No te olvides de la coliflor: es mejor de lo que piensas

Esta verdura ha sido objeto de numerosos estudios científicos durante las últimas décadas y todos concluyen que su valor nutricional es plenamente beneficioso para la salud.

Por Cristina Soria

La coliflor es un alimento increíblemente saludable y que, además, no tiene un sabor muy profundo. Es perfecta para acompañar a otros alimentos más sabrosos o para ser servida con un aderezo que complemente su sabor. Merece la pena comer sano, y la coliflor nos colma de beneficios: es buena para perder peso, y cuenta con nutrientes que ayudan a prevenir el cáncer y el alzheimer.

Buena para perder peso saludablemente

Las coliflor es un alimento muy recomendable para perder peso, porque aporta apenas 25 kcal por cada 100 gramos. Por tanto, no hay problema en servir una ración generosa de esta verdura. Además, aporta 3 gramos de fibra por cada 100 gramos (de coliflor cruda, recuerda que si la cueces aumenta de peso), y esa cantidad de fibra es el 10% de la recomendada diariamente.

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Consumir vegetales con alto aporte de fibra siempre es muy beneficioso, y se asocia a la disminución del riesgo de padecer enfermedades coronariascáncer. Pero es que, además, la coliflor previene la inflamación del intestino grueso y mejora la digestión porque sirve de alimento a las bacterias (buenas) que realizan estas funciones en nuestro aparato digestivo. De la misma forma, previene enfermedades digestivas como la diarrea y la diverticulitis.

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Coliflor contra el cáncer y el alzheimer

La coliflor es anticancerígena por su aporte de varios nutrientes, entre ellos los glucosinolatos e isotiocianatos, que por sus valores antioxidantes frenan el crecimiento de células cancerígenas. En este sentido, se ha demostrado en varias investigaciones médicas que sus beneficiosos antixidantes combaten concretamente la posibilidad de padecer cáncer de próstata, mama, pulmón y colon.

También aporta colina, que es una sustancia que tiene un valor importante a la hora de favorecer el desarrollo de las células cerebrales. Un estudio ha concluido que un nivel bajo de colina estaría poniéndonos en riesgo de padecer desórdenes neurológicos como demencia o Alzheimer. Sin embargo, hay muy pocos alimentos que contengan colina, tan solo la coliflor y el brócoli.

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Cuidado con su cocción, podrías estar neutralizando sus nutrientes

Cuando cocemos las verduras estamos disminuyendo algunos de sus nutrientes, concretamente los que quedan en el agua, que posteriormente son eliminados. En el caso de la coliflor, al prepararla con un exceso de cocción perdemos el glucosinolato, que es un compuesto anticancerígeno.

Sin embargo, cocer la coliflor no es mala opción para prepararla, sólo hay que atender al tiempo. Según la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas (GREP-AEDN), la mayoría de sus nutrientes quedan intactos, como la vitamina K, el hierro y el calcio, así como las proteínas y los carbohidratos. El problema de la cocción afecta solo a algunos elementos en concreto, que acaban expulsados al agua o destruidos por las altas temperaturas, y son  las vitamina C, B1, B6, el ácido fólico y los antioxidantes.

Para salvar el máximo de nutrientes posibles es recomendable cortarlas lo mínimo posible, pues cuanto más zonas “tiernas” quedan en contacto con el agua, más posibilidad de pérdida de nutrientes hay. La piel tiene una capa que protege a los nutrientes de salir al exterior y, aunque también es vulnerable, lo es en menor medida.

Además, es mejor optar por procesos de cocinado que lleven menos tiempo, como prepararlas al vapor, en el microondas o salteadas. Y en el caso de cocerlas en agua, es mejor echarlas una vez que el agua ya está hirviendo, para ahorrar al alimento el tiempo que permanece hasta que se lleva a ebullición, añadiendo la coliflor (o cualquier otra verdura) cuando el agua ya hierve siempre será menos tiempo que hacerlo desde el comienzo de la cocción, ahorrando tiempo en el que el agua “roba” nutrientes.

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