Han sido unos días mágicos, en los que David Bisbal se ha relajado y ha cogido fuerzas para continuar su gira de conciertos. El almeriense ha compartido con sus incondicionales algunos de los momentos más especiales de su inicio de año, que ha compartido por supuesto con Rosanna Zanetti y su hija Ella, la otra niña de sus ojos. “Días inolvidables” ha escrito junto a un par de imágenes en las que se le ve abrazando a su hija, unas tiernas fotografías en las que se transmite puro amor.
Ha aprovechado al máximo las vacaciones y la muestra es que se ha llevado a su hija a practicar una de sus grandes aficiones: el buceo. Estar con la familia y descubrir los secretos que se esconden en los fondos marinos son el plan perfecto para el cantante, que ha descubierto bajo el agua un refugio en el que liberar tensiones. Quién sabe si fue durante una de sus inmersiones cuando se le ocurrió el título de su disco, Hijos del mar.
El almeriense está muy unido a su familia y siempre que puede, entre viaje y viaje, pasa tiempo con ella. Su hija Ella, fruto de su relación con Elena Tablada, es su tesoro y es con Rosanna, la mujer de su vida, y con ella con quienes ha dado el pistoletazo de salida a un 2018 que promete más éxitos. Tras una gira de conciertos que le ha tenido los últimos meses viajando por Latinoamérica, era el momento de volver a casa.
Y será así este año cuando sus fans españoles vuelvan a bailar al ritmo de sus temas en sus conciertos de Madrid (14 de junio), Barcelona (16 de junio) y Marbella (20 de julio), una agenda que seguro aumentará en los próximos días. Mientras, David seguirá recorriendo las aguas cristalinas con sus dos tesoros.
