¿Cómo elegir la mejor comida para perros?

Te damos las claves para que puedas darle la dieta que le ayude a tener mejor salud

Por Nuria Safont

Comida 'natural' para perros, piensos especiales, hipoalergénicos, sin cereales, con alto contenido en proteínas, dieta BARF y, cómo no, comida casera. Son muchas las opciones que tenemos para alimentar a nuestro perro. Pero que haya una amplia variedad no facilita la elección. Muchas veces, la complica, puesto que podemos no estar seguros de si estamos eligiendo lo mejor para el peludo de la casa.

¿Qué debemos saber para alimentar bien a nuestro perro?

"Lo más importante es que el alimento sea completo y adecuado. El perro adulto, por ejemplo, necesita obtener más de 40 nutrientes esenciales en las cantidades adecuadas. Por otro lado, pasada la fase de lactancia materna, las necesidades nutricionales y energéticas no son iguales a lo largo de la vida de nuestro animal de compañía ni según el tipo de raza sea (grande, mediano o pequeño)", aclara la veterinaria Marta Hervera, especialista en nutrición y alimentación para mascotas. De ahí que existan alimentos específicos para cada edad o tamaño. "Un alimento completo debe asegurarnos que nuestro perro obtendrá los nutrientes imprescindibles para garantizar su salud y óptimo crecimiento en cada momento", insiste. 

Otra de las dudas que nos pueden asaltar es si la comida seca o húmeda comercial es un buen alimento para toda la vida. En este sentido, la especialista asegura que no debemos preocuparnos. "Los alimentos comerciales para mascotas no son el equivalente del fast food o a los productos industriales ultraprocesados. Sí son productos procesados térmicamente para evitar problemas microbianos y para incrementar su asimilación, además de aportar todos los nutrientes necesarios".

Por otro lado, en cuanto a si es mejor el pienso seco o la comida húmeda, Marta Hervera señala que "siempre que sean adecuados para nuestro animal y completos, las dos opciones son buenas". 

En cualquier caso, la WSAVA (Organización Mundial de Veterinarios de Pequeños Animales) ha creado una guía para ayudar al consumidor a evaluar la información de la red de una forma más crítica. 

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¿Y si le hago comida casera?

Elaborar una comida casera que contenga los nutrientes esenciales para nuestra mascota, en las cantidades adecuadas, puede ser muy complicado. "Debemos tener en cuenta que debe ser completa y equilibrada y estar formulada específicamente para el perro al que vamos a alimentar, ya que cada uno es diferente.

Debe contener los 40 nutrientes esenciales pero, además, debe aportar las calorías necesarias, ser apetente, es decir, que el animal se coma la cantidad que necesita, y ajustada a su estilo de vida, susceptibilidades y enfermedades que sufre o que puede padecer según la raza. "Los perros son diferentes a nosotros y tienen necesidades nutricionales distintas. Pensar que pueden comer igual que nosotros es un error con graves consecuencias para su salud", advierte Marta Hervera que, junto a la también veterinaria Cecilia Villaverde dirigen el centro de asistencia y soporte para profesionales 'Expert pet nutrition'.

Si vamos a darle comida casera, es recomendable que contactemos con un veterinario especialista y con experiencia para que realice un menú adaptado. No es aconsejable, sin embargo, confiar en menús generalistas que podemos encontrar en libros o en internet. Y, en caso de recurrir a empresas que preparan este tipo de raciones, debemos pedir las máximas garantías al productor. Por ejemplo, que nos cuente quién formula sus raciones, si testan sus alimentos, etc. 

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¿Qué significa que un pienso o comida para perros sea 'natural?

Esta denominación esta definida por la legislación europea y se refiere a alimentos o componentes del alimento (derivados de plantas, animales, microrganismos o minerales) a los que no se les ha añadido nada o que únicamente han sido sometidos a un procesamiento físico para que se puedan usar en la producción de alimentos para animales de compañía manteniendo su composición natural. Estos tratamientos físicos pueden ser congelación, concentración, extracción, secado, pasteurización o ahumado, además de procesos microbiológicos y enzimáticos o  procesos de fermentación natural, que, en general, son necesarios para garantizar la seguridad sanitaria de estos productos. Así, el término natural no define el procesado al que se somete el producto final (crudo, cocinado, extrusionado, etc.) o su formato (comercial, casera, cruda, etc.) sino a la naturaleza de los ingredientes utilizados según su descripción legal.

Muchos ingredientes utilizados habitualmente en la producción de alimentos comerciales son naturales según la ley, aunque no todos los productores hagan esta alegación en sus productos. Si queremos saber si los ingredientes (o cuáles de ellos) son naturales y, si no lo son, a qué procesos han sido sometidos es interesante contactar con el productor para que nos facilite esta información. "En cuanto a la repercusión de estos productos sobre la salud, por el momento no existe evidencia sobre si son más saludables o favorecen una mayor esperanza de vida", añade la especialista. 

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¿Es bueno alimentar a mi perro con la dieta BARF?

BARF son las siglas de bone and raw food (huesos y comida cruda) posteriormente adoptada como biologically appropiate raw food (comida cruda biologicamente adecuada). Consiste en alimentar a nuestras mascotas con productos no sometidos a tratamiento térmico. "Existe poca base científica que soporte los beneficios de este tipo de alimentación. En cambio, en el caso del uso de carne cruda en la alimentación de perros y gatos sí se han reportado riesgos graves, tanto nutricionales como sanitarios". La especialista en nutrición animal destaca, en cuanto a los problemas nutricionales, los relacionados con el consumo de huesos (rotura de dientes, estreñimiento, obstrucción/perforación esofágica o intestinal), y los asociados a las deficiencias nutricionales.

Pero la principal preocupación relativa a este tipo de alimentación es el riesgo sanitario asociado. "Se ha descrito la presencia de patógenos como Salmonella, Campilobacter o toxoplasma, entre otros, en la carne de diferentes especies. Estos microorganismos se eliminan habitualmente al cocinar la carne antes de consumirla. Sin embargo, la administración de estos alimentos crudos hacen que el animal, que puede mostrar síntomas o no de la infección, excrete los patógenos", advierte. Esto es "especialmente peligroso" en hogares o entornos con gente mayor, niños o enfermos con un sistema inmunológico limitado. También puede ser un riesgo en lugares con otros animales inmunocomprometidos como centros veterinarios, etc.

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