Elena Rodríguez ha vivido una de las charlas más intensas y duras de su vida. La madre de Adara Molinero ha cruzado el puente de las emociones de Supervivientes para hablar de lo que supone para ella palabras como perdón o culpa. La concursante ha confesado los problemas que sufrió durante su infancia, por culpa de su dislexia. "Érase una vez una niña que tenía una familia maravillosa de cinco hermanos, un papá y una mamá. Pero esta niña tenía un pequeño defecto que era que no sabía explicarse, era disléxica", comenzaba a contar, como si de un cuento se tratara. Así ha expresado la dura y estricta educación que empleó su madre con ella.
Un drama que ha afectado hasta a la propia Lara Álvarez, la encargada de conducir esta experiencia a través de preguntas. La presentadora ha roto a llorar interrumpiendo el desarollo previsto del programa para dar cariño a la aspirante. "Es muy duro lo que has contado. Perdonad, yo no tenía ni idea, Elena...", decía con lágrimas en los ojos, antes de abrazarse en un emotivo momento. Carlos Sobera, desde el plató de Madrid, ha acompañado el gesto con un aplauso y asegurando que "ese abrazo es de toda España". La aspirante ha dejado claro el amor que siente por su madre a la que ha tratado de disculpar: "No os sintáis culpable. Cuando no se entiende lo que pasa o piensas que la forma de educar es la más correcta no hay culpables. Llevo mucho dolor pero amo a mi madre más que a mí misma".
La concursante ha repasado otros aspectos negativos de su vida, echándose la culpa de la mala relación que mantienen en la actualidad su hija Adara y su hijo Aitor. "Yo fui culpable por no darme cuenta antes de lo que pasaba. Nunca he hablado de esto con vosotros, pero hay cosas que yo no tenía que haber permitido, como madre soy culpable, muy culpable", aseguraba mientras lloraba, convencida de que es el momento para contar todo y que su familia pueda volver a reunirse.
Elena abre su corazón y manda un romántico mensaje a su pareja
Elena no ha podido parar de hablar de sus hijos, a los cuales ha pedido perdón. "Las cosas pasan, hay que asumirlas. No tengo que perdonar a alguien, me gustaría que me perdonaran mis hijos". "Me hubiera gustado darles otro tipo de infancia, tirarme más al suelo con ellos a jugar", reflexionaba con los sentimientos a flor de piel. Así, la madre de Adara ha confirmado lo que le hubiera gustado: "En vez de empeñarme tanto en la comida o tener la casa limpia, esos pequeños ratos haberlos dado más amor, haberles dicho que son lo mejor que me han pasado".
El distanciamiento con su hermana
El puente de las emociones ha servido a Elena Rodríguez para quitarse un peso de los hombros. "Espero que mi familia no se enfade, soy yo, es mi vida. No tengo palabras para describir que los sueños existen", ha declarado la concursante, hablando de la increíble experiencia que ha vivido en Supervivientes. Otro de los episodios más complicados de su vida ha sido distanciarse de su hermana mayor, Aurora. "Espero que podamos hablar y darle un abrazo. Darle el placer a mi papá, que es un ser maravilloso, de ver a sus dos hijas juntas comiendo", continuaba, sin poder parar de llorar por todos los sentimientos que ha despertado en esta jornada.
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