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Está en todos los rankings de los mejores deportistas del mundo, pero Serena Williams protagoniza ahora titulares por la increíble fortaleza y valor que está demostrando en el documental Being Serena de HBO, que se emite semanalmente y revela cómo ha sido su vida alejada de las pistas en los últimos meses. Fue madre de su primera hija en septiembre y dos meses después contrajo matrimonio con el amor de su vida y padre de su bebé, en una preciosa ceremonia en Nueva Orleans. Esta boda parecía un auténtico cuento de hadas, pero la tenista ha revelado en el capítulo de esta semana que su padre, que tenía que haberla llevado hasta el altar, no estuvo en el enlace. Y la avisó cuando solo quedaba una hora para la ceremonia.
La habilidad de Serena para mantener la calma en la pista tuvo mucho que ver con lo que ocurrió cuando, en los momentos previos a casarse con el amor de su vida, recibió un SMS de su padre, Richard Williams, diciendo que no podría acudir. "No quiero que te enfades conmigo, pero simplemente no puedo acompañarte hasta el altar. No me siento yo mismo. Estoy demasiado nervioso", escribió el que ha sido su entrenador durante gran parte de su carrera. Ella estaba realizando una sesión de fotos cuando leyó el mensaje y, comprendiendo qué quería decir su padre, sin enfadarse ni entristecerse por no poder contar con él en ese día tan especial, respondió: "No pasa nada si no quieres venir a la boda, está bien. No me voy a enfadar contigo por eso, así que no quiero que te sientas mal".
"Él estaba en Nueva Orleans, tenía el traje, sé que le hacía mucha ilusión", explicó Serena Williams en el capítulo emitido esta semana. "Quizás otras hijas hubieran reaccionado de otra manera, pero sé los problemas con los que ha estado lidiando en estos últimos años. Su salud ha mejorado, pero aún no se siente bien del todo, no se siente perfectamente. Y si no quiere salir delante de tanta gente lo entiendo a la perfección. Cuando empezamos a ser conocidos mucha gente no le entendía, creo que muchos ni siquiera lo intentaban y puede que no hubieran podido entenderle aunque quisieran", reveló. "Nuestra familia sabe lo que hay, queremos vernos felices los unos a los otros, eso es lo que importa. No creo que nada pueda cambiar eso".
Sin dudarlo ni un segundo, Serena caminó sola hasta el altar con un precioso vestido de Sarah Burton para Alexander McQueen, el mismo diseñador que creó el vestido de la Duquesa de Cambridge. Lo hizo con una sonrisa y hasta ahora no había revelado nada de lo ocurrido. Este momento coincide con la semana en la que la tenista viaja a Londres para la boda de su amiga Meghan Markle con el príncipe Harry y en medio de la polémica por la sonada ausencia del padre de esta. Meghan publicaba un comunicado a solo dos días del enlace confirmando que su padre no estará presente en Windsor durante la importante jornada de celebraciones.
Tras esta decisión, han vuelto a resurgir con fuerza los interrogantes sobre quién llevará entonces al altar a la novia. Descartado su padre, la prensa británica ha abierto nuevas vías al indicar, por un lado, que este papel podría ser asumido por su madre, Doria, que ya es la encargada de acompañar a su hija en el trayecto en coche hasta el Castillo de Windsor. Por otro, cabe la posibilidad de que sea el propio novio, Harry, quien, junto con el duque de Cambridge, realice el camino al altar junto a Meghan Markle en uno de los días más importantes de su vida.
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