Tras casarse en secreto el pasado mes de mayo, Cesc Fábregas y Daniella Semaan han comenzado sus vacaciones en el mismo lugar en el que decidieron pasar su breve y familiar luna de miel: Ibiza. La isla pitiusa volvía a convertirse en el paraíso perfecto de la pareja para desconectar unos días y disfrutar junto a sus hijas pequeñas, Lia y Capri, de cinco y tres años respectivamente, y unos amigos de sus primeras vacaciones como casados.
Como ya hiciesen en su día Cristiano Ronaldo y Georgina Rodríguez, el matrimonio alquilaba el impresionante yate de 27 metros de eslora 'aYa London' para pasar el día en alta mar. Siempre cariñosos, el futbolista y su mujer no tuvieron problema en mostrar su amor ante la tripulación y sus invitados con besos y abrazos. Este barco es el mismo que el madridista y la modelo escogieron el año pasado para sus vacaciones, cuando fueron sorprendidos por la Agencia Tributaria Aduanera.
Además de tiempo en el barco, la familia y su grupo de amigos pisó tierra firme en Formentera, isla en la que pararon para pasear por sus bellas calas y jugar un rato con las palas. Daniella, al más puo estilo Kardashian, estaba espectacular con un biquini estilo lencero en color negro y azul klein y gorra deportiva. También su chico, que lucía un llamativo bañador animal print en color rojo.
Los propios protagonistas han querido dejar constancia de su paso por la isla en sus redes sociales. El catalán, que no ha sido convocado este año para formar parte de selección española, aprovechaba la ocasión para mostrar sus dotes como "DJ C" y publicaba un vídeo en el que podíamos verle manejando los platos en alta mar. Su mujer, por el contrario, prefería compartir un gracioso vídeo de Capri bailando en el barco. "Why not 😍 vacation mood", escribía como pie de foto.
Cesc y Daniella se dieron el "sí, quiero" el pasado 14 de mayo enun romántico y secreto enlace celebrado en Cliveden House, un hotel señorial de cinco estrellas lleno de historia situado en Taplow, en el condado de Buckinghamsire. Destaca por el encanto de sus interiores de estilo inglés, muebles antiguos, jardines suspendidos sobre el Támesis, esculturas, parterres de flores y poda ornamental de árboles, que conforman el lugar ideal para cualquier celebración. El lugar es ahora mucho más conocido por ser el hotel en el que Meghan Markle pasó su última noche de soltera, antes de convertirse en la esposa del príncipe Harry, cinco días después de la boda del futbolista.
El matrimonio oficializaba así un romance que comenzó a finales de 2011 y del que han nacido tres hijos, Lia, Capri y Leonardo, al que no hemos podido ver en esta ocasión. Ellos, han aumentado la familia numerosa, puesto que ella tenía ya dos hijos de una relación anterior.
