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Durante siglos, el bichón frisé llegó a ser la mascota preferida de la realeza y de la nobleza en general. Sin embargo, tiempo después perdería su estatus para pasar a convertirse en el fiel y simpático acompañante de músicos, artistas callejeros y circenses, convirtiéndose en un simple perro de pueblo. No obstante, hoy en día es una de las razas de perros que más gozan de popularidad gracias a su pomposa apariencia y sus excelentes cualidades temperamentales que hacen de él un excelente compañero de vida. Su origen sigue siendo aún un misterio aunque se cree que podría ser descendiente de los perros de agua procedentes de Europa. Conocido como bichón de pelo rizado, destaca por ser un animal de compañía de carácter alegre, jovial vivaz, perfecto para aquellas personas que no hayan adoptado antes y busquen un animal fácil de adiestrar, a la par que cariñoso y divertido. Es por eso que convivir con un bichón es realmente fácil ya que se trata de un perro que se adapta perfectamente a sus dueños.
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Rasgos físicos
Los bichones son perros con una apariencia muy deseable, y aunque pertenecen a la misma familia que el bichón maltés, son más parecidos a los caniches en lo referente a su pelo tipo borla con forma de algodón y el cual está formado por una capa externa sedosa, aunque rizada, y una capa interna suave. Su color puede variar entre el beige, crema, albaricoque, gris o blanco, siendo este el más común. Es un animal pequeño que no suele llegar a superar los 35 cm de alto con un peso que ronda los 3 y 6 kg, y una esperanza de vida de entre 12 a 14 años. Es un perro musculoso a pesar de su tamaño, con un cuerpo ligeramente arqueado y largo, y un pecho profundo y bien desarrollado. Su apariencia es muy refinada y elegante. Además de su esponjoso pelaje, otro de los rasgos más llamativos de este can es la expresividad de sus grandes y oscuros ojos, siempre alerta, que muestra una inteligencia única.
El compañero de juegos perfecto
Por regla general, el bichó frisé es un perro muy alegre y juguetón, con una gran cantidad de energía contenida en su pequeño cuerpo. Adora estar en familia, es cariñoso, sensible y siempre busca la atención de aquellos a los que quiere. Es por ello que es la mascota ideal para aquellos que quieran un perro con quien jugar y compartir momentos de descanso y mimos a partes iguales. Una de sus mayores virtudes es que es un perro muy sociable y adaptable, además de ser poco ladrador, por lo que no es de extrañar que al sacarle a pasear haga amigos con facilidad.
No obstante, al tratarse de un perro muy activo y extremadamente enérgico, requiere de más ejercicio que otras razas de su mismo tamaño. Disfruta de cualquier actividad física, ya sea dentro de casa como al aire libre. Gracias a su gran inteligencia, es un perro muy fácil de adiestrar, aunque es recomendable educarlos y acostumbrarlos a la presencia de otras personas desde que son cachorros. Todos estos rasgos hacen de él el amigo perfecto incluso para los más peques, aunque debido a su gran cantidad de energía, a veces puede resultar algo torpe con los más pequeños, llegando incluso a hacerles daño.
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¿Qué cuidados requiere el bichón frisé?
En el caso en el que quieras tener a un bichón como mascota, debes saber que cuidar de él resultará muy sencillo gracias a su temperamento y su facilidad de adaptarse a cualquier circunstancia. Sin embargo, la mayor parte de sus cuidados recaerán en su pelaje, los ojos, los dientes y alimentación. Su esponjoso pelo requiere de un cepillado casi a diario para evitar que se enrede o forme nudos debido a su longitud y forma de tirabuzón. Por lo general, suele ser recomendable acudir a un peluquero profesional frecuentemente si se quiere que su pelaje se muestre en las mejores condiciones y con el corte adecuado. Al tener un pelo muy delicado, también puede necesitar baños con mayor frecuencia que otras razas ya que se ensucian con mucha facilidad y con un champú específico para evitar alergias.
Aunque se trata de una raza fuerte y sana por lo general, al igual que los demás perros no está exento a enfermedades, casi siempre asociadas a la genética propia de la raza. Las patologías más habituales que afectan al bichón suelen ser las cataratas juveniles, que pueden afectar a ejemplares muy jóvenes, la luxación patelar medial, que se trata de una debilidad de las rótulas, o los cálculos en la vejiga. Esto se produce por una alimentación con exceso de proteínas, por lo que para evitarlo, es recomendable apostar siempre por una buena cantidad ejercicio combinada con una alimentación equilibrada y de calidad que cuide de su salud por dentro.
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