En el diseño de interiores , como en la cocina con buena materia prima es difícil, por no decir imposible, que algo salga mal. El estudio de arquitectura Nicola Tremacoldi partía con ventaja: el inmueble que alberga esta vivienda, que data de 1907, es un edificio histórico catalogado. Con ese ingrediente principal, al que se le suman otros tan importantes como la iluminación, han conseguido un ‘plato’ excepcional en el que el pasado no solo se cuela en la reforma sino que forma parte de la misma. Situada en el Ensanche de Barcelona, forma parte de lo que se conoce como Casas Francesc Lalanne, dos edificios realizados por el arquitecto Arnau Calvet y Peyronill, el proyecto ha buscado el equilibrio entre el respeto a sus vidas anteriores y las exigencias de una contemporánea cotidianidad. Y, a juzgar por el resultado, se ha logrado una simbiosis equilibrada, bella y llena de armonía.
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