En primavera, llegan las prisas. El verano está a la vuelta de la esquina y quien más quien menos quiere dejar atrás el michelín que no puede estar a la vista cuando llegue el momento de sacar la ropa de baño. ¿Quieres saber por dónde empezar?
1. Ponte en buenas manos. Todos sabemos que la entrada a un gimnasio puede ser complicada, por eso, ante este reto, lo más importante es decidirse por un gimnasio con personal capacitado y profesional, ellos harán que este proceso sea más sencillo y eficaz.
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2. Ojo con la dieta. Todo debe comenzar por cambiar nuestros hábitos e incorporar una nueva y refrescante rutina, que comience con un buen desayuno. Son muchas las personas que no desayunan, y es un gran error, debemos mantener unos buenos niveles de glucosa en sangre y así evitar el hambre y el mal humor, el mismo que nos puede producir desánimo e invitarnos a no acudir al gimnasio ese día. Debemos preguntar en nuestro centro por hábitos alimenticios adecuados. Muchas veces no necesitamos hacer un régimen estricto sino, simplemente, darle una vuelta a nuestros platos. Comer cinco veces al día, incorporar frutas y verduras frescas a nuestra dieta, y unos 2 litros de agua son algunos de los consejos que tu entrenador/a podrá darte, pero ante todo, no dudes, y pregunta.
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2. Elegir bien la actividad. Por otro lado, para nuestro gran y exitoso cambio, debemos combinar un entrenamiento de fuerza y resistencia, y no limitarnos a pasar horas y horas en las máquinas de entrenamiento cardiovascular. Una actividad que combina ambos aspectos es Bootcamp. Esta actividad de alta intensidad es perfecta, no necesitamos un tiempo excesivo sino unos 30 minutos unas dos o tres veces por semana. Es muy eficaz, puesto que es una actividad guiada y supervisada por un entrenador, lo que te hará evolucionar en tu reto y tu salud. Además, no necesitas tener una resistencia desproporcionada porque en esta actividad se trabaja con intervalos de tiempo en los que está incluido un breve, pero reparador, descanso.
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Además, recuerda:
- No reducir el número de ingestas diarias
- No pasar largos periodos de tiempo haciendo ejercicio cardiovascular
- No abrigarte demasiado mientras realizas actividad física…
- Y, sobre todo, no olvides que con un poco de esfuerzo lograrás tu objetivo e incorporarás una magnifica rutina en tu día a día. Es muy importante estar motivad@ y concienciad@. Puede ser un punto de partida suficiente para empezar a ponernos en forma y a sentirnos bien.
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