El espacio de almacenaje es uno de los problemas más habituales en cualquier casa. Desde los pisos más pequeños hasta los más grandes encuentran dificultades para dar con soluciones estilosas y prácticas que regalen espacio para guardar. Y es que la mayoría de veces el armario se nos queda corto y, especialmente cuando hacemos el cambio de armario y empieza la temporada de verano, cuando hay que guardar las mantas y los edredones, no sabemos muy bien qué hacer con ellos para no tenerlos a la vista y que no estorben. Te ofrecemos varias ideas que aumentarán el almacenaje en tu dormitorio, sea del tamaño que sea.
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Un armario tipo puente
Este tipo de armarios tuvieron su auge en los años 70 y 80, cuando se empezaron a construir pisos muy pequeños y el espacio de almacenaje era muy necesario. Y, aunque lo más habitual es verlo en dormitorios infantiles e individuales, los dormitorios de matrimonio también pueden presumir de este tipo de armario que regalan muchísimo espacio sin renunciar al estilo. Por ejemplo, en esta propuesta, vemos como todo el mueble del cabecero es uno solo: son dos módulos laterales unidos por una especie de cabecero que acoge la cama y de diferente color para darle personalidad. Así que si te da un poco de aprensión dormir con un mueble sobre la cabeza, esta puede ser una buena opción para ganar espacio para toda tu ropa.
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Los tradicionales canapés
Cada vez más extendidos, los canapés se han convertido en la opción más buscada a la hora de elegir una estructura para la cama. Y es que hay canapés que ofrecen casi un metro cúbico de almacenaje. Y esto lo podrás saber si multiplicas el ancho, por el alto, por el largo de la estructura. Piensa que cuanto más alta sea la cama, más espacio conseguirás para guardar.
Un consejo: aunque las cosas que guardas en un canapé suelen estar protegidas, es preferible meterlas en cajas o bolsas ahorra espacio o de vacío –de las que extraes el aire con un aspirador–, con las que, además, verás multiplicado el espacio. Son muy útiles para guardar las mantas o ropa de otras temporadas. En definitiva, aquello que no uses con frecuencia.
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Una cama con cajones
Otra opción que se ha vuelto muy popular son las camas con cajones. Son una alternativa práctica a los canapés, que con el tiempo pueden ver cómo el sistema hidráulico de apertura se estropea. Con esta opción, te aseguras una opción duradera y práctica. Ahora, tendrás que tener en cuenta varios factores, como que el espacio que queda a ambos lados de la cama permite que se puedan abrir cómodamente los cajones, dotados habitualmente con ruedas. Asimismo, si tienes mesitas de noche de las de toda la vida, tendrás que moverlas para abrir los que están más cerca del cabecero. Aun así son una buena idea si te falta espacio de almacenaje.
Incluso hay tiendas que venden cajones estándar para ponerlos bajo tu cama, sea del tamaño y estilo que sean.
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Librerías por todas partes
¿Eres un adicto a la lectura? Entonces seguro que tienes varios libros empezados a la vez y que vas alternando. Si, además, te gusta leer en la cama antes de irte a dormir, esta idea es para ti. Planifica una estantería encima de cada mesita de noche, como en esta propuesta de Espejo&Goyanes. La clave para que no resulte cargante y no se coma el espacio es elegir un acabado del mismo color que el de las paredes. En este caso, las interioristas Cristina Espejo y Marta Goyanes colocaron un clásico papel pintado de rayas con un ribete negro para enmarcar el dormitorio, lo que aporta aún más ligereza a la estantería.
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Sustituye la mesita de noche por un mueble con más almacenaje
Si ves que entre una de las mesitas de noche y la pared queda un hueco desaprovechado, prueba a buscar una cómoda que saque partido a ese espacio sin resultar agobiante. Con una cómoda verás cómo se multiplica el espacio que tienes para guardar sin perder ni un ápice de estilo. De hecho, para que encaje mejor con la decoración del dormitorio, nuestro consejo es que elijas una cómoda con un acabado similar al de la mesita de noche que tengas al otro lado. Aquí, la interiorista Aída Carrillo se ha decantado por una pieza en madera lavada, que aporta un toque cálido y mantiene el estilo clásico de la estancia.
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Un chifonier cabe en cualquier rinconcito
Los chifonieres son muebles altos, estrechos y con muchos cajones. Y lo mejor es que, aunque no lo parezca, ofrecen muchísimo almacenaje. Por eso son una opción estupenda para cuando no sabes qué mueble poner en el dormitorio para conseguir un poco más de espacio para guardar. Además, lo mejor es que puedes colocarlo en espacios en los que habitualmente no entra una cómoda o un armario. Aquí, se ha colocado entre dos ventanas, un espacio de otra manera desaprovechado.
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Un cabecero con almacenaje
Son lo último en decoración de dormitorios. Los cabeceros con almacenaje te permitirán prescindir de las mesitas de noche si quieres, regalándote algo más de espacio para guardar. Los hay con estantes, como el de esta propuesta, donde podrás colocar unos libros, apoyar unos cuadros o poner una lamparita de sobremesa; pero también los hay que cuentan con compartimentos en los que guardar la almohada cuando no la estés usando o meter los cojines que visten la cama cuando vayas a dormir.
Un mueble a medida y corrido en los pies de la cama
En vez de colocar una cómoda o cualquier otro tipo de mueble en el dormitorio, atenta a esta idea: un mueble a medida que vaya de pared a pared, con cajones y una zona de tocador. Conseguirás solucionar tus problemas de espacio, pero, además, ganarás también una zona en la que maquillarte o arreglarte cómodamente y solo para ti.
Y, si no tienes sitio a los pies de la cama –o más bien en la pared de los pies de la cama–, es una idea que también es válida para debajo de la ventana.
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Un banco con almacenaje a los pies de la cama
¿Quieres un espacio cómodo para leer que, además, cuente con almacenaje? Pues planifica un mueble a medida en una de las paredes del dormitorio que te dé ambos lujos. Tan solo tendrás que decidir si lo quieres con puertas abatibles, cajones o con tapa superior. En los dos últimos casos, serán más cómodos, ya que podrás acceder al interior del armario de un solo vistazo y lo encontrarás todo a la primera. Después, coloca unas cómodas colchonetas a juego con la ropa de cama y añade varios cojines decorativos para que, cuando te apoyes, estés extra cómoda.
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Crea un vestidor con un mueble separador
Si tu dormitorio es grande, puedes plantearte colocar un módulo que separe la zona de descanso de la zona de los armarios. Así crearás una especie de vestidor perfecta para tener toda tu ropa y calzado en un mismo sitio sin tener que renunciar a nada. Puedes planificarlo con cualquier mueble que encaje, no tiene que ser a medida. Lo único que tendrás que comprobar es que la trasera es bonita para que se vea desde el resto del dormitorio. En caso contrario, siempre puedes crearla tú, colocando un tablero en la parte trasera y haciendo una especie de molduras. Después, laca la pieza con el mismo acabado que los armarios y lo tendrás.
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