¿Qué sabemos sobre la relación entre la pérdida de olfato y el coronavirus?

Han aparecido múltiples casos en las últimas semanas y los expertos lo estudian ya como un posible síntoma de la infección vírica

Por hola.com

Todos hemos oído hablar a lo largo de estos días de los síntomas de la infección por coronavirus. Nos los repiten los expertos en los medios de comunicación a diario, dentro de este tsunami que ha supuesto la pandemia a lo largo y ancho del planeta. Los más prevalentes siguen siendo tos, fiebre, malestar general y, en casos más severos, dificultad respiratoria. Pero no son los únicos y a lo largo de las últimas semanas, han ido surgiendo casos de multitud de personas que se encuentran con una pérdida repentina de los sentidos del olfato y del gusto. Tanto, que hay personas que no son capaces de oler algo tan intenso como un perfume o una lejía. Un síntoma que no ha pasado desapercibido para las sociedades médicas, que ya sugieren incluirlo cuando se produce sin otra causa aparente como sintomatología sospechosa de infección por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad COVID-19. Así lo han hecho, por ejemplo, la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC) y la Sociedad Española de Neurología.

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Falta de datos sobre su incidencia real

Así, desde la Comisión Delegada de la SEORL-CCC se apunta a que en los últimos días se ha alertado de la aparición de alteraciones del olfato y el gusto (anosmia y ageusia), de diferente severidad, en un porcentaje elevado de pacientes con COVID-19. “Esta información parte de la recogida de casos puntuales y observaciones individuales de especialistas en diversos países (Irán, Italia, Alemania, Reno Unido, Francia) además de en el nuestro, que hasta el momento no han sido publicadas”, indican desde el Grupo de Trabajo en COVID-19 de la SEORL-CCC. Por ello, todavía no se han establecido aspectos como su incidencia real (los datos aportados varían entre el 5% y el 60%), su significado pronóstico, su presentación clínica (aislada o con otros síntomas) la posibilidad de relacionarse con otro proceso intercurrente o el momento de su aparición (previo a otros síntomas o no). "La afectación del sentido del gusto y el olfato han sido descritos dentro de la enfermedad por coronavirus en artículos científicos publicados a partir de la experiencia en pacientes de Wuhan, en un pequeño porcentaje. El virus se introduce en nuestro organismo a través de la boca y la nariz, afectando a las células epiteliales, como otros virus respiratorios. Es muy común en este tipo de virus que puedan afectar a las células olfatorias que se sitúan en la parte superior de la nariz", nos explica el doctor Pablo Parente, miembro de la Comisión Delegada de la SEORL-CCC. Coincide el doctor Fernando Romero Delgado, neurólogo del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja, que apunta a que presumiblemente se produce una inflamación local de la mucosa nasal.

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Numerosos estudios en curso

Además, en la revisión de estudios realizada por la SEORL-CCC, han podido constatar que existe evidencia de la afinidad del virus SARS CoV-2 por las células nerviosas. En un estudio previo, se identificaron coronavirus humanos en las secreciones nasales de uno de los 24 pacientes con anosmia estudiados. También existen evidencias de la mutación del virus y el cambio en sus manifestaciones clínicas, infectividad y agresividad, que podrían suponer cambios en los pacientes europeos infectados con respecto a los estudiados en Wuhan. "Ya se ha demostrado que el virus muta o cambia. Al cambiar se modifican sus características, se puede hacer más o menos agresivo, afectar más a unas células y cambiar sus características clínicas aumentando o disminuyendo la aparición de ciertos síntomas", nos explica el doctor Parente. Todo ello analizado con mucha cautela, pues estamos ante un virus desconocido, de rápida progresión y sobre el que aún nos faltan muchas certezas.

Un problema vinculado a infecciones víricas

En cualquier caso, la pérdida de olfato vinculada a infecciones causadas por virus no es algo nuevo para los especialistas. "Cualquier infección vírica puede conllevar pérdida de olfato", nos explica el doctor Jesús Iniesta Turpin, otorrino de Doctoralia. "La anosmia es un síntoma frecuente en infecciones respiratorias víricas distintas al COVID-19, especialmente si va acompañada de mucosidad nasal, motivo por el que en un proceso catarral, no se le suele prestar mucha atención, al considerarse un síntoma habitual. La observación reciente, lo que los pacientes relatan, es la pérdida de olfato y gusto, en muchos casos de forma abrupta, asociada en mayor o menor grado a síntomas de un proceso vírico, que en el actual contexto epidemiológico, convierte al COVID-19 en el principal sospechoso", nos cuenta el doctor Turpin. El experto añade que la asociación de este síntoma con la infección por coronavirus también ha sido reportada por la British Rhinological Society.

Aislamiento preventivo

Teniendo en cuenta estos datos, se aconseja, en estos casos, un aislamiento de 14 días, prestando atención y comunicando al médico el desarrollo de nuevos síntomas, para que valore la necesidad de realizar test diagnósticos. "Todavía no sabemos exactamente cuál es el significado de la pérdida de gusto y olfato en la evolución de la enfermedad. Algunos datos apuntan a que puede ser el primer síntoma que nos ayude a diagnosticar precozmente la infección y tomar medidas para evitar el contagio a personas cercanas. En este momento, lo aconsejable es informar del síntoma a través de los teléfonos dedicados a la enfermedad por coronavirus y evitar el contacto con otras personas mientras no se realicen pruebas o se descarte la enfermedad", añade el doctor Parente.

La importancia de seguir investigando

Los expertos, eso sí, tratan el tema con toda la cautela necesaria -como todo lo que rodea a esta crisis sanitaria-, ante la falta de estudios concluyentes. "Actualmente los síntomas de anosmia e hiposmia en pacientes con CoVID-19 en fases iniciales y no complicadas de la enfermedad, deben ser investigados, puesto que una teoría podría ser que el virus alcanzase el bulbo olfatorio a través de la lámina cribosa y produjese inicialmente esos síntomas. No obstante, si eso fuera así, sería presumible un mayor número de casos de CoVID-19 con complicaciones neurológicas graves, y hasta ahora, sólo existen reportes de casos. Otra opción más plausible sería la afectación periférica de los mismos, afectándose las fibras terminales, como ocurre con una inflamación de la mucosa", nos explica el neurólogo Fernando Romero Delgado, que remarca la importancia de seguir realizando estudios en pacientes que podrían ayudar a arrojar más luz sobre este tema.

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¿Qué otros procesos pueden cursar con una pérdida de olfato?

Tal y como nos explica el doctor Pablo Parente, son muchas las posibles causas de anosmia. Tal y como comentan los expertos, "todas las infecciones virales respiratorias típicas (catarros, gripe, etc.) pueden producirla en diversa intensidad. Además, puede ser provocada por inflamaciones crónicas de la nariz y los senos, como la sinusitis crónica con o sin pólipos, por traumatismos o por tumores", nos dice el doctor Parente, al que le preguntamos, conscientes de que aún es pronto para saberlo (pero teniendo en cuenta que hay pacientes que ya apuntan una recuperación de dichos sentidos), si se trata de una situación temporal. "Los pocos datos que tenemos sugieren un déficit pasajero, pero es pronto para establecer un curso clínico", matiza el experto.

Por último, le preguntamos si hay algún tratamiento eficaz para casos de anosmia. "El tratamiento de la anosmia depende de su origen: debe tratarse la causa que la provoca. En los casos que se asocian a infección viral, no debe tratarse el síntoma por separado, sino la infección y evitar tratamientos locales o específicos de la pérdida de gusto u olfato", concluye el doctor.