El baño de invitados perfecto

En ocasiones el baño de invitados es una estancia fría y distante, pero cuando recibimos a alguien en casa se convierte en una zona de confort que debería aportar calidez y denotar que mimamos a nuestro invitado.

Por Cristina Soria

Cuando tenemos invitados en casa todos los detalles que les hacen sentirse acogidos les reconfortan de forma muy especial y hacen que su visita sea inolvidable. Tratándose de un baño de invitados, el objetivo consiste en dotarlo de aquellas cuestiones que puedan ser necesarias, y evitar que el invitado tenga que pedirlas.

Porque las horas a las que se utiliza el baño pueden ser muy tempranas o tardías, y porque una vez que estás dentro no es cómodo salir para recordar qué falta o qué necesitas, un anfitrión precavido vale por dos.

Ambiente de hogar

Los aseos y cuartos de baño de invitados suelen respirar frialdad y cierto abandono. Incluso no es difícil que tengan cierto olor a humedad proveniente de las cañerías o falta de ventilación. Sin embargo, cuando un invitado toma posesión de ese espacio es su terreno de confort más íntimo, y respirar un ambiente cálido y cercano transforma un frío espacio impersonal en una zona de la casa agradable y a recordar. Por eso, utilizar flores aromáticas pueden cumplir un doble objetivo: dan color y vida; y por otro lado, dotar al espacio de un olor con personalidad fresca y saludable.

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Cumpliando la misma función de las plantas y flores aromáticas, unas velas con olor pueden resultar un elemento único para dar la bienvenida. Pues existen recipientes muy originales con los que transmitir un mensaje de cercanía, con frases divertidas, texturas acogedoras y olores relajantes. La llama parpadeante de una vela apela a la parte más primaria de nuestra percepción, relaja, y potencia el confort.

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Toallas OK

Un juego de toallas de distintos tamaños forma parte de la bienvenida básica de la casa. Sin embargo, a veces por prisas y otras por olvido, si el invitado accede al baño sin las toallas se sentirá en el difícil trance de preguntarnos por ellas. Y si está a punto de ducharse para comenzar el día, o si ha llegado tarde y quiere una ducha relajante, puede ser un momento de tiempo muerto que podemos evitar. Ponérselo fácil cuesta muy poco, y dejar una sensación de cobertura completa acaba por diferenciar la estancia en tu casa de otra cualquiera. Sentirse cuidado es uno de los mejores regalos que podemos hacer a un invitado que va a pasar la noche en tu casa.

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Además, ten en cuenta que pese a que tú puede que utilices toallas de distintos juegos y que no tengas en cuenta en el día a día cómo están dobladas, cuando un invitado recibe las toallas, si todas son de juegos diferentes y están mal presentadas, la sensación es de improvisación total y falta de mimo. Eso, en tu rutina no tiene ningún valor, pero sí marca la diferencia cuando alguien depende de nosotros porque, con un par de minutos para pensar en ello y prepararlo, damos una sensación completamente distinta: toallas iguales, bien dobladas y presentadas, enrolladas o en forma de pirámide.

Aprovecha para dar vida a tu baño de invitados

Si no utilizas ese baño, puede que nunca te decidas a darle personalidad. Que parezca un espacio de paso, impersonal y sin carisma. Pero si vas a tener invitados próximamente, aprovecha para mirar a esta zona de la casa con otros ojos, con cariño. ¿Y si pones un cuadro? Solo con una lámina bien elegida, enmarcada de forma sencilla, barata y eficiente, puedes dar un énfasis de personalidad tremenda a un cuarto de baño impersonal.

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Además, incorpora pequeños elementos útiles, sencillos y muy necesarios para llenar de vida este espacio, como un pequeño taburete de madera, una planta o una bandejita con jabones. Y recuerda, añade y mima los detalles que te gustaría encontrarte en un viaje y en cómo agradeces sentirte en casa cuando estás fuera.

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