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50min
Fácil
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¡HOLA! COCINA
El calabacín es una de las hortalizas más utilizadas a diario en nuestras cocinas. Es un vegetal muy saludable que se puede comer con o sin piel (mejor con ella pues ahí se concentra una gran cantidad de fibra). Este producto nos permite en la cocina muchísimas posibilidades como estos pasteles, que vendrían a ser una especie de 'quiche lorraine' en formato individual, receta estrella de la gastronomía francesa.
- 4 ud de Calabacín pequeños
- 3 ud de Huevos
- 300 ml de Leche entera
- 75 g de Mantequilla
- Sal
- Pimienta negra
- 50 g de Harina
- 2 cs de Almendra molida
- Queso parmesano rallado al gusto
- Ralladura de limón
-
1.
Primero precalentamos el horno a 190°C y mientras toma temperatura prepararnos todo lo necesario para elaborar nuestra receta.
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2.
Lavamos y laminamos los calabacines en rodajas finas.
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3.
Derretimos la mantequilla, batimos los huevos y mezclamos todo junto con la leche entera.
-
4.
Salpimentamos la mezcla e incorporamos los calabacines laminados.
-
5.
Tamizamos la harina para que no se nos formen grumos y añadimos una pizca de sal, las almendras molidas, la piel rallada del limón y el queso parmesano rallado.
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6.
Juntamos la mezcla líquida con los ingredientes secos y mezclamos con cuidado.
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7.
Engrasamos con un poquito de mantequilla unos recipientes individuales aptos para horno, vertemos la masa y cocinamos durante 20-30 minutos o hasta que, pinchando con una aguja, ésta salga limpia y los bordes estén dorados.
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8.
Sacamos los pasteles del horno y los dejamos enfriar un poco antes de servir.
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9.
Podemos espolvorear un poco de sal en escamas por encima o incluso con un poco de menta o hierbabuena fresca para darle un toque diferente.
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