Hacemos aquí un postre inspirado en la clásica tarta Pavlova. Una vez hecha, la desmenuzaremos y colocaremos los pedacitos sobre una rica crema de horchata. Coronamos con unas rodajas de naranja (o la fruta que más nos guste) y unas hojas de albahaca. Un postre rico y de lo más 'artístico'.
- 2 Naranjas (o mandarinas)
- 1 manojo de Albahaca
- Flores comestibles
La Pavlova
- 4 Claras de huevo
- 400 g de Azúcar
- 0.25 cucharadita de Cremor tártaro
- 1 cucharada de Harina de maíz
La crema de horchata
- 200 ml de Horchata
- 125 ml de Nata para montar
- 2 cs de Azúcar
- 1 cucharada de Azúcar vainillado
- 1 cucharada de Miel
- 1 cucharada de Harina de maíz
LA PAVLOVA
-
1.
En un recipiente perfectamente limpio y seco, echar las claras a temperatura ambiente y el cremor tártaro y comenzar a montar con unas varillas eléctricas (si no se dispone de cremor tártaro, éste puede sustituirse por el doble de cantidad de una mezcla a partes iguales de zumo de limón y vinagre blanco).
-
2.
Cuando estén espumosas, añadir poco a poco el azúcar mientras se sigue batiendo y, finalmente, incorporar la harina sin dejar de batir.
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3.
Extender la masa en un papel de horno hasta que tenga unos 2 cm de grosor.
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4.
Ponerla con el papel en la bandeja del horno y hornearla 90 min a 100º. Una vez fría la pavlova, romperla en trozos irregulares.
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1.
Reservar un vaso de horchata y poner el resto en un cazo con la nata, los dos tipos de azúcar y la miel y calentarlo a fuego medio.
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2.
Disolver la harina en la horchata reservada, añadirla al cazo y remover hasta que empiece a espesar. Retirar del fuego y dejar que se enfríe.
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1.
En una bandeja grande de forma rectangular, extender la crema de horchata, colocar encima la pavlova deconstruida
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2.
Añadir las naranjas (o si lo prefieres, clementinas) partidas en rodajas gruesas y decorar con unas hojas de albahaca y las flores comestibles,
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