La de este sábado promete ser la boda aristocrática del año. Casilda de Medina Conradi, nieta de la desaparecida Duquesa de Medinaceli e hija del fallecido Luis Medina y Fernández de Córdoba, dará el sí quiero a Ignacio de Loyola Crespí de Valldaura de Gonzalo, un joven de familia ilustre nieto del difunto marqués de Musey y descendiente del conde de Orgaz con el que mantiene una relación desde hace varios años.
La pareja remata estos días los últimos detalles de su enlace, que se celebrará este fin de semana a la una de la tarde en Sevilla, en la Casa Pilatos, propiedad de la familia Medinaceli ante la presencia de unos 400 invitados. Entre ellos se encuentra precisamente Naty Abascal, tía política de la novia, así como sus hijos Rafael y Luis Medina. Todos ellos han podido agasajar a Casilda y su futuro marido con diferentes regalos pertenecientes a una larga lista de bodas a la que ha tenido acceso Hola.com.
Los asistentes a la boda pueden encontrar en ella desde cuatro sillas de comedor de acero gris valoradas en 125 euros cada una -el objeto más barato- hasta una mesa rectangular de cristal cuyo precio alcanza los 1.913 euros que constituye el obsequio más caro. En total, más de medio centenar de regalos entre los que se encuentran algunos de lo más dispar y original, como un ordenador Mac de 1.008 euros, una tabla de planchar valorada en 125 euros, un carrito de golf de 132,30 euros, una barbacoa de carbón de 149,99 euros,o un robot de limpieza de 389,95.
Otro de los objetos curiosos que conforman la lista de bodas seleccionada personalmente por los novios es un albornoz para cada uno valorado en187 euros. Los contrayentes han dispuesto regalos de distintos precios para que los invitados puedan elegir. Pueden optar, por ejemplo, por una pulsera de actividad cuyo precio alcanza los 229,95, un microondas de 245, una cámara de vino de 259 o un Appe Watch valorado en 259 euros. Para los más pudientes, también es posible regalar un aparato de aire acondicionado de 359 o un iPhone 6 de 589 euros.
Casilda Medina ya ha comenzado a recibir los primeros obsequios nupciales. El pasado 26 de septiembre, El Boletín Oficial del Estado hacía público que Victoria Francisca, hermana de la novia, había decidido ceder el título de marquesa de Solera a la propia Casilda, que días antes disfrutó de una tradicional pedida de mano en su casa familiar, a la que acudieron amigos y en la que no faltó el intercambio de regalos, como el anillo de esmeraldas que le regaló Ignacio de Loyola para pedirle matrimonio.
Con todo, este fin de semana las dos familias nobiliarias entroncarán en la considerada la boda aristocrática de 2017. La pareja, además de compartir origen ilustre, hace lo propio con el trabajo, ya que la novia, que estudió Diseño de Moda y cursó un máster en esta disciplina, lanzó su propia firma de complementos especializada en corbatas y pañuelos de seda. Precisamente Ignacio de Loyola es quien gestiona las redes sociales y la comunicación con los medios de la empresa de su futura esposa. Además de ejercer de community manager, su perfil profesional señala que se encarga de hacer lo mismo con el grupo inmobiliario House Hunting. Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense y en Marketing por la European Business School, en la actualidad también trabaja como auditor de cuentas junior en Valldaura & Asociados y como comercial en Wake Up Formación.
