¿Hay diferencias entre la psicopatía y la sociopatía?

Hablamos de ellas como si fueran lo mismo pero hay matices entre los dos rasgos de personalidad

Por Nuria Safont

La mayoría de nosotros sabemos a qué nos referimos cuando hablamos de una persona con rasgos de personalidad psicópata. Sabemos que carecen de empatía y que, por ello, pueden hacer daño a los demás (físico y/o emocional). De hecho, algunos criminales son psicópatas, aunque no todos tienen que padecer este trastorno. Pero no tenemos muy claro a qué nos referimos cuando hablamos de sociopatía. ¿Es lo mismo? 

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¿Qué es la psicopatía? 

Explicado muy resumidamente, "es la incapacidad para empatizar con otras personas y, por tanto, para experimentar algunas emociones, por ejemplo culpa/remordimiento por algún daño que puedan ocasionar en otros", nos explica Rafael San Román, psicólogo de ifeel. 

El experto nos aclara, además, que hay es importante tener en cuenta que los psicópatas sí tienen emociones. "Otra cosa es que no las experimenten todas, o de la misma manera o ante las mismas situaciones que personas psicológicamente más equilibradas y mejor estructuradas", añade.  

Además, la psicopatía no es un "todo o nada", sino que es un rasgo que encontramos en diferente grado en unas personas u otras: todos nos colocamos en algún punto del continuo de la psicopatía, más o menos alejados de los entremos.

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¿Cuáles son las características de las personas psicópatas?

Los rasgos más característicos de la psicopatía es que las personas que la padecen no pueden empatizar, no pueden ponerse en el lugar del otro y experimentar (a nivel emocional) las consecuencias que puede tener para el otro algo que se le haga. "Pueden entender que algo esté bien o esté mal desde el punto de vista conceptual, ser conscientes, por ejemplo, de que asesinar a alguien es un delito y tiene una pena, o que jugar con alguien o manipular no está “bien”, pero no sienten culpa por hacerlo, les da emocionalmente igual si el otro se resiente o no", indica el experto en psicología.

La psicopatía, en sus grados intensos, está estrechamente relacionada con un narcisismo patológico según el cual el otro no merece consideración y no tengo que preocuparme por ajustar mis necesidades y deseos a la integridad de la otra persona. El otro da igual. 

Ante la pregunta de cuáles son los factores que pueden desencadenar este trastorno de la personalidad, Rafael San Román señala que el ambiente, los aprendizajes, las experiencias tempranas (durante los primeros años de la vida) son cruciales a la hora de que una persona desarrolle una potente psicopatía o bien la mantenga a raya, incluso se vaya al otro extremo. "La biografía es importante", afirma. 

El psicólogo también nos explica por qué la psicopatía está relacionada con la criminalidad. La causa es que es uno de los factores (no el único) que permiten a la persona cometer crímenes. "No olvidemos que el miedo a ser castigado y, sobre todo, la sensación desagradable (o insoportable) de que hacerle daño a una persona sería malo o incluso terrible para ella, son grandes inhibidores de las conductas antisociales (humillar, abusar, matar…)". Si esa sensación no existe, la conducta tiene una vía más libre para ser ejecutada.  

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Respecto a la sociopatía, ¿es diferente?

No hay diferencias importantes entre los términos psicopatía y sociopatía. "Son dos maneras de explicar lo mismo, aunque sí podamos encontrar matices", aclara. 

"Un psicópata (en su grado severo, porque todos tenemos algo de psicópatas aunque sea muy moderadamente) es, entre otras cosas, una persona incapacitada para la empatía y el remordimiento. Esto le puede llevar a tener una actitud sociópata, o sociopática, es decir, a tener comportamientos asociales (por ejemplo, de aislamiento) pero, sobre todo, antisociales (agresivos, conflictivos o perjudiciales contra la gente en general, no con alguien en concreto que le caiga mal)", nos explica el experto.  

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¿Son los rasgos de personalidad sociópata los mismos que los de la psicopatía?

Rafael San Roman describe la personalidad sociópata como una persona con rasgos psicópatas, es decir, con incapacidad para la empatía y el remordimiento, con un narcisismo patológico y, en ocasiones, una falta severa de habilidades sociales (esto último no es un rasgo de personalidad, pero se incluye como característica). 

Aunque estas personas puedan llegar a ser muy dañinas o peligrosas, no siempre todo lo que hacen es antisocial: muchos son personas con un gran don de gentes, incluso líderes arrolladores y exitosos. Lo malo es que no les importa lo que les ocurra a los otros, por malo que sea. Hay una gran indiferencia hacia lo que sea bueno o malo para el otro, frialdad, incapacidad para la compasión. 

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¿Pueden los traumas provocar esta conducta sociopática?

Todos llegamos al mundo con una genética que influye en nuestra personalidad, conductas y actitudes. Pero la influencia del ambiente y la biografía en el desarrollo de esa personalidad es crucial. 

"Son fenómenos que pueden explicarse aludiendo a diferentes causas. De alguna manera, podemos interpretar la psicopatía como un mecanismo de defensa: inconsciente y progresivamente la persona aprendió a no sentir ciertas emociones, a no conectar con el otro, a no activarse fisiológicamente ante ciertos hechos, para adaptarse a una realidad hostil", concluye Rafael San Román, de ifeel que no quiere dejar de recordar que hay muchos factores que pueden provocar este tipo de personalidad y que dependerá de cada persona. 

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