Antonio Banderas contagia su pasión por la música a su novia Nicole Kimpel

El actor, acompañado de su pareja, acudió al estreno de su musical 'El fantasma de la ópera' en el Teatro Albéniz de Madrid

Por Paloma Anaya

Antonio Banderas presentó el estreno del clásico musical El fantasma de la ópera en el Teatro Albéniz de Madrid, que llega de nuevo a la capital de la mano de la promotora Lestgo, la empresa del actor malagueño y su socio, el compositor británico Andrew Lloyd Weber. El aclamado actor y cineasta se dio cita en la premiere, acompañado de su inseparable novia, Nicole Kimpel, y Lloyd Webber, uno de los grandes creadores musicales a nivel mundial y responsable de este último proyecto, su primera producción junto al artista malagueño.

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El protagonista de La máscara del zorro estaba exultante y su imagen recordó al estilo que lucía en la película que protagonizó junto a Catherine Zeta-Jones y que tantas alegrías le proporcionó a lo largo de su carrera. Con el pelo engominado, barba y un esmoquin impecable, Antonio Banderas, de 63 años, se dio cita en la premiere en la que rindió honores al compositor LLoyd Weber y se deshizo en miradas y gestos de cariño con su pareja, la empresaria holandesa Nicole Kimpel, de 43 años, que para la ocasión eligió un vestido dorado de corte midi y falda de vuelo con estampado floral en negro. Una creación con la que conquistó a todos los presentes, entre ellos su pareja, que solo tenía ojos para su chica, con la que lleva nueve años de relación.

Banderas y Kimpel forman una de las parejas más atractivas del panorama social. Se conocieron en el año 2014 y todo comenzó con un baile en Cannes. Las cámaras fueron testigos de la química entre el actor malagueña y la modelo holandesa, aún una desconocida para el público. Él todavía estaba casado con Melanie Griffith, aunque el matrimonio estaba a punto de romperse, como explicó en ¡HOLA! meses después: "Los dos sabíamos dónde estábamos. Yo era todavía un hombre casado, aunque las cosas estaban abocadas a lo que después ha sido. Una vez los papeles del divorcio estuvieron, fue cuando empezamos a conocernos, y al tiempo surgió una relación”.

Una historia de amor ligada a la música

Desde entonces su romance ha estado ligado a la música y con su novia ha celebrado todosy cada uno de sus triunfos. Banderas comenzó su andadura musical con el espectáculo A chorus line, una obra  en la que llevaba años trabajando y que estrenó en el año 2019 cuando inauguró su nuevo Teatro del Soho CaixaBank de Málaga. A esta ciudad anzaluza se marcharon a vivir, pero vino la pandemia y frustró durante meses sus planes.  El actor, productor y cineasta, permaneció solo en Málaga durante todo el confinamiento debido a que la crisis sorprendió a Nicole Kimpel en Ginebra junto a su padre y su hermana, pero pronto pudo llevar su obra a Madrid con los protocolos y medidas de seguridad instauradas por el coronavirus y celebró con su novia las excelentes noticias acerca de la reanudación de su show.

A partir de entonces vinieron obras como Company, la obra en la que trabajó con su hija Stella Banderas y que volvió a subir el telón de su teatro en el que tanto dinero y esfuerzos había invertido, y actuó como protagonista. Luego vino Godspell, un clásico de Broadway en el que trabajó junto a Emilio Aragón. Entretanto Nicole confesó sentirse feliz en la tierra natal del actor. Su rutina es como la de cualquier pareja: trabajo, deporte y citas en las que se incluye una cena, un musical o una película. Esta vez en el estreno de El fantasma de la ópera han vuelto a demostrar que solo tienen ojos el uno para el otro y tras más de nueve años de relación siguen estando tan enamorados como el primer día.