A pesar de ser uno de los cantantes más reconocidos, Miguel Bosé siempre ha sido muy celoso de su intimidad. Poco dado a dar detalles de su vida privada, a lo largo de su carrera ha intentado mantenerse alejado del foco mediático por cuestiones que no fueran estrictamente profesionales. Sin embargo, ha decidido empezar a compartir ciertos aspectos de su ámbito más reservado con sus fans, mostrándoles algo que nunca antes había enseñado, nada menos que su casa. Así lo anunciaba hace tan solo unos días a través de sus redes sociales con una fotografía posando con sus perros ante la fachada de su residencia madrileña.
"Estoy en Madrid y esta es mi casa. No sé por qué nunca la enseñé. Estos son mis labradores, Gordo, Tosca y Ponga su mamá, muy viejita. Quería empezar la primavera de modo distinto. Solo para vuestros ojos. Habrá más...", escribía el cantante manifestando su intención de mantener a sus seguidores al tanto de ciertos aspectos de su faceta más personal. Sin duda, una auténtica novedad que ha tenido una gran aceptación entre sus miles de seguidores, que no han tardado en aplaudir su iniciativa con cariñosos comentarios como "Eres un bello humano. Gracias por compartir tu intimidad" o "Qué lindo lugar ¡se ve que se respira paz! Gracias por mostrarlo".
Aunque Miguel fijó su residencia hace varios años en Panamá -país centroamericano en el que nació- junto a sus cuatro hijos, Diego, Tadeo, Telmo e Ivo, en busca de una mayor privacidad, también pasa largas temporadas en la capital española, donde dispone de su propio refugio familiar. Ubicado en una exclusiva urbanización a las afueras de la ciudad, esconde importantes recuerdos para él, unos tesoros que conserva de su juventud que, también ahora se ha decidido a compartir, tal y como él mismo explicaba en otro vídeo publicado en su cuenta de Instagram.
“Aprovechando que estoy en Madrid he decidido mostraros algunos de los objetos más personales que hay en mi casa y que jamás en la vida he enseñado. Dentro de esta foresta de bambú hay dos objetos que fueron parte de mi adolescencia y que la naturaleza integró en ella. Y sabéis que yo respeto su decisión por encima de todas las cosas”, explicaba misterioso despertando la curiosidad de sus 'followers', que no se podían imaginar lo que el intérprete de Amante bandido escondía en su jardín. Instantes después desvelaba sus preciadas posesiones. "Este es el primer coche que tuve, un Renault 5. Con este carro es con el que me escapaba cuando empezó mi carrera y lo compré con el primer dinero que gané. Y ahí está mi Vespa, también escondida", explicaba encantado de desvelar su existencia.
Dos increíbles reliquias que el artista insiste en conservar en su jardín, a pesar de que hayan sufrido los estragos del tiempo. Completamente integrados en el entorno como dos elementos más y con signos visibles de deterioro, Bosé las trata como auténticas joyas que fueron testigos de una etapa de su vida muy importante para él.
