Este plato, entre ácido y dulce, es todo un comodín porque lo puedes servir como entrante, como guarnición ¡o hasta como postre! Está repleto de vitaminas, minerales y es muy bajo en calorías. Nos encanta el aroma que le aportan la menta y el jengibre.
- 2 ud de Manzana verde ácida
- 4 ud de Zanahoria
- 1 trozo de Jengibre fresco
- 2 ud de Lima
- 3 cc de Aceite de oliva virgen extra
- Menta fresca
- Sal
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1.
Pela las zanahorias: 2 córtalas en rodajas finas y ralla las otras 2.
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2.
Haz exactamente lo mismo con las manzanas: pélalas, corta 2 en láminas finas y las otras 2 en bastoncitos.
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3.
Exprime, cuela el zumo de lima y échalo en un cuenco.
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4.
Pela el jengibre, corta en rodajas finas y agrégalo con la menta.
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5.
Incorpora el aceite y una piza de sal y mezcla todo bien.
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6.
Sirve en los platos tanto las rodajas como los bastones de manzana y de zanahoria.
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7.
Echa por encima el aliño de lima, jengibre y menta y decora con algunas hojitas más.
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