otros muchos beneficios”. 

Como nos cuenta esta experta, tanto el control de la respiración

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¿Cómo se realizan estas respiraciones?

El método de este entrenador es sencillo. Solo hay que seguir estos pasos: 

Ponte cómoda: adopta una postura de meditación. Puedes quedarte sentada o, si lo prefieres, tumbada. Asegúrate, eso sí, de que tanto la postura como la ropa que llevas te permitan expandir bien tus pulmones para respirar sin ningún tipo de opresión. 

Realiza 30-40 respiraciones profundas: cierra los ojos e intenta despejar tu mente. Para ello, conéctate con tu respiración. Inhala profundamente por la nariz o la boca y exhala sin forzar por la boca. La inhalación debe ser a través del vientre, y luego, con el pecho, déjala ir sin forzar. Haz esto entre 30 y 40 veces. Puedes sentir hormigueos e incluso mareos. Si te sientes mal, para, pero normalmente, estos 'efectos secundarios' son inofensivos. 

Contén la respiración: tras la última exhalación, vuelve a respirar todo lo profundo que puedas, deja salir el aire y contén la respiración el tiempo que puedas hasta que sientas la necesidad de volver a respirar. 

Recuperación: cuando vuelvas a respirar, haz una gran inspiración para llenar tus pulmones. Siente cómo se expande todo tu vientre y tu pecho. Cuando sientas que has inspirado lo suficiente, vuelve a contener la respiración durante 15 segundos y suelta el aire. Finalmente, vuelve al primer paso. Puedes repetir esta serie tres y cuatro veces. Notarás que tu organismo y tu mente están en calma y es un momento propicio para la meditación. 

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Exposición al frío 

Como nos explica Sara Álvarez, una vez se ha controlado el ejercicio de respiración, llega el momento de exponerse al frío y esto es lo que podemos ver en los vídeos virales de actores como Chris Hemsworth, el marido de Elsa Pataki. 

Al principio, recomienda Sara Álvarez, “basta con terminar tu ducha normal con unos cuantos segundos de agua fría, pero lo ideal es ir aumentando el tiempo y reduciendo la temperatura hasta ser capaces de hacer inmersiones en hielo durante un máximo de dos minutos”. Durante el baño, hay que continuar con otro tipo de respiraciones -lo que buscamos ahora es centrarnos en una respiración nasal, lenta y con inhalaciones y exhalaciones largas y profundas- y centrarse en las señales que proceden del cuerpo”.

Los beneficios de esta exposición, como señala la experta, son la "mejora del sistema inmunitario, incrementa del rendimiento deportivo, mejora de la calidad del sueño y la concentración, reduce el estrés, favorece una mayor regeneración de los tejidos y una interesante activación del tejido adiposo marrón (grasa parda)".

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Enfoque mental

El potencial de este método está en la combinación de los 3 pilares, es decir, práctica de la respiración profunda, exposición al frío y este último pilar, el compromiso y el enfoque mental. La mentalidad, el compromiso y la práctica constante harán que recuperes tu equilibrio interno y, como dice Wim Hof, conquistes "fuerza, salud y bienestar".