Si hace unos días vimos a Irina Shayk con su hija paseando por la Gran Manzana, ahora ha sido Bradley Cooper el que ha podido disfrutar de un día con la pequeña Lea de Seine. Tras su separación, la modelo y el actor llegaron a un acuerdo para compartir la custodia de la niña y parece que se están adaptando a la perfección. Los dos se vieron obligados a establecer su residencia habitual en Nueva York (Bradley vivía en Los Ángeles) y pasan la mitad del tiempo con Lea, aunque los períodos pueden variar de un mes a otro, dependiendo del trabajo y los horarios que tengan.
Hacía mucho tiempo que no veíamos al protagonista de Ha nacido una estrella disfrutando de un tiempo con su hija. De hecho, este verano fueron muchos los que se preguntaron dónde estaba Bradley Cooper y por qué no había fotos de él paseando con su Lea o jugando en el parque, como solía hacer antes. A mediados de agosto, el actor viajó hasta Ibiza para recoger a su niña y protagonizó un frío reencuentro con la modelo rusa, con la que apenas intercambió palabra. A pesar de que su historia de amor haya llegado a su fin, su único objetivo es que su hija crezca feliz y rodeada de amor, por eso, han puesto todo de su parte para llegar a un acuerdo amistoso. Una fuente cercana a la pareja explicó recientemente a la revista People que no se trata de un acuerdo formal, ya que los dos se están esforzando en hacer las cosas bien y no tienen necesidad de dejarlo por escrito.
El protagonista de películas como Resacón en Las Vegas o El lado bueno de las cosas demostró que es todo un padrazo y estuvo muy pendiente de su hija. Lea de Seine, que ya tiene dos añitos, iba feliz en brazos de su papá. En esta ocasión, llevaba un mono de color gris, calcetines de lunares rosas y unas originales zapatillas, además de un lazo en el pelo. Por su parte, Cooper se decantó por unos vaqueros, zapatos de ante de color camel y una chaqueta tipo 'bomber' de color azul petróleo que en la espalda llevaba grabado el mensaje 'The Rumble in the Jungle - África 74', en honor del histórico combate de boxeo en el que participó Muhammad Ali en el año 1974.
Mientras que el actor se ha dejado ver en contadas ocasiones desde que está soltero, la modelo rusa ha hecho todo lo contrario y está aprovechando al máximo, combinando su vida de mamá con su carrera profesional. Irina se encuentra en un momento muy dulce y tiene una agenda llena de compromisos, además, se ha vuelto mucho más activa en sus redes sociales desde que puso punto y final a su relación con Bradley.
Esta misma semana, la top ha compartido con sus más de 12,7 millones de seguidores esta simpática foto en la que sale acompañada de la modelo rusa Anne Vialítsyna. Las dos amigas disfrutaron de una exquisita cena en la que no faltaron las risas y ¡mucho champán! "Rusas", escribió Shayk, que llevaba un original y colorido vestido con el rostro de Marilyn Monroe estampado. "Una de las razones más importantes para volver a Nueva York", es el cariñoso mensaje que Anne le ha dedicado a su amiga tras este reencuentro tan especial.
Irina Shayk, con Alejandro Agag en la Fórmula E en Nueva York
