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La expulsión entre Mila Ximénez y Dinio García era determinante. Tras ella se escondía una auténtica lucha de poder que podía cambiar el rumbo de la casa de GH VIP. Los porcentajes ciegos avanzaban una auténtica lucha de gigantes, pues marcaban un 45%5 frente a un 54,5% a principio de la noche. Si Mila ganaba, la guerra contra Kiko Jiménez estaba asegurada; por el contrario, si lo hacía Dinio, el poder del extronista quedaría revalidado por la audiencia. Después de una tensa gala en la que los conflictos internos volvieron a salir a la luz y a poner sobre la mesa los diferentes bandos y tensiones. Adara se ha convertido en una de las principales rivales para los concursantes de Gran Hermano, que estos días ha encontrado un fuerte apoyo en la colaboradora de Sálvame. El acercamiento no sentó nada bien a Alba Carrillo, que tuvo un tenso desencuentro con ella en pleno directo, o con Antonio David, con quien Mila tuvo la oportunidad de saldar sus cuentas pendientes antes de conocer el veredicto del público.
"No me gusta estar con Mila aquí sentado. Es con la única persona que no quería estar aquí. Me rompió la decisión de Kiko. No puede ir con esa actitud por la vida", comentaba el cubano cinco minutos antes de que se cerrasen las líneas telefónicas. Mientras tanto, en plató, Sofía Suescun y Diego Matamoros intentaban justificar la relación que están teniendo Kiko y Estela dentro de la casa. Nerviosos y cogidos de la mano, los nominados se enfrentaban a la decisión del público, que acabó expulsando a Dinio con un 44,1% frente a un 55,9% de su rival. "Nunca he estado en una sala de nominación y me alegro de estar con él. Es una faena porque se va alguien que ha puesto y ha ofrecido muchísima ilusión a la casa", decía la periodista. "Estoy contento porque se lo merece", comentaba relajado el cubano tras conocer el veredicto. "Prefiero que se así. No tengo fuerzas para enfrentarme con él, pero no entres en el trapo. Sé fuerte", añadía antes de irse.
"Esto me ha dado una fuerza tremenda. Sé que voy a tener bajones, pero voy a disfrutar de la experiencia y de lo que se me ha regalado. Juro públicamente que no voy a decir más la frase de 'me quiero ir'. Si lo hago que me penalicen, lo juro por Alba. Voy a quedarme aquí hasta que me echen", comentaba la escritora antes de reencontrarse con el resto de sus compañeros. "Me sabe mal por Dinio, pero contemplaba esta opción, seguimos jugando", decía Kiko tras el regreso de su rival. "Me sienta fatal…", comentaba por su parte Adara.
El juego de líder se disputó en una prueba en la que tuvieron que buscar con la cara una bola de color verde oculta dentro de tartas de nata. El destino quiso que esta se encontrase en la tarta de El Cejas, que obtuvo la inmunidad y el poder de intercambio. Kiko, Estela y Joao encontraron una roja, que les permitió realizar sus nominaciones privado. El Cejas decidió no irse a nominar al confesionario y, tras el recuento de puntos, que colocaba en la palestra de las nominaciones a Adara, Kiko y Joao, aunque tuvo que ir más tarde a hablar con el Súper para utilizar su poder de intercambio, que decidió no utilizar: "La última vez que hice esto traicioné a una amiga y aún me siento mal por ello".
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