Este piso del barrio de Salamanca (Madrid) reinventa el ‘look’ nórdico, demostrando que se puede ser sofisticado y lujoso y, al mismo tiempo, funcional y sencillo. El resultado son 270 metros cuadrados llenos de estilo, donde nada se ha dejado al azar y cada detalle, desde la iluminación hasta el mobiliario o la distribución, se ha cuidado al máximo, para conseguir un lugar estéticamente impecable, muy cómodo para vivir.

Reformado por Nordic Standard, una promotora escandinava especializada en el diseño de apartamentos de lujo, Madrid Sotheby’s International Realty lo vende en exclusiva por 2.300.000 euros.

Siguiendo la tendencia actual, un gran espacio único se convierte en el corazón de la casa, aglutinando cocina, comedor y salón. Esta 'apertura' logra hacer crecer los metros y expandir la luz a todos los rincones. Con columnas y vigas a la vista, una decoración tremendamente personal va dando forma a los diferentes ambientes. Las piezas de mobiliario y los accesorios, casi todos ellos de Skultun (una firma proveedora de la Casa Real Sueca) introducen un toque de ‘glamour’ al estilo nórdico predominante, logrando que respire diseño por todos sus rincones. 

El cuidado proyecto lumínico es una de las señas de identidad de esta vivienda, de cuya reforma se ha encargado Nordic Standard. Bellas y esculturas lámparas, situadas estratégicamente, apoyadas por focos empotrados, van dando vida y un plus de encanto a cada estancia. Así, en el comedor destaca un modelo colgante sobre la mesa y una regleta negra, que ilumina la fotografía en formato de tríptico. 

La madera (uno de los mejores amigos del estilo nórdico) se apropia de la cocina, vistiendo el mobiliario y el suelo, aunque, sin dudas, la protagonista absoluta es la isla, que, además de contar con sitio de almacenaje, alberga una zona de comedor de diario para seis comensales. Llama la atención que, salvo la vinoteca, la cafetera y el microondas, todos los electrodomésticos son integrables o escamoteables, lo que contribuye a mantener ese toque sencillo, que no simple de esta tendencia decorativa. Para iluminarla bien, se han dispuesto tres lámparas colgantes, con aire industrial.

Chispeante, atrevido, impactante… Este dormitorio, uno de los cuatro que tiene el piso, supone una verdadera declaración de intenciones: lo nórdico no siempre es minimalista. Esto no quiere decir que caiga en lo barroco y el exceso sino que la esencia escandinava (luz, mezcla de texturas, plantas, tonos claros…) tiene muchas caras. La clave de este equilibrio se encuentra en el uso del gris, un color básico que enriquece sin recargar, aportando sofisticación en cada pincelada (cortinas, cabecero, alfombra…). Mención aparte merece esa colcha ‘animal print’.

En cada estancia de este piso madrileño, se han cuidado al máximo los detalles y no se ha dejado nada al azar. Así, las camas son de Hänstens, lo que garantiza el máximo confort y un sueño reparador; las ventanas se han vestido con cortina y visillo, lo que permite ‘controlar’ la luz natural, según el momento del día; y se ha diseñado un proyecto lumínico a la medida, con lámparas móviles a ambos lados de la cama e interruptores, que facilitan apagar o encender las diferentes luminarias de la habitación.

Uno de los cuatro dormitorios de este piso del barrio de Salamanca, que vende Madrid Sotheby’s International Realty por 2.300.000 euros, es, en realidad, un apartamento con cocina y entrada independiente. Ideal para que el hijo mayor de una familia posea su propio espacio dentro de la casa. Muy luminoso, las paredes blancas, junto con el sofá en tonos claros, la alfombra y la ropa de cama, contribuyen a potenciar la sensación de ligereza y amplitud. Al igual que las piezas de mobiliario, de diseños sencillos y estilizados.

Para que la cocina de este mini apartamento, integrado en la vivienda, no pierda metros visuales, se ha diseñado abierta. La península actúa, además de como superficie de trabajo y barra de desayunos o comidas informales, como elemento divisorio con la zona de estar y el dormitorio. La iluminación con regletas negras de focos empotrados recrea un atractivo espíritu de ‘loft’.

Esta zona de escritorio, delimitada visualmente por la gran viga del techo, encuentra en la mesa de madera con cajón y en la silla Wire, un icono de los Eames, sus mejores aliados para crear un rincón de estudio práctico, pero también estéticamente perfecto. El cactus, una de las plantas con más tirón esta temporada, y la alfombra negra aportan un toque de calidez extra.

Para mantener ese aire sofisticado, el mármol negro viste las paredes y el suelo de uno de los cinco cuartos de baño de la vivienda. Mientras que los sanitarios son blancos, creando un efectista contraste visual. Un gran espejo preside la zona de lavamanos, donde hay que destacar la grifería dorada, un toque ‘glam’ lleno de estilo, y los bajolavabos abiertos. Siguiendo la máxima de cuidar cada detalle, la mampara de la ducha XL se aleja de los diseños convencionales, convirtiéndose en un tabique de cristal corredero con cuarterones negros. 

Las bañeras nos ayudan a convertir un cuarto de baño en un spa casero, donde desconectar y recargar las pilas. Adosada a la pared, permite aprovechar mejor el espacio disponible, dejando una zona central despejada, muy cómoda para secarte y aplicarte las cremas. Para permitir el paso de la luz de la estancia contigua, se ha diseñado un tabique de cristal translúcido en la parte superior de la pared, que mantiene, al mismo tiempo, la intimidad necesaria. La fotografía en blanco y negro juega con el mismo binomio de color del ambiente.  

El ‘black & white’ se erige en el dúo cromático de los cuartos de baño de este piso madrileño. Eso sí, en cada uno muestra una versión y una combinación diferente. En este, por ejemplo, el suelo, el mueble bajolavabo, la mampara y el radiador toallero son negros, mientras que las paredes, el techo y los sanitarios, blancos. De esta manera, se logra aligerar visualmente el conjunto y multiplicar la sensación de espacio.