Después de llevar más de un año y medio en situación de pandemia por coronavirus, hemos perdido la costumbre de recibir a nuestros amigos y conocidos. Sin embargo, parece que las cosas van volviendo poco a poco a la normalidad y estamos recuperando el placer de reunirnos en casa.

Pero, ¿qué ocurre cuando las visitas se plantean de improviso y no hemos tenido tiempo de arreglar nuestra casa? De repente suena el teléfono y alguien nos dice que viene de camino a vernos. Si no pierdes la calma y pones en práctica estos trucos, conseguirás dejar tu casa lista en poco más de 10 minutos.

Sé realista, mira a tu alrededor

Lo primero que debes hacer, si quieres salir victoriosa del atolladero, es pararte a observar el estado real de la casa. Fíjate en el grado de desorden que impera y sé realista: es materialmente imposible conseguir una casa limpia y ordenada en 10 o 15 minutos.

Lo que sí puedes conseguir es que “parezca limpia” y, sobre todo, que esté mínimamente ordenada. Abre las ventanas para ventilar y ponte manos a la obra. No tienes un minuto que perder.

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Priorizar es la clave: comienza por restaurar el orden

Si ya has asumido que no podrás limpiarlo todo en el tiempo que tienes para hacerlo, te darás cuenta de lo importante que es priorizar las tareas.

Céntrate en las zonas comunes de la casa: el salón, el recibidor, la cocina y el cuarto de baño. El primer objetivo es despejar las superficies: mesas, aparadores, consolas y encimeras son los puntos negros en los que se acumula el desorden.

Hazte con un contenedor grande, ya sea una cesta o una bolsa grande, y ve recogiendo en él todo lo que esté fuera de su sitio, desde prendas de ropa, juguetes, papeles, etc., para sacarlo de escena. Habrás solucionado (de forma temporal y efímera) gran parte del desorden que imperaba en tu salón.

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Eliminar el polvo: el segundo objetivo

Tratar de eliminar el polvo acumulado en los muebles y objetos es otra de las tareas que debes realizar, aunque solo tengas cinco minutos para dedicarle.

Repasa con un plumero antiestático (es más rápido que con un paño y, además, atrae las partículas de polvo sin desperdigarlas por el espacio) todas aquellas superficies bajas, las que están a la vista. Olvídate de los lugares altos que no se ven.

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La primera impresión es la que cuenta

El recibidor ha de estar en orden, ya que es el espacio que primero verá todo aquel que llegue a tu casa. Después de recoger todo lo que no debería estar allí, barre el suelo o pasar el aspirador (si tienes tiempo para ello). Coloca los abrigos en el perchero o el armario, el calzado en el zapatero y las llaves en su sitio. Pasa el polvo de la consola o de cualquier otro mueble.

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Limpieza exprés en el salón

Se trata de un repaso rapidísimo a esta estancia para dejarla lo mejor posible antes de que suene el timbre de la puerta.

Comienza por pasar un plumero para eliminar el polvo de los muebles (ya sabes, los que están a la vista). Después debes dedicarle una atención especial a la mesa de centro, ya que es la que mayor protagonismo va a acaparar delante de tus visitas. Procura que esté limpia y ordenada.

Solo queda una rápida pasada a la alfombra, si es que tienes tiempo. Un aspirador de escoba será, en estos momentos, la mejor herramienta ya que no es necesario montarlo y resulta muy cómodo y manejable.

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La cocina, bien recogida

Es uno de los espacios en el que pueden entrar las visitas, por lo que tendrás que procurar que esté recogido. Prioriza ordenar y limpiar la encimera sobre el resto de tareas: es el lugar donde mayor desorden se acumula. Además, tus visitas se fijarán precisamente, en su estado y se llevarán una mala impresión si se la encuentran repleta de cacharros sucios, ¿no crees?

Mete los platos sucios en el lavavajillas y cambia los paños sucios por otros limpios. Por último, barre rápidamente el suelo.

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El cuarto de baño, un espacio clave

Es fundamental que esté limpio y recogido. Si no está demasiado sucio, puedes usar toallitas limpiadoras específicas para baños. Con ellas podrás repasar el lavabo y la encimera y dejarla limpia en un minuto, y después elimina del espejo las manchas o salpicaduras, si es que las tiene.

Para adecentar el inodoro, utiliza un producto limpiador de baños para el interior. Esto no conseguirá que tu cuarto de baño esté realmente limpio, pero lo dejará aceptable por si se da el caso de que alguna de tus visitas tenga que usarlo.

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Un buen ambiente en casa

¿Por qué la limpieza es fundamental en una casa? Porque es uno de los factores responsables de que se respire un buen ambiente.

Un truco para conseguir una atmósfera agradable en casa es conseguir un buen aroma en los interiores. Y para lograrlo es fundamental ventilar los espacios adecuadamente.

Como ya comentamos al principio, la primera tarea que debes llevar a cabo es abrir las ventanas para que entre el aire fresco y se ventilen todas las habitaciones, o por lo menos el salón. De esta forma eliminarás malos olores, si los hubiera, y el ambiente estará más despejado.

También puedes utilizar un ambientador para conseguir que en tu casa reine un aroma agradable, sutil y delicado. Elige fragancias que no sean demasiado intensas.

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El vistazo final

Si has conservado la calma y has ido arreglando cada espacio a toda velocidad, puede que todavía te sobren un par de minutos para cambiarte de ropa, echar un vistazo a tu alrededor y comprobar que no te dejas algo a la vista que deba estar oculto.

No te olvides de devolver a su sitio el plumero, los trapos y el aspirador, así como los limpiadores que hayas utilizado. Que no parezca que has limpiado tu casa para la ocasión.

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