Cuidado con las lesiones si haces pilates en grupo

Para que el esfuerzo de los alumnos resulte provechoso y no suponga un riesgo por posibles lesiones musculares, los monitores deben tener una formación adecuada y vigilar que todos los alumnos realicen la postura correctamente

Por Cristina Soria

Uno de los alicientes para realizar ejercicio físico es poderlo hacer en compañía de más personas, ya que eso hace más llevaderas las dinámicas más exigentes, donde ponemos nuestra resistencia a prueba, pero también podemos poner en común nuestros avances. Esto hace que minimicemos la posibilidad de desfallecer y de dejar de asistir a la siguiente sesión.

Por eso, el pilates en grupo puede resultar más llevadero. Y como negocio es claramente más rentable para los gimnasios y centros de fitness, porque una clase con varios alumnos siempre será más económico y rentable que clases para una o dos personas.

Sin embargo, el pilates es un ejercicio físico que basa toda su efectividad en que mantengamos un control y equilibrio de nuestro cuerpo exacto y ajustado a cada uno de las posturas. Una mala posición hace inútil el ejercicio pero, además, puede producir lesiones. Y estas, por no estar corrigiendo la postura, pueden hacerse más graves con el paso del tiempo.

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Peligro del grupo, una cuestión de cantidad

Para un monitor de pilates, un grupo de hasta tres personas es el número ideal para poder estar atento a cada una de nuestras posiciones, y a poder enderezar y ajustar nuestras posturas. Esto también va en relación con si quienes realizan los ejercicios son principiantes, alumnos habituales pero espaciados, o están muy experimentados.

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Por por lo general, cada uno de los ejercicios deben ser tutelados por un monitor, que debe apreciar cuál es nuestra postura en todo momento y dar las pautas necesarias de forma contínua para corregir la postura.

Los grupos de hasta 10 personas pueden resultar bastante límite para que un profesor pueda revisar y detenerse a corregir las posiciones de todo aquel que esté realizando un movimiento incorrecto. Si tu clase tiene un cupo de este rango, piensa en cuál es tu nivel, y cuántas veces te corrige. Si no te consideras una especialista en pilates, y tu profesor apenas corrige tus posturas y movimientos, probablemente estés realizando un ejercicio con graves carencias de control, y esto a la larga podría producir problemas de salud y lesiones lumbares y cervicales.

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Si en tu clase hay 15 alumnos o más, probablemente el profesor esté sobrepasado, pues es casi imposible mantener el ojo a cada persona, y cada vez que corrige a alguien lo más probable es que solo sea en casos claramente inoperativos, pero no en ligeros ajustes. Lo que no quiere decir que las correcciones ligeras no sean importantes, sino todo lo contrario. Un ejercicio ligeramente descontrolado puede ser inoperativo y causar dolencias de la misma forma.

El problema de la formación de los monitores

Como otras disciplinas, el pilates está de moda y es extraordinariamente demandado, por eso los cursos para formar monitores no siempre cuentan con el tiempo y un proceso formativo de la suficiente calidad. Existen monitores de todas las categorías y profundidades, y el problema es que, como en todo, cuanto mejor formado esté el monitor, más seguros estaremos practicando pilates. 

La conclusión es clara: si el pilates no se realiza con precisión, no sirve de nada, y puede ser peligroso para nuestra salud.

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