Momi es un exagente de los servicios secretos reconvertido en intermediario que trabaja con los poderosos grupos israelíes desesperados por controlar Jerusalén Este, de mayoría árabe, por todos los medios posibles. Melancólico y bien relacionado, el protagonista se desliza entre las comunidades utilizando su astucia, crueldad y duplicidad para gestionar negocios inmobiliarios turbios entre residentes árabes y compradores israelíes, arriesgando todo lo que tiene para ganar suficiente dinero para mantener a su hija autista, Maya