Entrevista con el exguardia civil Jorge Pérez: del nacimiento de su cuarto hijo a su mudanza a Madrid

 Así lo afirma a ¡HOLA!, mientras acude con sus hijos a la adaptación teatral Charlie y la fábrica de chocolate, que ocupa el Espacio Delicias, en Madrid, convertido en musical. Allí, Jorge, de treinta y nueve años, nos ha hablado de la llegada del pequeño Marlon, su cuarto hijo junto a la coach Alicia Peña, nacido a mediados de julio, y de la reciente mudanza a Madrid junto a toda su familia.

©@jorgeperezdiez

—¿Cómo están siendo estas primeras semanas junto al pequeño Marlon?

—Superespecial, muy emocionante. Además, tenemos la suerte de que sus hermanos están supercomprometidos y nos echan una mano, que nos ayuda mucho.

—¿Cómo te apañas siendo padre de cuatro niños?

—Pues haciendo muy buen equipo con mi mujer. Creo que es fundamental el organizarse y tener ese feeling con tu pareja, así como saber dar el espacio que cada uno se tiene que dar. Si no, no sería fácil llevarlo.

—Has contribuido bastante a la natalidad de este país.

—Me preguntan si voy a tener más, pero creo que ya he colaborado bastante (ríe).

—Entonces, cierras el cupo.

—Sí, sí. Totalmente.

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—¿Permaneces instalado en tu tierra, Cantabria?

—Desde hace un par de semanas, estamos instalados en Madrid. Nos queda alguna caja por desembalar, pero ya estamos aquí.

—¿Te has mudado para aprovechar las oportunidades que estás teniendo en televisión?

—Se han juntado varias circunstancias. Entre ellas, las laborales, por supuesto. Luego, Madrid es una ciudad de oportunidades. Me ha pasado que volvía a casa y me llamaban para algún evento, pero no podía ir… Creo que era importante este cambio. Además, muy secundado por mi familia, así que encantados.

—¿Te has comprado casa en Madrid?

—No. De momento, estamos de alquiler. Sería precipitado comprar una vivienda y más con los precios que hay en Madrid (ríe). Pero nos hemos propuesto ser un poco nómadas, así que iremos donde nos vayan llevando. El planeta es demasiado grande como para estar arraigado en un solo sitio.

—¿Cómo ha sido el cambio de ciudad para tus hijos?

—Muy bien. La verdad es que se han hecho muy bien al lugar y a los compañeros.

—¿Cuántos años tiene el mayor?

—Once.

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—Pues empieza a tener una edad delicada…

—Sí, pero es lo que te decía al principio: nosotros les hemos inculcado el viajar y conocer mundo. Es importante que tú tengas tus raíces, las conozcas y las quieras, pero no tener la necesidad de estar arraigado a un sitio de manera física. Como tienen esa mentalidad, lo llevan bien.

—¿Cómo ha llevado tu mujer el cambio en tu vida desde que se hizo viral tu foto?

—Lo ha llevado mejor que yo. Imagínate… Si ella no me hubiera apoyado desde el principio, no hubiese sido posible todo esto y no hubiera acabado de buenas maneras. Para mí, mi mujer es un pilar fundamental. Siempre nos hemos apoyado mutuamente en nuestros proyectos y esa es la base.

—Ella es coach, ¿verdad?

—Sí, coach motivacional.

—Mejor ayuda que ella no puedes tener. 

—Sí. Cuando fui a Supervivientes, me alababa el tema de la templanza y la paciencia. Gracias a mi mujer, he cambiado mucho porque antes era más irascible, más impulsivo (ríe).

—Pues ahora se te ve muy templado.

—También los años de profesión… Pero, especialmente, mi mujer era el bálsamo que yo necesitaba (ríe).

—¿Das por cerrada tu carrera como guarida civil?

—No. Qué va. Es cierto que ahora estoy de excelencia. Llevo dos años y la voy a estar más tiempo, pero sigo vinculado a la Guardia Civil. De hecho, estoy dando clases de formación. Luego, tengo varios proyectos para trabajar con la Guardia Civil. Para mí, es un orgullo que sigan contando conmigo. Me gusta trabajar para la Guardia Civil.

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—Después de salir en televisión, ¿tus alumnos no alucinan cuando te ven dando clases?

—No, bueno… Al final, yo me muestro como soy. No voy con acritud de hacer daño a nadie ni molestar. Mis opiniones las doy a como soy yo. Creo que no es incompatible con la otra.

—¿Nunca te ha dicho nada el cuerpo?

—No, al contrario. Tengo mucha relación con personal de la Dirección General.

—¿Y tus compañeros? Entre ellos, habrá algún comentario. Incluso, alguna risa…

—Sí. Muchas, muchas (ríe). He estado quince años desempeñando esa profesión y tengo no sólo compañeros. Para mí, son hermanos, porque hemos vivido situaciones que nos ha hecho crear ese vínculo.

—¿Tu mudanza a Madrid ha sido motivado por algún proyecto?

—No. Por ninguno en concreto. Ha sido por mi continuidad en el programa en el que colaboro. La temporada pasada tuve la fortuna de acudir prácticamente a todas las galas de Supervivientes, Secret Story y estoy superagradecido. No me presiono y voy abriendo las puertas que me voy encontrando.

—¿Qué metas te has propuesto? ¿Has pensado en probar suerte como actor?

—Es una puerta que no me cierro. De hecho, he tenido alguna propuesta. Pero no quiero lanzarme a sitios en los que el batacazo puede ser grande. De momento, prefiero formarme e ir paso a paso, pero es una puerta que no me cierro. Siempre me ha apasionado el cine.