Oro galés para ella y platino para él, estas son las alianzas

El príncipe Harry y Meghan Markle eligen unos anillos que conjugan la tradición de la Casa Windsor y la modernidad de la pareja

by S. Acosta

El momento del intercambio de anillos es habitualmente uno de los más emocionantes de la ceremonia y ha sido también en el caso de la boda del príncipe Harry y Meghan Markle, los nuevos duques de Sussex. El matrimonio luce ya sus brillantes alianzas, unos anillos en los que se conjuga la tradición de la Casa Windsor con la modernidad de la pareja. Con estos anillos dejan atrás esas pulseritas de colores que delataron su amor en el otoño de 2016.

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Meghan ha recibido de manos del Príncipe una alianza de oro galés, siguiendo la tradición, que ha sido regalo de la Reina de Inglaterra. Harry por su parte ha apostado por una banda de platino con acabado texturizado. Ambas piezas han sido fabricadas por Cleave and Company, una firma que cuenta con la Royal Warrant, el sello de garantía de la Casa Windsor. 

De este modo el príncipe Harry marca una diferencia más con la boda de su hermano, ya que el príncipe Guillermo, al que le costó un poco poner el anillo a Kate, por decisión personal no quiso recibir una alianza, ya que no es amigo de llevar joyas en general. No es el caso de Harry al que durante toda su vida le hemos visto con collares y pulseras informales, algunos de ellos de sus viajes y otras que simbolizan alguna de las muchas causas benéficas que apoya. 

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El caso del duque de Edimburgo, marido de la Reina y abuelo de Harry, es similar al de Guillermo, no lleva alianza. El príncipe Carlos en cambio sí es un hombre de anillos pero los lleva, dos en concreto, en el dedo meñique de su mano izquierda. Uno de ellos parece ser la alianza de su boda con la duquesa de Cornualles, enlace que también se celebró en Windsor en el año 2005, y el otro es el sello oficial del Príncipe de Gales, un símbolo heráldico que tiene casi dos siglos de antigüedad y que tiene el significado de servir a la Corona.

Otro de los cambios que hemos visto en el momento del intercambio de anillos y que habla del carácter de la pareja es que si el padre de Diana, el conde Spencer, entregó la mano de su hija a Carlos y el padre de Kate, Michael Middleton, hizo lo mismo en el año 2011, esta vez ha sido el propio Harry el que ha cogido la mano de su prometida para protagonizar uno de los intercambios de alianzas más románticos de la realeza.

El oro de reinas para Meghan

Siguiendo una tradición que empezó con la Reina Madre cuando se casó con el rey Jorge VI (padre de Isabel II) en 1923, las alianzas que han intercambiado el príncipe Harry y Meghan Markle se han hecho con oro galés. Aunque ya no hay minas de oro en Gales, pues la última cerró en 2007, tienen guardada desde 1981 una pepita de 36 gramos que ha servido para varias bodas, entre ellas la del príncipe Andrés y Sarah Ferguson en 1986. Se trata de una pepita de la mina Clogau St David, en la localidad de Bontddu, al norte de Gales. 

Cabe recordar que cuando en el otoño de 2016 se comenzó a rumorear que Harry de Inglaterra estaba enamorado de una actriz americana (para aquel entonces ya habían vivido seis meses de discreto amor entre Londres y Toronto) fueron unas pulseritas hechas con bolitas azules, negras y blancas, las que delataron su relación. El Príncipe la llevaba a sus actos oficiales y pronto en las redes sociales de Meghan Markle, entonces con más de un millón de seguidores se encontró una pulsera idéntica. 

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