Si bien la calabaza es un ingrediente que encontramos durante todo el año, es en los meses de otoño e invierno cuando se encuentra en su mejor temporada. Estamos antes una fruta -aunque no se considere como tal sino más bien como una hortaliza- que engrandece nuestra cocina, ya sea tanto en el universo salado como en el dulce.
Quizás tenemos más costumbre de verla en primeros y segundos platos o en guarniciones, pero el juego que da la calabaza en la repostería es de lo más interesante, variado y enriquecedor. Y eso por no hablar de que también puede ser objeto de bebidas tan populares como la Pumpkin Spice Latte.
Al tener una pulpa tan dura hay que comerla cocinada, y en el caso de los postres que vamos a mostrarte lo hacemos o bien cocida, o bien asada en el horno. Y no tires las pipas porque las puedes secar en casa y obtener un aperitivo ideal o un buen recurso para añadir a sopas, cremas, ensaladas...
En el mercado actual se pueden encontrar diferentes tipos de calabazas, siendo las variedades más comunes conocidas como 'violín o cacahuete' y la 'cucúrbita máxima'. La primera es la ideal para hacer postres, alargada, con pulpa de color naranja, firme y sabrosa y ligeramente dulce y de textura cremosa.
Las elaboraciones dulces que podemos preparar con este fruto son muchas: flanes, tartas, pasteles, crepes, bizcochos, tortitas, compotas y un largo etcétera de sugerentes platos. Aquí te proponemos 10 postres con calabaza, ¡absolutamente irresistibles!















