Si pensamos en el verano y en alguna bebida fresquita, seguro que a muchos nos viene a la cabeza una deliciosa limonada. Pero, si lo que quieres es reducir la ingesta de calorías, haz una bebida saborizada con esta fruta pero sin añadirle mucho más azúcar.
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1.
Llenamos una jarra con agua.
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2.
Lavamos y cortamos en rodajas tanto el limón como la lima. Lavamos la menta fresca y nos quedamos con sus hojas, descartando los tallos.
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3.
Ponemos nuestros tres ingredientes dentro de la jarra de agua y, a continuación, llenamos de hielo. Es mejor que disminuyas la cantidad de agua para conseguir incluir mucho hielo; la bebida ha de estar bien fresquita.
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4.
Removemos y dejamos reposar unos minutos para que el agua se impregne de todos los aromas y sabores.
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