Tan bonitas y prácticas como acogedoras y sencillas, la decoración nórdica encuentra en la cocina uno de sus escenarios preferidos de la casa. Sin perder de vista su filosofía, ahora incorporan un plus de sofisticación, que les permite integrarse en todo tipo de estilos, sin perder su encanto natural. Materiales naturales, el color blanco y la luz son sus señas de identidad.
A favor de la luz
No hay mejor compañero de fatigas entre fogones que la luz natural. Deja que entre sin cortapisas, llegando al último rincón. Evita las cortinas, ama los grandes ventanales y si necesitas privacidad, elige siempre tejidos ligeros. Esta propuesta de Kvik con el ‘office’ en el mirador es una buena demostración del poder de la luminosidad. La pared de azulejos blancos con acabado brillante actúa como un espejo para los rayos solares.